Otra vez estaba en la compañía y como ella había pensado llegó a tiempo. Antes de pasar directamente a su despacho, la morena decidió ir a la oficina de su padre para aprovechar y preguntarle sobre la reunión del día anterior, tenía demasiada curiosidad al respecto y esa no se iba a ir de su cabeza hasta satisfacer y despejar la tremenda duda que se había quedado clavada en su mente, de manera que ya estaba en su oficina. Su padre se levantó de la silla al verla y le dio un abrazo.
—Hola, cariño. Yo pensaba que no ibas a venir a trabajar el día de hoy, aunque eso habría sido bueno para ti, ya que has estado bastante sumergida en todo. ¿Cómo estás?
—No, es decir que tenía que venir para continuar con los proyectos que tengo pendiente y no es que mi mamá me está ayudando. Vine a tu ofic
