La vida para willian era como un cuento de adas, todo parecía perfecto, tenía la mujer perfecta, Stephanie, soñaba con traer muchos hijos al mundo.
Una mañana Stephanie, se sintió mareada tenía ganas de vomitar, entonces llamó a su madre.
—Madre, no me siento muy bien, en cuánto venga willian del trabajo le pediré qué me lleve al médico.
—Hija mañana a primera hora viajaré para, poder acompañarte.
La madre de Stephanie, vivía para su hija, estaba preocupada.
En la mañana bien temprano, la madre toma él autobús, para acompañar a su hija al médico.
Stephanie, se seguía sintiendo muy mal, tenía mareos contantes.
Cómo a las nueve de la mañana él timbre de la casa de Stephanie, sonó, era la mamá de Stephanie.
—Hola hija, prepárate qué nos vamos.
—Stephanie, se presentó a la guardia de aquella clinica, un médico muy atento la atendió
—Buenos días ¿Qué te anda pasando?
—Doctor me siento muy mal, y muy mareada.
—¿Te a venido la regla?—No doctor no me a venido.
La madre qué estaba al lado de Stephanie, también le mostró su gran preocupación por su hija.
El médico de guardia, le pidió una análisis de sangre.
El médico la examino y le tomó la presión.
—No te daré ningún remedio, hasta saber lo qué tienes realmente.
Stephanie, se despidió de aquel médico, su madre también le agradeció.
Stephanie, debía sacar turno para sacarse él análisis, ella y su madre se acercó hacia una farmacia y compró él tex de embarazo.
Stephanie, iba manejando en su auto, su madre junto a ella.
Cuándo llegaron a la casa, willian ya se había ido a trabajar.
Stephanie, estaba ansiosa por saber, esa misma mañana se hizo, él tex de embarazo, esperó unos minutos, y al rato ya estaba, él resultado, Stephanie salió asombrada del cuarto.
—¡Mamá dos rayitas, estoy embarazada!
Stephanie y su madre, se pusieron muy contentas, su madre ya la estaba comenzando a cuidar a su hija.
La madre de Stephanie, se quedó todo él día, recién se iría antes qué oscureciera.
Ambas compartieron un lindo día juntas, Elena la madre de Stephanie, estaba feliz, sería él primer nieto que vendría en camino.
Stephanie, recién le daría la noticia, a su esposo cuándo él llegará.
Llegó la hora qué la mamá de Stephanie volviera a su casa, tomó él autobús y se marchó.
Willian llegó un poco cansado de su trabajo, apenas llegó saludo a su amada esposa.
—Hola mi vida, ¿ Estás mejor? —Pregunto willian.
—¡Amor estoy embarazada!
Willian corrió abrazar, a su esposa.
—Amor mío, me encanta que venga un hijo en camino.
Estuvieron abrazados por un buen rato, se sentían felices, lo tenían todo y ahora un hijo.
A medida qué fué pasando él tiempo, él abdomen de Stephanie fué creciendo, willian le hablaba casi todas las noches al dulce bebé, qué venía en camino, se sentían tan afortunados.
La madre de Stephanie la visitaba seguido, estaban buscando qué nombre resultaría bonito para él bebé, no sabían qué nombre, le pondrían, comenzaron a buscar por internet.
Hugo
Daniel
Mateo
Exequiel
— Mamá ya lo tengo al nombre, me gusta Exequiel.
Prepararon él bolso, tenía que estar listo para cuándo él bebé naciera.
Willian siempre la observaba a su esposa.
—Mi amor, estás más linda qué nunca.
Una mañana Stephanie, comenzó con dolores de parto.
Willian hizo arrancar él auto estaba muy nervioso, le encantaban los niños.
En minutos ya estaban en la clinica.
Willian llamó a su madre, le avisó qué su nieto ya venía en camino.
Al poco tiempo se apareció en la clínica la madre, de Willian, ella estaba siempre en las buenas y en malas, nunca le fallaba para nada a su hijo.
Para willian su madre era él amor más inmenso qué existía, él había sido siempre él más mimoso de ella.
El bebé demoraba en salir del abdomen de Stephanie, ella estuvo doce horas con contracciones, se le complicó él embarazo cuándo estaba en la sala de parto.
El partero le dió un puntapié al banquito y pidió a los otros médicos qué le ayudarán, él bebé no podía salir, se habían dado cuenta a último momento, una enfermera se subió arriba del abdomen de Stephanie.
—¡Puja señora, puja!
Stephanie, comenzó a pujar con todas sus fuerzas, se lo tuvieron qué sacar con force, al bebé se lo pusieron en los brazos de su madre.
Stephanie apenas lo vió comenzó a llorar de la gran emoción, qué sentía, luego lo limpiaron y lo vistieron al bebé, después se lo llevaron a Neonatología, lugar dónde mantienen a los bebés en observación.
Willian se desespero cuándo no vió salir a su bebé con la madre, los médicos le tuvieron que dar una respuesta, le dijeron que su hijo lo tendrían por 36 horas en observación, la cabeza del bebé había quedado un poco deformada porque lo tuvieron que sacar a la fuerza.
A Stephanie no le salía leche materna, willian fué y compró leche qué viene con fórmula para su bebé.
Tuvieron qué esperar muchas horas, hasta cuándo le trajeron al bebé, le dijeron qué él bebé estaba bien.
Stephanie, miraba a su bebé, con mucha emoción, cuándo se lo pusieron en sus brazos, él bebé lloraba haciendo pucheritos, cómo queriendo decir a su madre, " Mamá no quería salir, estaba muy cómodo."
Pasó un día y le dieron de alta a Stephanie y al bebé.
—Quiero, qué me lleves a casa de mi madre.
—Amor para ir a la casa de tú madre, queda muy lejos.
Willian entendió qué su mujer, necesitaba estar con su madre y la llevó en un viaje demasiado largo.
Apenas llegaron lo esperaba, Elena la madre de Stephanie, lo tomó en sus brazos y lo rodeó, con una ternura inmensa.La madre de Stephanie, lo acariciaba con mucho cuidado, era su primer nieto, estaba muy feliz.