Primera carta. Querido Charles, mi gallardo hombrecito. De antemano sé que, si estás leyendo esto, estoy muerto. Estoy seguro de que estás enojado conmigo y no entiendes porque te deje este trozo de madera podrida. Te conozco más de lo que piensas. No te dejé bienes materiales porque, te estás convirtiendo en una pequeña versión de tu tío George Woods. Nunca tuve mano dura con él. Fui muy suave y su cómplice involuntario… Charles, debes de tener cuidado con tu tío, no es el hombre que piensas… Debí prestarle más atención, debí fijarme en el hombre en el que se estaba convirtiendo, la vanidad y la soberbia lo tienen cegado de sus emociones internas, es solo una carcasa de terrible superficialidad sin valores ni ética. Sólo se quiere así mismo. Charles, tu tío ha hecho cosas tan terr