NARRACIÓN
Por más que Emmet intentó hacer que su madre desista de quedarse, recuerda que es imposible ganarle a Diana Bolton cuando se trata de la salud de sus hijos, así que irá por ropa de ella, Emmet y Romi para quedarse a dormir en un cómodo sillón cerca de la peculiar pareja. Instalan una segunda cama y ambos se encuentran a solas, en un silencio total.
- ¿Estás bien? – pregunta Emmet, al sentir esta solloza.
- Sí, yo… perdón – Romi empieza a llorar.
- ¿Estás llorando? – se pone algo nervioso. - No se vale que llores, no sé cómo actuar cuando la gente que no es de mi familia llora.
- No te preocupes.
- Ok, ¿sabes qué? ven – palmea un lado de su cama, esta se acerca, sentándose en el lugar. - Está bien llorar, si pudiera hacerlo lo haría también. Fue algo
