Stephanie se puso comoda, estaba un poco nerviosa ella creyó qué estaría Maximiliano, se cruzó de piernas y escuchó a Rebeca lo qué le tenía qué decir. —Hija, ¡Estás helada! Sabes me gustaría haber tenido una hija parecida a ti, ya lo sabes eres mi hija, puedes confiar en mí, no diré nada te lo prometo. —¿Qué sientes por mi hijo? —Este...yo...Lo que siento por su hijo, es mucha desconfianza, no creo en sus palabras bonitas, me había enamorado de él y resulta qué no supe más de él, porque él había vuelto con Jasmin. Stephanie, comenzó a llorar casi sin limitaciones, se sentía insegura, no se animaba decirle a Rebeca lo qué realmente estaba pasando, qué ella era madre de tres adoradas criaturas, entonces se abrazó a ella y digo la verdad tengo mucho miedo. —Hija, ¿Miedo de qué? Stephan