|2| No importa dónde

1256 Words
Con el dorso de la mano limpio las lágrimas que han comenzado a rodar por mis mejillas. Ponerme a ver fotos de lo que he perdido no parece la mejor decisión en este momento, pero subestimamos lo masoquistas que podemos llegar a ser cuando estamos tristes. Sometimes I'm beaten. Sometimes I'm broke.  'Cause sometimes this city is nothing but smoke. Suena Us, de James Bay, mientras observo la amplia galería de uno de nuestros múltiples viajes. La sonrisa en mi cara capta a la perfección la felicidad que sentía en ese momento, la sensación de plenitud que me embargaba y su capacidad de hacerme sentir bien. Cualquiera que nos conociera habría jurado que estábamos hechos el uno para el otro. Incluso llegué a creer en los finales felices, en el amor para siempre y los cuentos de hadas. Nada más lejos de la realidad. Is there a secret? Is there a code? Can we make it better? 'Cause I'm losing hope. Un precioso lago ocupa gran parte de la fotografía y sus ojos están puestos en mí. Teníamos una maravillosa estampa frente a nosotros, pero estábamos tan perdidos en el otro que nos daba absolutamente igual lo que tuviéramos alrededor.  Habíamos tardado tres horas en llegar hasta el precioso pueblecito donde el tiempo parecía desaparecer. Las pequeñas casas con rojizos tejados a dos aguas y balcones repletos de flores manchadas de blanco daban un toque pintoresco al lugar. Recuerdo que los destellos del sol contra la nieve fresca de las laderas me obligaron a utilizar gafas para proteger mi visión de la centelleante alegría de la naturaleza.  Fue la primera vez que vi nevar. Los copos de nieve caían como una leve llovizna aterciopelada frente a mis ojos. Sus brazos me rodeaban desde la espalda y su aliento erizaba la piel de mi cuello. Cerré los ojos y me recreé en la inmensurable tranquilidad que me rodeaba. «¿Sabías que todos los copos de nieve son diferentes?» susurró antes de que sus besos borraran el rastro diluido que la nieve iba dejando en piel.  Lo echo de menos. Nos echo de menos. Echo de menos la persona que solía ser cuando estaba con él. Tell me how to be in this world. Tell me how to breathe in and feel no hurt. Las lágrimas siguen descendiendo por mis mejillas. Cada foto, cada mirada furtiva captada por el objetivo de la cámara y cada recuerdo feliz hace que duela un poco más. El agujero de mi pecho comienza a sentirse como el cráter de un volcán que no acaba de erupcionar. A pesar de que sé que llegará el momento en el que no pueda más y deje de luchar, de intentar contener lo que ya me supera y me rinda ante el dolor de su partida. Tell me how could I believe in something. I believe in us. Nosotros. Una palabra que hace dos semanas dejé de utilizar, un recuerdo de lo que éramos y ya nunca seremos. Cierro los ojos y me centro en el ritmo de la canción. Necesito salir de este bucle de autodestrucción, tengo que centrarme en el ahora, pero duele tanto que no puedo obviarlo. After the wreckage. After the dust. I still hear the howling, I still feel the rush. El sol besaba los límites del agua del lago. Los naranjas y rosados iluminaban la preciosa escena que no fui capaz de captar en una sola fotografía. Cómo uno de los atardeceres más bonitos que he visto en mi vida puede verse empañado por la estela de su huida cobarde. Over the riots Above all the noise Through all the worry, I still hear your voice «Creo que eres el amor de mi vida». Su voz aún resuena en mi mente, sus palabras siguen clavadas en mi corazón y la sinceridad con la que fueron pronunciadas no me ha abandonado. En ese momento lo creí porque sentía lo mismo. Lo creí porque mi corazón palpitaba al mismo ritmo frenético que el suyo. Sabía que en cualquier momento esas palabras podían dejar de tener sentido y que, probablemente, no sería real. En ese momento lo era.  Puedo ver el rubor de mis mejillas y la sonrisa de loca enamorada que se dibujó en mis labios sin que pudiera hacer nada por reprimirla. Aún puedo saborear el deseo del beso que me dio después de tal declaración y de la desesperación con la que respondí. So, tell me how to be in this world. Tell me how to breathe in and feel no hurt. Tell me how 'cause I believe in something. I believe in us. Miro a mi alrededor en busca de sus cosas tiradas en la cama, zapatos mal colocados o su frasco azul de perfume sobre mi tocador. No obstante, lo único que encuentro es oscuridad. La persiana bajada y luces apagadas han sido mi mejor aliado para no derrumbarme cada vez que busco su rastro en el espacio que hasta hace poco compartíamos. Creía que el dolor había fundido todas mis neuronas, pero veo que alguna ha quedado en pie. Tell me when the light goes out. That even in the dark we will find a way out. Tell me now 'cause I believe in something. I believe in us. Creo en nosotros... Creía en nosotros... j***r.  ¿Por qué?  ¿Por qué sigo recordando cada momento como si lo hubiéramos vivido ayer?  ¿Por qué no puedo evitar sonreír al recordar el sonido de su risa?  ¿Por qué me es imposible deshacerme de esta sensación de vacío?  ¿Por qué después de todo sigo queriéndolo con tanta intensidad?  Estoy enfadada, frustrada conmigo misma porque por mucho que pase de página su mirada me persigue hasta el final. Confundida, desorientada, porque he intentado cambiar de libro pero encuentro su foto en todas las portadas. Estoy destrozada, hundida, porque a pesar de todo no sé si quiero renunciar a él, a nosotros. We used to be kids living just for the kicks. In cinema seats learning how to kiss. Running through streets that were painted gold. We never believed we'd grow up like this. El confort de sus abrazos en los momentos difíciles. Esa sonrisa burlona cada vez que lograba sacarme de quicio. El brillo de sus ojos cuando observaba mi cuerpo desnudo. El ansia de sus manos recorriendo mis curvas. El sonido de su risa que ponía melodía a los días grises. La seguridad de sus brazos capaces de sostenerme en pie en cualquier situación. Él. Yo. Nosotros. Tell me when the light goes out. That even in the dark we will find a way out. Tell me now 'cause I believe in something. I believe in us. Soy un río al borde del precipicio, mi destino es inevitable; un volcán a punto de explotar mientras observo cómo me hundo en mitad de tanta arena movediza. El pasado me atrapa y lucha por mantenerme cautiva mientras intento ferozmente salir del sinsentido en el que me encuentro, pero lo único que logro es caer más profundamente en el vacío legal que se crea cuando una relación termina. ¿Hasta cuándo está permitido sentir? I believe in something. I believe in us. Creí en nosotros y en la sonrisa que me sacaste con tu primera frase o la curiosidad sana que despertaste en mí cuando chocamos en aquella cafetería. Mas ahora, no sé en qué creer. «Deberías tener más cuidado, podrías hacerte daño». Nuestra historia comenzó como una casualidad que terminó convirtiéndose en mi mayor fortaleza y debilidad.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD