Me vendió mi esposo

Llegó un nuevo m*****o a la familia él bebé

En casa de Elena todo era alegría, la abuela de Ezequiel y madre de Stephanie, le había comprado muchos regalos a su nieto; su marido empresario, casi nunca estaba por la extensa tarea qué cada día, tenía qué llevar.

—¡Me siento la abuela más afortunada! Amo a mi nieto, con todas las fuerzas de mi corazón.

Elena, tenía muchas hermanas; ella solo había podido tener una sola hija, a Stephanie, le había dado un nieto, se parecía tanto a su hija.

Willian, se quedó solo en casa, él tenía un amigo, qué siempre lo invitaba a jugar a las cartas; él decía qué, la familia estaba primero y ahora qué era padre; menos tiempo tendría de salir a jugar.

Willian estuvo con su amigo, hasta altas horas de la noche, hablaban de sus tiempos cuándo alguno de los dos, se dedicaban a salir de aventuras; todo eso había terminado, willian era un hombre, muy responsable, trabajaba en una importante empresa.

Después de pasar unas cuantas horas, probando una cerveza con manies, él amigo de willian se retiró, su amigo se despidió de él.

—Amigo, talvez mañana te venga a buscar, así te invito a jugar a las cartas.

—No creo, qué tenga tiempo, primero está mi trabajo—Responde Willian.

La bella Stephanie, mimada siempre por sus padres, había sido siempre muy amada, le habían dejado salir ; no era de esas chicas qué le gustaba salir mucho, era más bien tranquila.

Una noche, Elena la madre de Stephanie, salió sola de noche, su hija se preguntaba,"¿Mi madre por dónde andará."?Su madre le tenía una sorpresa al bebé, apareció con un cochecito para Ezequiel su nieto, lo había dejado guardado en casa de una vecina amiga.

Elena se sentía plena de felicidad, su hija le había dado él mejor nieto, lo podía disfrutar, en esos días Elena puso todo su calor de abuela, todo su tiempo.

Elena tenía los brazos a su nieto, recién había terminado de darle un baño, cuándo apareció él padre del bebé.

willian toca a la puerta, da dos golpecitos.

—¡Hola corazones del papi! He venido a buscarlos, él papi se encuentra muy solo, ya los está extrañando.

Willian entra a la espaciosa sala de estar, y toma en sus brazos a su hijo lo llena de mimos a su bebé, le habla

él bebé sonríe.

—Pase, Joven tomé asiento, antes de irse les prepararé, una rica comida.

Elena les prepara un rico almuerzo, antes qué su hija vuelva a su casa.

Stephanie se le complica un poco, está dispuesta a seguir con su trabajo de periodista, ella busca una niñera para qué le ayude con su bebé.

Antes de marcharse de casa de su madre, le encarga una niñera.

—Hija conosco una persona, te la enviaré, vive cerca de tu casa.

Elena la madre de Stephanie, se despide de su lindo nieto.

—Mi niño hermoso, ¡Lo amo demasiado!

Elena le da unas cuántas caricias al bebé, antes qué se lo lleven.

—Hija en cuánto lleguen, me haces un llamado, para ver cómo llegan.

—¡Si mamá!

Stephanie, vuelve a casa, ahora con un nuevo m*****o de su familia él bebé, se acomoda en él sofá para darle alimento de ella a su bebé, está cansada, Stephanie, siente Miles de sensaciones, él bebé es mucha alegría para su vida, pero también exige cuidados y tiempo.

Stephanie, volverá a trabajar dentro de algunos días, para eso deberá contratar una niñera para su bebé.

Willian se estira un rato sobre la cama, comienza a mirar televisión, recibe un llamado de su amigo, él siempre lo está invitando a jugar a la cartas, Willian tiene conocimiento del juego, cuándo era adolescente aveces iba y jugaba; No por dinero.

Stephanie, puso él bebé en él cochecito, y se asomó hacía él dormitorio dónde se encontraba, su esposo, se sentó al lado de él, y dejó qué willian la abrazara, con tanto amor, qué ella se cobijo en sus brazos, estaban en un momento pleno de felicidad, estaban comenzando por una familia pequeña, ambos tenían buen trabajo, la vida les sonreía.

A Stephanie, le quedaba muy pocos días para estar con él bebé, llamó a su

madre, para asegurarse bien qué su madre, le halla conseguido una niñera.

—¡Hola madre! ¿Cómo estás?

—¡Hija los extraño tanto!, dale besos al bebé, no te preocupes ya hablé con la niñera, mañana se presentará en tu casa.

Elena se despide de su hija, siempre muy cariñosa.

—Chau mi bella hija, besos a mi nieto, le tengo varios regalos para él, tienes qué venir.

—Mamá deja de ponerte en gastos, por favor.

Elena, era la abuela más dichosa, quería qué a su nieto nada le faltará.

La madre, de willian y esposo de Stephenie, también era una amor, de clase alta, ellos eran dueños de minas de cobre, él padre de willian se lo pasaba viajando, él lugar quedaba retirado, debía viajar para controlar a sus empleados, willian era él hermano, mayor de sus dos hermanos, él más amado por su madre, él hijo preferido, él siempre había sido de conducta intachable su hijo.Habia recibido un gran ejemplo, de sus padres, él trabajo era la prioridad principal.

Sus otros dos hermanos también eran recibido, ningún hijo siguió lo de su padre, uno se recibió de arquitecto y él otro hermano más chico, como odontólogo.

Willian siempre se lo pasaba con su madre, todos los días la iba a visitar, no pasaba ni un día sin poder ver a su madre, era tan mimoso, qué aveces se quedaba a dormir en él cuarto de él, qué había sido de soltero.

Willian contemplaba por horas a su madre.

—Mi mamita, a sido tan buena, si le llegará a pasar algo, no sé qué haría, la llamaba por teléfono casi siempre, lo qué él no sabía, qué su madre padecía de una enfermedad desde hace años.