Lily observó a su Escort y deseó que su oscuro y tortuoso pasado no se interpusiera en su camino.
Recordando su terrible experiencia pasada, la cual le había dejado marcada para siempre, Lily se obligó a recuperar su compostura habitual.
Observando con frialdad al joven y apuesto Gustavo, Lily quiso sentir la misma lujuria sin compromiso que le ofrecía el joven.
Y sin embargo, ahora su cuerpo se encontraba más frío que un iceberg flotando en algún mar congelado.
Todas las llamas de lujuria que la estaban consumiendo debido a los penetrantes ojos del gran Mario se habían extinguido en compañía de Gustavo.
Por lo que, decidida a no aceptar el servicio s****l que le ofrecía Gustavo, Lily se propone pasar la noche de la mejor manera posible a su lado.
"Eres muy guapo, Gustavo, lo sabes?"
El chico sonríe mas ampliamente mientras que asiente.
"Y tu eres muy hermosa Lily."
"Te verías tan bien recostada en la cama, con tu cabello en el colchón y yo encima de ti..."
La escena se dibujó en la mente de Lily por unos instantes...
Pero de nuevo, ese maldito incidente interfirió despedazando cruelmente sus fantasías lujuriosas.
Emitiendo un suspiro resignado, Lily se le ordenó a su mente desconectarse por un momento.
Ella quiere dejarse llevar.
Los hermosos ojos café oscuro del joven Escort brillan antes de que siga con su labor de convencimiento.
"Se que puedo darte el placer que necesitas, Lily..."
"La liberación a tus ansias internas, pues sé que el Gran Mario despierta pasiones profundas..."
Lily escucha de nuevo los gritos y gemidos en el jardín.
De nuevo el recuerdo de esos ojos verdes tan masculinos aparece en la mente de la chica, quien haciendo una locura besa al joven Gustavo suavemente.
Ella no cierra los ojos y puede ver la clara, pero efímera mueca de sorpresa del joven debido a su acción.
"Gustavo...no se si pueda..."
Lily no había sentido nada cuando besó al joven Escort y eso era una verdadera lástima.
Como podría irse a la cama con Él y fingir algo que no sentía?
Notando su distanciamiento, Gustavo toma las mejillas de la joven para darle un beso más profundo en sus pequeños y suaves labios.
Gustavo nunca antes fue rechazado y no iba a ser la joven que ahora besaba la primera.
Deslizando su lengua con aprendida lujuria por la boca de la chica, Él escuchó un gemido por parte de la chica.
Cuando se separaron, pudo ver que ella respiraba algo agitada y se notaba nerviosa.
"Mi tarifa es un poco alta, pero..."
"En verdad deseó estar contigo esta noche..."
Las palabras del joven Escort devolvieron a Lily la realidad que tanto necesitaba.
Gustavo no lo sabe y no tendría porque saberlo, pero Lily conoce también algunas técnicas de seducción para lograr sus cometidos.
En especial, por ser mujer, le era mucho mas sencillo lograr todo lo que se proponía.
Por lo que, viendo desde el lado empresarial al joven que ahora la acariciaba con deseo, Lily decidió ver hasta donde podía llegar con Él.
Sin gastar ni un solo centavo.
"Y a que tendría derecho si acepto tus servicios, Gustavo?"
El joven sonrió plenamente creyendo que ya tenía en la bolsa a la joven.
"Todo lo que tu quieras, estoy a tu disposición completa."
"Y creeme, puedo ser el amante perfecto..."
"Cumplir tus mas secretas, pervertidas y oscuras fantasías."
La voz del joven susurrándole en el oído de Lily hizo que su cuerpo se arqueara de forma innata.
"O puedo cumplir tus más bellas fantasías de amor en la cama."
"Jugar a ser tu hombre, tu novio, tu amante que ha quedado prendado de ti con solo verte una sola vez..."
Gustavo describía a la perfección las fantasías que Lily quería experimentar gracias a los libros eróticos que leía en sus solitarias noches!
Hombres ridículamente guapos, atléticos y musculosos que se enamoraban a primera vista de la joven tímida e ingenua hasta que la hacían suya.
"Quiero esa fantasía."
"Quiero ser tu novia esta noche y saber que se siente llamarte "amor."
Comentó por fin Lily, satisfecha con su decisión.
Tal vez no quería retozar en la cama con ese chico esa noche.
Pero si quería vivir un rato su fantasía al tener lo que a ella se le había negado en el pasado.
Y que ahora podía acceder a ello por medio de Gustavo.
"Novia?"
"Solo eso o podemos, ya sabes, comernos a besos?"
Lily movió la cabeza asintiendo antes de tomar la mano del chico para sentarlo en el sillon.
Despues, Lily se sentó a horcajadas sobre Él.
Ella no era ninguna mujer fatal, experta en el área de seducción.
Dios y ella sabían que no era una "femme fatale."
Pero ahora, el impulso de tomar lo que le ofrecían era demasiado bueno como para resistirlo.
"Cuanto me costaría, Gustavo?"
"Quiero la fantasía de tener un novio que me ame solo a mi."
"Y que no solo sea deseo sexual."
Lily observó a detalle la expresión confundida del chico.
"Pero, pensé que ambos podríamos ir arriba y..."
