Llegó la noche, un auto nos dejó a Clark y a mí en frente del club, se llamaba “Anonymous” por una ingeniosa razón. Era la discoteca más exclusiva de Dubai, y tenía una única regla de etiqueta: todos los invitados debían portar máscaras para conservar su identidad, esto me olía a peligro.
Clark logró averiguar que en este lugar vienen verdaderas celebridades, famosos, narcotraficantes, mafiosos, políticos, en fin, gente importante e influyente. Con el anonimato, se evitaban severos disturbios y opulentos escándalos entre poderes.
Nos acercamos al gran hombre con máscara de gorila que cuidaba la cadena. En ese momento me percaté de que todos los de seguridad llevaban careta de animales, al menos eso me ayudaría a identificarlos de manera más rápida.
Para ingresar, además de llevar la
