En la oficina de Peter.
—Señor Smith siento mucho lo que sucedió con su esposa— Dijo Teresa tan pronto entró nuevamente a la oficina.
—No pasa nada, hemos pasado por mucho y es normal que quiera cuidarme, aunque reconozco que usted estaba muy cerca de mí y eso no debe suceder Teresa— Le respondió Peter mientras se ajustaba su saco.
—Lo siento señor, no es como lo quieren ver… pero mantendré mi distancia—
—No quiero problema con mi esposa, ni por usted ni por nadie, hoy me iré temprano porque tengo un compromiso con ella, la veo mañana Teresa—Dijo Peter mientras abría la puerta para que Teresa saliera.
Peter fue a la mansión por mi, justo cuando él llegó estaba bajando las escaleras.
—Tengo a la mujer más hermosa de todo el planeta— Dijo Peter con sus dos mamis dentro del bolsillo y una sonrisa provocativa.
—Gracias amor, me siento feliz de tenerte— Le respondí con un beso al bajar y plantarme frente a él.
—Vámonos de una vez, quiero pasar tiempo contigo— Dijo Peter mientras pasaba suavemente sus manos por mis pompis.
—Me han crecido con el embarazo— Le dije mordiéndome el labio.
—Me gustan de todas formas, eres perfecta para mi Laura— Respondió Peter mientras llevaba su mano a mi mejilla.
Peter me tomó de la mano, entramos al vehículo y fuimos a cenar a un grandioso restaurante pero no solo era una cena cualquiera no, el lugar era solo nuestro y habían muchas velas que decían ‘Te amo’.
—Amor siempre me sorprendes, esto es increíble—Le dije llena de emoción.
—Te mereces esto y más, ojalá pudiera bajarte la Luna porque sin pensarlo lo haría—Dijo Peter mientras abría una silla de la mesa para que tomara asiento.
En el departamento de Teresa.
—Que cara traes hoy— Dijo Alexis con una copa de vino en sus manos.
—Otra vez estás tomando Alexis? Eres un bueno para nada, no se porque me casé contigo— le respondió Tereza con un poco de frustración
—Tranquila amorcito que solo es una copa—
—Una copa? Hoy no duermes en mi cama porque seguramente que te irás en busca de una conquista—
—Teresa soy hombre, hace mucho tiempo que tú no quieres estar conmigo y no necesito satisfacer mi necesidad humana—
—No lo hago porque no se me apetece un borracho— Le respondió mientras se acercaba a él y quitaba la copa de su mano.
—Te dije que solo era una copa, no era para tanto… Me parece que hoy no te fue bien con tu viejo amor, el hombre por el que me desprecias todas las noches— Le respondió Alexis un poco enojado.
—No seas idiota, no estoy en tu cama pero créeme que he estado en otras, o a caso crees que yo no satisfago mi necesidad humana como tú?— Le preguntó ella en un tono retante.
—Por supuesto, lo imaginaba… Sabes que? Ay te dejo sola con tu mal humor— Le respondió Alexis mientras abría la puerta del departamento y se iba.
—-Es un idiota, nunca debí de casarme con el, pero debía de hacerlo por mis padres, cada vez que dejaba que me tocara me imaginaba que era Peter quien estaba en su lugar, así era como únicamente lo aguantaba— Pensó Teresa en alta voz mientras tomaba la copa que le había quitado a Alexis de las manos.
En la cena de Peter y Laura.
—Amor cómo has estado hoy?— Preguntó Peter mientras besaba mi mano.
—Después que fui a verte estuve muy bien, a Cristian le encantó ir a la empresa pero sigue teniendo la idea de ser un futbolista profesional— Le dije riendo pero muy orgullosa de mi hijo.
—Deseo que el logre sus metas y que haga todo lo que se proponga en la vida— Respondió Peter con un poco de emoción.
—Nuestro hijo es excepcional y verás que podrá realizar todo lo que desee en la vida— Le respondí imaginando el futuro de mi hijo.
Mientras Peter y yo estábamos cenando Lucí salió a un bar con una amiga colega del hospital donde trabaja.
—Lucí este es mi bar favorito, solo vienen personas de la Alta sociedad— le dijo Kenia a Lucí.
—Nunca había venido Kenia, en realidad no salgo de la mansión, solo voy al hospital y de ahí a la casa— Le respondió Lucí con mucha sinceridad.
—Ahora saldrás más porque yo estoy aquí, jaja. Además podríamos conocer aquí al hombre de nuestros sueños— Le dijo Kenia riendo pero con la esperanza de no quedarse un a solterona.
—Hace mucho tiempo que no salgo con nadie— Le respondió Luci mientras tomaba un martinis.
—Eso será por muy poco tiempo— Dijo una voz desconocida.
—Quien es usted?— preguntó Luci.
—Desde que llegaste no he podido parar de verte, me aceptas una copa?— Preguntó aquel desconocido.
—No hablo con desconocidos, es muy amable pero podría dejarnos solas?— Le dijo tajantemente.
—No le hagas caso a mi amiga, mi nombre Kenia y el de ella es Lucí, mucho gusto— Dijo Kenia para que Lucí no perdiera esa conquista.
—Kenia qué haces?— Preguntó Lucí asombrada.
—Solo estaba siendo amable, mi nombre es Alexis Bernard, es un placer conocerlas— Le respondió Alexis.
Esa noche aparentaba marcar algo que no se veía venir.
Después de cenar con Peter regresamos a la mansión, a veces sentía que las cosas ya no eran como antes porque eran un poco monótona pero la verdad es que nuestro amor siempre supera cualquier obstáculos.
—Amor se que a veces piensas que somos un poco aburrido pero no podemos estar en el medio por tu embarazo ya las cosas no pueden ser como antes— Dijo Peter como si estuviera adivinando mis pensamientos.
—Amor te amo porque sabes hasta mis pensamientos, gracias por cuidarme tanto— Le respondí mientras cambiaba mi ropa.