Lily tomó la cara de Gustavo con ambas manos antes de decirle.
"Tu mismo dijiste que podías cumplir mis fantasías, ya fueran oscuras o rosas."
"Y esto es lo que quiero en este momento."
"Aunque, unos besos apasionados nunca están de sobra..."
Eso había sido lo mas audaz por parte de la joven.
Gustavo la observó por un momento, buscando algo que le dijera que ella estaba bromeando.
Esperaba que en cualquier momento se riera y le dijera que quería tener sexo, duro, fuerte, vigoroso y sudoroso como era lo habitual.
Pero ella seguía mirándolo con expectativa.
"Esto es tan inusual..."
"Por regla general, las mujeres..."
Lily se levantó del regazo del chico antes de que Gustavo terminara.
"Oye, a donde vas?"
Lily no podía soportar que ahora ese joven también la rechazara, por lo que había decidido irse ahora que tenia oportunidad.
Ni Marina, ni Karina ni nadie la detendría.
"Espera, no escuchaste lo que tengo que decirte!"
Gustavo la abrazó por la cintura para hacer que detuviera sus pasos.
"Se lo que vas a decir, no hagamos esto más difícil para mí."
"Tal vez tu seas irresistible para cualquier mujer, pero yo..."
Lily dejó que sus palabras murieran.
"Dime cuanto te debo y lo transferiré a tu cuenta."
"Se que estás conmigo porque es tu trabajo, pensé que ambos estábamos en pleno conocimiento de ello..."
"Pero, ahora que te he dicho lo que quiero de ti, me rechazas."
Sacando su celular de su bolsillo secreto del vestido, Lily deslizó su huella en su celular para desbloquearlo.
Busco la app de su banco sin mirar al joven a los ojos ni una sola vez.
"Estoy esperando, Gustavo."
La voz de la chica se quebró un poco por la desilusión.
"Preciosa, no te estoy rechazando..."
"Es solo que tú, me sorprendiste con tu fantasía."
"Las mujeres a las que he acompañado antes siempre quieren la fantasía al estilo cincuenta sombras de Grey..."
"Quieren sentirse poseídas, dominadas en la cama, vulnerables, sumisas..."
Y era la verdad.
Gustavo había recreado la fantasía todas y cada una de las veces con diversas chicas.
Incluso cargó en su hombro a varias de ellas.
Obviamente a las más delgadas, claro está.
"Esta es la mía, puedes pretender ser el novio perdidamente enamorado de mi, solo por esta noche?"
"Quiero sentir que no puedes vivir sin mi..."
"Que mueres por mi."
Y no es solo una petición tonta.
Es en verdad lo que el alma y mente de Lily anhelan.
Ella es completamente diferente al resto de las demas mujeres.
Pero las circunstancias pasadas, la habían hecho de esa forma.
"De acuerdo, pero no te cobraré nada."
"Creo que esto será, nuevo, divertido y excitante."
Gustavo se acercó a ella, quitándole el celular de la mano y guardándolo en su bolsillo del pantalón.
Tan romántica y melosamente se acercó a Lily para pegarla a su cuerpo.
Ninguno de ellos se dió cuenta de que la música se había detenido afuera, debido al pequeño drama que habían protagonizado en ese momento.
Por lo que tampoco se dieron cuenta cuando Karina entró felizmente a la casa en brazos de Mario.
Karina se dirige a la alcoba nupcial dónde Mario le daría su tan esperado regalo.
Detrás la festejada de honor, Marina acompañada de Ricardo, su escort favorito y todas las demas invitadas con sus hombres entraron para contemplar la romántica escena.
"LILY!"
Gritaron felices las chicas.
Mario endureció el abrazo de Karina al ver a la joven en brazos de su Escort besándose apasionadamente.
"Ahora somos novios."
"Chicas, Gustavo ahora es mi novio!"
Declaró con una sonrisa gigante en sus labios Lily causando el enfado instantáneo de Mario.
Pero por que?
Si hasta hace menos de una hora, Mario, el Gran Mario no conocía a esa chica!
Lily, solo por un momento se permitió observar los intensos ojos ardientes de Mario.
Ella se olvidó de todo, incluso de las declaraciones tan absurdas que había hecho.
Ahora estaba perdida en los preciosos ojos verdes del hombre.
Porque ese hombre lograba ponerla tan nerviosa?
Gustavo seguía abrazando a la chica.
Marina y Karina aplaudieron apoyando al joven escort y su amiga.
El único que ya no pudo soportar observar más la escena, fue el Gran Mario.
Por lo que subió con premura, apretando con sus brazos a la novia hacia la alcoba nupcial.
"Ahora eran novios?"
"Como carajos había ocurrido eso en ese corto lapso de tiempo?"
Se preguntó Mario después de cerrar la puerta con más fuerza de la debida.
Abajo, Lily seguía con su farsa, siendo abrazada y besada en todo momento por Gustavo.
Aunque, claro, el joven Escort albergaba la esperanza de que, conforme pasara la noche...
Y Lily tomara más vino, lo arrastrara a alguna habitación para que tuvieran una buena sesión de sexo.
Pues ese era, a final de cuentas, el trabajo del chico.
Y por el cual, le estaba pagando esa noche.
***By Liliana Situ***
valoro mucho tu opinión.