Después de la hermosa serenata Peter subió a nuestra habitación con ese gran Ramos de flores rojas en manos. —Amor que hermosa sorpresa, me ha encantado— Fui corriendo tras él tan pronto abrió la puerta y lo llené de besos. —Me encanta verte feliz, lo que más amo en esta vida es tu sonrisa, no veo mi vida sin ti, tú eres la luz de mis ojos, mi hermosa Laura— Dijo Peter mientras me miraba fijamente a los ojos y sostenía mis mejillas con sus manos suaves. —Gracias amor, te amo mucho— Le respondí mientras lo besaba y sonreía a la vez. —Te traje flores rojas porque sé que son unas de las que te gustan, así que traje rosas para otra rosa— Pronunció estas palabras mientras se arrodillaba y me entregaba el Ramos de rosa. —Gracias amor, eres muy amable— Le respondí mientras se ponía d e pies