~•Emmett•~
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La mañana del lunes siguiente salí de la ducha y entré a la habitación que se suponía compartía con Irina para buscar ropa en el armario. No fue ahí donde había pasado la noche, claro. Todos esos días había estado durmiendo en la habitación de invitados.
Ella ya no se encontraba ahí. Había descubierto que tenía el hábito de levantarse temprano, cosa que me pareció genial, ya que yo solía ser madrugador también. Y no sabía en realidad por qué eso me gustaba, pero así era.
«Aunque no es que justo ahora eso importe demasiado», me dije, tomando en cuenta que no compartíamos lecho ni hacíamos actividades en conjunto, nada de lo que se suponía hacían las parejas casadas.
Abrí la puerta del armario y empecé a buscar algo que ponerme esa mañana. Te
