Le ordené que me dirigiera a “Muthanna”, la cárcel clandestina en donde Charles me había confesado que habían encerrado a “Ares”. Rezaba en mi mente por verlo sano y salvo.
Haríamos una inspección de la zona y luego deliberaríamos cómo entrar al lugar. Sí por las buenas o por las malas. Por las buenas sería de la siguiente forma: Charles intentaría sobornar al jefe del lugar, un tal: “Lú”, se haría pasar por “mi padre” y ordenaría que liberaran a James, por las malas era: conseguir más mercenarios y entrar a la fuerza al lugar para rescatarlo. Ambas eran riesgosas, pero ya no podía echarme para atrás.
Clark me pidió que le describiera el aspecto físico de James, cicatrices, tatuajes, color de ojos, altura. Por suerte, tenía una fotografía suya, así que me dispuse a enseñársela, de esa f
