Capítulo 4
Debo huir
Aurora.
Cuando salió el sol, yo apenas y había dormido por un par de horas, Mauri es un bebé muy tranquilo, aunque cuando desea gatear, no hay quien lo detenga, y se pone a llorar si quiero cargarlo, lo vestí de prisa y esperé al hombre, quien debía ir junto a mí, apenas tomé una taza de café bien fuerte, de nuevo tocaron al timbre, solo espero que no se trate de más documentos en donde me exigen el p**o de las deudas.
«Además, tampoco he ido a trabajar el día de hoy, no sé con qué ideas raras vendrá el enviado del tal Javier», los balbuceos de Mauri jugando me hacían volver a la realidad, jamás siquiera pensé en abandonarlo, no lo haría aunque mi vida dependiera de ello.
«Esperaré antes de hablar con Isa, no quiero preocuparla en vano» Pensé entre suspiros, apenas hacía unos días que fui a una guardería, aunque costará mucho dinero dejarlo allí la mayor parte del día, es mi única alternativa, no he conseguido ni un solo empleo de medio tiempo en ninguna empresa..
«Tranquila Aurora, todo saldrá bien, pronto se estabilizará mi situación, y entonces todo mejorará, hay muchas madres solteras en el mundo, solo debo tomar buenas decisiones, y vender lo que deba vender e iniciar de nuevo» La deuda se acrecentaba, los intereses no dejaban de incrementarse, cuando oigo sonar el timbre, ruego porque no sean más acreedores.
—¿Usted es?. —Pregunto aun imaginando de quien se trata.
—Buenos días, vengo de parte de Javier Month… —No dejo que pronuncie esos apellidos rimbombantes—
—Si, sé dé quien habla, bien... Adelante. —El hombre acepta la taza de café que le ofrecí, ambos seguimos en silencio hasta que decido hablar. —¿Y bien?.
—Sí, debo llevarla conmigo, mi nombre es Esteban, aunque primero debemos ver las documentaciones antes de su viaje. —No cabe duda, evidentemente es igual a su jefe.
—Mire, yo dije que aceptaba casarme, pero fue un impulso, no sé cuáles son las intenciones de ustedes, la razón por la que están tan interesados en mi hijo, realmente se han confundido de persona, yo no tengo idea de quién es él, o usted, Mauricio no pudo haberme ocultado tantas cosas. —En el fondo sentía una opresión en mi pecho.
—No soy quien para hablarle con respecto a su vida con Mauricio, pero lo que puedo asegurar es la certeza de mis palabras y las de Javier, la madre de ambos está sufriendo mucho, y Javier hará cualquier cosa por devolverle la sonrisa, ella es su madre, y en verdad no le aconsejo hacer las cosas más difíciles, lo mejor que puede decidir es acercarse con tranquilidad y disfrutar la compañía de su bebé. —El hombre no deja de mirar a mi niño.
—¿Obligándome a contraer matrimonio con un desconocido, quien además aparentemente es el hermano del supuesto padre de mi hijo?. —Sonrió apenas, sin pensarlo planeo negarlo— ¿Se da cuenta de lo absurdo?.
—Con solo ver al niño, puedo notar el parecido con la familia, y eso en verdad me hace muy feliz, pensé que esa posibilidad se extinguiría, pero de nuevo hay una esperanza, aquí le traigo un álbum familiar, . —¿Un álbum familiar?, lo tomé temblorosa. ¿Puede alguien a quien amaste con tus fuerzas mentir de esta manera?...
Con solo la primera foto no pude evitar llorar de nuevo, ese pequeñito es igual a mi bebé, el parecido es extremo, seguí con más páginas, se veían dos niños, uno sonriente y el otro serio y con el rostro de enfado en la mayoría de las fotos.
