"Dejame hablar con ella Marina." "Por favor, pon a Lily al teléfono." La voz de mario es demandante, pero también tiene un claro tono de suplica. "Mario, lo siento, no creo que sea buena idea ahora..." A Marina le costo mucho trabajo hacer que su pequeña amiga Lily se tomara un descanso de su trabajo para que ambas fueran a almorzar a ese restaurante. Las dos estaban hablando de sus decepciones amorosas cuando Gerardo apareció en ese restaurante como por arte de magia. Es como si las hubiera vigilado, pues la mesera y el gerente del restaurante se sorprendieron bastante cuando observaron llegar al dueño del mismo. "Dejame hablar solo un minuto con ella Marina." "Debo explicarme." "Por favor." Marina observa a su amiga quien sigue platicando muy entretenida con Gerardo... "Esta b