Adara se quedó luchando contra ella misma, hasta que la culpa ganó y decidió ir a ver al rey, ella asomó su cabeza por la puerta y le pidió a Hazel que se acercara.
_ ¿Qué pasa princesa?
_ Quiero ir a ver al rey, ¿Puedo ir?
_ Por supuesto princesa, estoy segura de que su majestad se alegrara de verla.
Hazel guió a Adara hasta la habitación del rey, cuando estuvo frente a las puertas, Adara recapacito, dio media vuelta y dijo.
_ Pensándolo bien, lo mejor será que me vaya.
Una de las sirvientas llegó con una jarra de agua, ella saludo a Adara y abrió la puerta de la habitación, Adara intentó echar una mirada hacia dentro de la habitación, pero la habitación del rey tenía una antesala antes de llegar al dormitorio, así que no pudo ver nada.
Hazel le preguntó.
_ ¿Nos vamos princesa?
