Jennifer Jones –Vengo a pedir mi renuncia. –le exigí al señor Black (mi estúpido y mediocre jefe) al entrar a su oficina. El hombre mayor, frunció el ceño ante mi respuesta, yo no le agradaba y lo sé desde hacía tiempo, sus malos tratos me lo dejaban en claro; sin embargo, soportaba este trabajo porque desde que salí de la universidad jamás me ofertaron otro pese a que envié miles de emails y toqué decenas de puertas, además, admito que la presencia de Charles lo hacía más soportable, antes de su funesta confesión, claro está. –¿Así tan de repente? –alzó la ceja mi decrépito y aburrido jefe. –Sí, el viernes será mi último día. –afirmé totalmente decidida, no había marcha atrás a esta decisión. –Esto no es nada profesional señorita Jones, deja mucho que desear. –añadió ese hombre mi