«Es Mauricio y… Ese hombre arrogante» —Pensé, cerré el álbum con fuerza, más bien es una mezcla de rabia y decepción. Aunque fuese verdad, no tengo por qué aceptar la propuesta de un extraño, ellos no son nada mío, tampoco de mi hijo
—Esto es demasiado, créame. —Debo negar la paternidad de Mauricio, lo negaré. — Además, Mauri no es hijo de… —Casi me atraganto con mi propia saliva. — Su padre es otro hombre, confieso que por miedo acepté esta situación, pero, ustedes se han confundido, lastimosamente le fui infiel, quise retenerlo a mi lado, pero él se fue, esto sigue siendo difícil y muy duro de asimilar. —Mi corazón dolía tanto que apenas podía percatarme de los latidos de mi corazón, en verdad lo amaba, lo sigo amando, y lo necesito todos los días, pero… ¿Él no sentía lo mismo por mí?., por eso me ha mentido tanto…
—¿Dice que el niño no es hijo de Mauricio?. —El hombre se pone de pie, yo lo hago también, y con mis señas lo dirijo hacia la puerta.
–Así es, no me agrada hablar de mi vida privada, esa es la verdad, si hacen la prueba sabrán que no es de él, entonces para evitar problemas estoy siendo muy sincera con ustedes. — Mentí, contuve mis ganas inimaginables de llorar, luego de leer el historial de esa familia, sin duda se llevaran a mi Mauri, yo moriría sin él.
—¿Puedo pasar a su baño?, viajé mucho, y veo que he venido en vano. —Tiemblo un poco, pero logró señalar la dirección del baño.
—Está bien, pero después váyase, no quiero verlo a usted ni a su jefe en ninguna otra oportunidad. –Prefiero quedarme con un buen recuerdo del hombre a quien he amado con todas mis fuerzas desde el primer momento, ésta nueva realidad me asusta demasiado.
«Mis manos quedaron heladas, estoy sorprendida.» —Pensó mientras veía al hombre marcharse de mi casa, tengo tanto miedo de que me quiten a mi bebé.
—Bueno, no quisiera ocasionar más incomodidades, pero si usted no accede a venir conmigo, vendremos con la orden de un juez, bueno, mis indicaciones fueron venir a escucharla, pero aun así quisiera hablarle de las otras alternativas en caso de que usted no acceda.
—¿Otras alternativas?. —Este señor no se rinde. — Ya le dije que el niño es de otro hombre.
—Lo lamento pero, no puedo creer en sus palabras, su hijo tiene demasiados rasgos de la familia para la que trabajo, también si usted accede a otorgar la custodia al señor Javier, gozará de una pensión que usted crea pertinente, o bien también puede pedir una suma de dinero. —Mi rostro palidece ante aquella oferta. ¿En verdad sugiere que venda a mi propio hijo?.
—Lárguese de mi casa, ustedes no podrán quitármelo. —Lo empujó hacia la puerta y cierro con rabia, enseguida voy corriendo junto a mi Mauri.
«Esas personas no están bien de la cabeza, nos iremos de aquí» —Busqué una maleta, y la cargué con lo necesario, tengo los documentos en orden, me detuve al mirar la identificación de Mauri, entonces un recuerdo vino a mi memoria…
Flashback.
—Amor… ¿Crees que tu nombre combinará con tu apellido?. —Suelo hacer bromas y siempre me gusta sonreír.
—Quedará perfecto, pero como sabes mis papeles aún no están en orden aquí en Paraguay, lo mejor será que cuando nazca lleve solo tu apellido, y ya cuando nos casemos , entonces lo solucionamos. —Mauricio me había explicado que solicitó un cambio de apellido, pero que eso todavía no se lo habían otorgado, durante nuestro noviazgo, él viajó una sola vez a Canadá.
—¿Todo está bien?, a veces tengo la sensación de que me ocultas cosas. —él me dio un beso en la frente. — Quiero tu confianza, de lo contrario esto no funcionará.
