No vio a James hasta que el reloj marco las cinco cuarenta de la tarde y todo fue porque se quedó dormida ignorando completamente todos los movimientos que se hicieron en casa, cuando despertó se metió al baño corriendo ya que tenía que ducharse antes de ponerse la ropa que usaría esa noche y es que le gustaba ser puntual, además de limpia, con tiempo de sobra salió de la ducha para comenzar a peinarse ya que sería lo que más tiempo le iba a quitar pues debía secarse el cabello. – ¡Madre mía! – exclamo James al entrar y ver a Sophie usando solo una braga de color n***o mientras se maquillaba frente al espejo de tocador. – Pensé que no ibas a venir nunca... – lo vio a través del espejo – Me tomé la libertad de sacar tu ropa y tus zapatos. – tomo los polvos sueltos y se polveo la frente.