Alora vió cómo su novio besaba con pasión y lujuria a la extraña despampanante del vestido rojo, balanceado sus caderas con discreción, hacía notar aún más esas curvas pronunciadas y esos pechos de envidia que cargaba robando miradas al por venir, sin duda era mejor que ella, más guapa y al parecer más inteligente, pues al menos a ella no le estaban poniendo el cuerno en ese momento. Se quedó pasmada con las lágrimas traicionándola al salir de sus ojos, haciendo una carrera entre ellas rodando por sus mejillas sonrosadas para ver cual llegaba primero al suelo, un ardor naciente dentro de su estómago nació de ella.
Sin pensarlo más, se limpió las lágrimas con la parte de abajo de su vestido, vió que un es momento un mesero pasaba con una charola llena de bebidas, le robó al mesero una copa
