Hank Morris se encontraba sentado en uno de los lugares de la cafetería G&M, veía a las personas ir y venir, pensaba en lo efímera que es la vida, hace un par de años él tenía todo a su alcance, oportunidades y sueños que dejó pasar sin darse cuenta, si existieran las segundas oportunidades o la forma de volver en el tiempo tomaría otro camino, otras decisiones, esas que no lo llevaron a dejar la firma o llegar al divorcio, no lo discutía, se lo merecía por infiel, borracho y cretino, creyó que el mundo estaba a sus pies y ahora se encontraba solo con un apartamento que apenas tenía lo necesario y estaba en un bufete mediocre que apenas le daba de comer, al menos su ex esposa no era exigente con las cuotas de manutención y le permitía ver a su hija. –Lamento el retraso –le habló su coleg