Una noche antes de la ceremonia de compromiso. Liam y Adara dieron su paseo nocturno, como hacían cada día. Pero Adara se veía distraída, distante, su cuerpo estaba ahí, pero su mente parecía estar lejos. Liam se detuvo de golpe, Adara no se dio cuenta y siguió caminando, hasta que él tomó su mano y la detuvo. _ ¿Qué pasa?, Hoy no pareces ser la misma. _ No me pasa nada, estoy bien. _ ¿No estás nerviosa? _ Si. Afirmó Adara, aunque sus nervios no se debían al compromiso, si no su huida, tenía miedo de que las cosas no fueran como las había planeado. _ Se que no quieres este compromiso, que aún no he logrado ganarme tu corazón, pero eso cambiará con el tiempo y si no logro hacerlo en un año, te devolveré la libertad. Adara se quedó en silencio. Liam se acercó un poco más, acarició su