—Confío en ti Aurora, solo dame tiempo, como lo hemos conversado, provengo de una familia complicada, y ya deseo apartarme definitivamente. –Nunca quise asfixiarlo con preguntas, cuando lo conocí él me había dicho que hay cosas de su pasado, las cuales desearía olvidar, yo lo acepté así, con la esperanza de conocerlo bien algún día.
—Bien, de seguro nuestro emprendimiento será muy exitoso, ya tenemos unos clientes, y las fotografías que tomamos son hermosas, sin duda llegaremos al éxito más temprano que tarde. —Ambos compartimos la misma pasión hacia la fotografía, los diseños digitales y habilidades en marketing.
—Te amo Aurora, al igual que a nuestro pequeño, seremos muy felices.
Fin del Flashback
Isa se desespera con facilidad, venderé la casa a un precio accesible, ya había recibido la oferta de una inmobiliaria, no la acepté porque pretendían darme menos dinero de lo que cuesta...
Esteban
Aunque no tuve la oportunidad de compartir más tiempo con el bebé, sin duda alguna es hijo de Mauricio, la señora Alvira se pondrá muy feliz cuando lo conozca.
—¿Y bien?. ¿Cuánto dinero pidió?, acabemos con esto de una vez. —Por el rostro cansado de Javier, supe que no durmió lo suficiente, y de seguro había bebido whisky desmedidamente.
—Apestas a alcohol. ¿Una mala noche?. —Digo mientras ingresó a la habitación del hotel en la que se quedaría por un tiempo.
—Ignóralo, ya tengo suficiente con haber dejado mis obligaciones. —Javier es un hombre demasiado obsesivo con el trabajo, lo quiere todo bajo su control, y cuando no puede hacerlo, la frustración que experimenta lo inclina a beber de más.
—No tengo muy buenas noticias, Aurora asegura que el padre del niño es otro hombre. —Él sonríe ante mi comentario.
—Lo supuse, mi hermano siempre fue un ingenuo, pero necesitamos las pruebas, de lo contrario mi madre no estará tranquila. —Su desinterés no es de extrañarse, suspiro antes de continuar.
—Lo vi, es su viva imagen, ella no desea casarse contigo, y mucho menos entregar la custodia, se negó a la oferta. —Esta vez él enarcó sus cejas, suspira un par de veces y va hasta la cafetera a fin de servirse un poco de café.
—¿Se negó?. —Bebe dos tragos de café. — Bien, entonces tendré que ir personalmente junto a ella, ha de ansiar el fideicomiso, pero me haré del tonto, ella misma hablará del tema, y entonces le quitaremos al niño.
Meses antes de su muerte, Mauricio le había dejado a Aurora todo lo que le correspondía como herencia, ambos tendrían potestad de esa fortuna sin excepción alguna, si él no podía asistir a alguna junta, ella podía tomar su lugar, solamente hacía falta la firma de la mujer y todo sería suyo.
—¿Consideraste la posibilidad de que ella no sabe nada al respecto?, siempre se ve confusa. —Sigo sin entender las razones de Mauricio, tal vez y en verdad ella quiera a su hijo y no sea pretenciosa.
—¿Qué puedo pensar de una mujer que alejó a mi hermano de su propia familia?, yo no creo en esa teoría del accidente, seguiremos con el mismo plan: Obtendré la custodia del niño, o ella viene y acepta las condiciones.
—Debes apresurarte, los guardias quienes están vigilando, me informaron que ella salió poco después de mi visita, además su madre tampoco se encuentra bien de salud, de todas formas he adelantado el papeleo, en menos de un mes podrán viajar a Canadá, por el momento lo importante es convencerla y hacer que ambos, tu y ella coordinen. —Javier enarca sus cejas tras un suspiro de hartazgo.
—¿Asumes que ella aceptará?. —Pregunta entrecerrando sus ojos.
—Estoy seguro, Aurora no abandonará a su pequeño hijo...