Era atractiva y vestía a la moda con un elegante abrigo de invierno color naranja tostado, que acentuaba su esbelta figura. Llevaba lentes oscuros para protegerla del fuerte sol invernal, una recatada bufanda cubría su largo cabello castaño, y en todo momento mantuvo la cabeza hacia abajo contra el frío. El disfraz de invierno indicaba que su edad era tanto indeterminada como misteriosa. Al dirigirse ambos hacia las puertas, era casi inevitable que chocaran; caminaban en ruta directa, y fue solo cuando la mujer trastabilló que Grant extendió las manos para evitar que ella cayera de cara al piso. Lo saludó diciendo: “Oh excusez moi, Monsieur, je Suis tellement désolé”, mientras la ayudaba a incorporarse, sintiendo su delicado peso. Él comenzó a sonreír en su dirección, tratando de hacer co