Capítulo 9

2025 Words
—Me iré a bañar—le comento a Ayumi quien asiente—¿de verdad no quieres ir?—le pregunto mirándola. —No, voy a ir a casa de una amiga, quedamos en salir esta noche—me dice con una sonrisa—lo único que no me gusta es que Hiten te vendrá a buscar—ruedo los ojos—ese tipo no entiende que no le interesas—suspiro y le doy una sonrisa—es una lástima que no puedas ir con Sesshomaru—me despojo de mi ropa. —Eso será lo más cruel que me ha pasado—le digo de manera dramática. —Cuando te vea con ese vestido el solo pensara en como quitártelo—sonrío entrando al baño. Abro el grifo y dejo que el agua caiga sobre mi cuerpo sin que moje mi cabello. Me relajo y limpio cada área de mi cuerpo. Al terminar salgo envuelta en una toalla. Ayumi teclea en su celular y sonríe. —Bien, voy a hacer la magia que hará que Sesshomaru tenga una erección cuando te vea—dice aplaudiendo con las mejillas sonrojadas. —Eres muy dulce aún para hablar de esa manera—aseguro sentándome frente al espejo. Ayumi se encarga de dejar mi pelo completamente liso. Mis ojos ahora se encuentran oscuros, un maquillaje suavemente gótico con los labios de un rojo que hacen ver mis labios más carnosos de lo que son. —Listo—dice luego de dos horas y media. —Mierda, me veo caliente como el infierno—digo con una sonrisa. —Ahora el vestido—asiento y me pongo unas bragas ya que el vestido no lleva sujetador. Es n***o con un gran escote en forma de V. Me encanta como me queda. Me coloco unas zapatillas de tacón color plateado y sonrío satisfecha. Unos aretes plateados que cuelgan hacia abajo es el único accesorio que llevo. —Te vez genial Rin—me dice Ayumi con una sonrisa—y ya llego tu acompañante—dice mirando por la ventana. —De verdad te cae mal—digo riendo. —Pórtate mal solo con Sesshomaru—alienta con el pulgar arriba. —Si el tiempo nos da—tomo mi bolso y lo llevo en la mano. Salgo cuando la puerta es tocada. Abro y los ojos de Hiten se abren con sorpresa. —Wao Rin, estás hermosa—halaga y le sonrío. —Gracias, tú no te vez nada mal—sus ojos me recorren de una manera de que incomoda—y tu mirada me incómoda—anuncio y él me da una sonrisa. —Vamos—me da su brazo, pero niego y camino a su lado. En el camino el silencio nos acompaña. Hasta que veo como nos acercamos a nuestro destino. —Entonces Sesshomaru Taisho—me dice con sequedad—a él si le diste la oportunidad ¿eh?—muerdo mis labios. —¿Algún problema con eso?—pregunto con el ceño fruncido. —Tengo mucho tiempo cómo un perro faldero detrás de ti Rin y viene otro y a él si le das la oportunidad—niego mirándolo. —A ti siempre te dejé en claro que no quería tener una relación folla-compañeros, novios, solo como compañeros. Es tu problema el hacerte ilusiones cuando te hablé con claridad desde el principio—él estaciona el auto. —Yo te amo ¿Qué te cuesta entender?—pregunta molesto. —Que yo no te amo a ti—sus ojos me miran con sorpresa—ahora vamos a trabajar porque vamos atrasados—anuncio bajando del auto y él hace lo mismo. —Claro, estas desesperada por verlo. ¿Es por su dinero?—pregunta cuando estoy frente a él. Mi mano le cruza la cara. —Deja de hablarme de esa manera. Es una pena que no te tomaste el tiempo para conocerme y dices amarme—camino y una de sus manos me hace girar. Siento sus labios impactar sobre los míos y me aparto con rapidez. Otro golpe llega a su mejilla de mi parte—deja tus niñerías y acepta que no te amo—le digo con brusquedad. Camino queriendo salir de este lugar rápido. Entro y voy directamente a un baño a retocarme el labial. Suspiro y salgo. Veo a Yuka y me acerco a ella. —Joder Rin, te luciste esta noche—me dice—si fuera lesbiana te invito a hacer tortillas conmigo—hace señas con sus dedos en modo de tijera. Niego riendo. —¿Dónde quedó la poca cordura que te quedaba?—le pregunto aceptando una copa a uno de los chicos. —Creo que la deje en casa al ponerme este vestido. Pienso encontrar el amor de mi vida esta noche—niego con una sonrisa—lástima que tengamos que trabajar—suspiro. —Vamos hacer esto rápido para poder disfrutar—ella asiente y la próxima hora entrevisto a personas importantes y me encuentro con algunos famosos que aceptan tomarse fotos conmigo. Me siento súper famosa. Lo único es que no he visto a Sesshomaru venir. Cuando tengo material suficiente me tomo un descanso y mi estómago se remueve al ver a Sesshomaru entrar y de su mano lleva a Kagura. La misma que me llamó puta. Ella le dice algo que hace reír a Sesshomaru. No me gusta como ella lo mira, no me gusta como su mano se desliza por el pecho de Sesshomaru y no me gusta definitivamente que vaya vestida de forma linda. Muerdo mis labios y me acero a la mesa de aperitivos a tomar una fresa que deslizo entre mis labios para calmar las ganas de destrozar la hermosa cara de Kagura. —Qué bonito, tu amorcito viene de la mano con otra Rin—dice Hiten con una sonrisa estúpida en el rostro—eso demuestra cuanto le interesas—suspiro cansada de Hiten. —¿Quieres dejarme en paz?—le pregunto molesta. Miro una vez más en la dirección donde se encuentra Sesshomaru. El vestido morado se ajusta perfectamente a cada curva de Kagura y su cabello va lacio. Como que ya odio haber lisiado mi pelo. Ella se aleja de él. —Eso es lo que te espera con el Rin, que te engañe—ruedo los ojos y tomo una fresa para comerla. Le doy el frente. —Si me engaña es mi jodido problema, es mi vida—le digo bruscamente. —Espero que no llores cuando todo eso no funcione—me avisa y se aleja. Miro el lugar por donde se fue. —Joder—mi piel se eriza al sentir ese tono de voz en mi oído—mierda, te vez impresionante Rin—me doy la vuelta y no niego que por dentro soy un charco al ver a Sesshomaru. Es como si cada vez fuera más guapo. —Tú te vez bien y estabas con Kagura—maldigo cuando las palabras dejan mis labios. —Ella venía sola y sabes lo que significa en este mundo, le hice solo la compañía para entrar—me dice con tranquilidad—le vez jodidamente caliente—dice mirándome de pies a cabeza—mierda quiero besarte ¿puedo?—pregunta con los ojos oscuros. —¿Desde cuándo me pides permiso?—pregunto con una ceja enarcada. —Desde que estás trabajando—me acerco a él y dejo que mis labios encajen con los de él. Mierda, amo besar a este hombre. Una de sus manos sujeta mi cintura y la otra se mantiene en mi espalda. Mis manos suben a su pecho mientras dejo que me coma la boca. Él es tan buen besador. Olvido donde estoy mientras me dejo besar por Sesshomaru. —Tenemos que escuchar el discurso—le digo a Sesshomaru al separarme de sus labios. —Mierda, eso significa alejarme de ti, vamos a saltarnos el discurso y vamos a otro lugar donde te pueda besar con tranquilidad—le sonrío. —Vamos—camino con él o bueno, él me guía mientras me río. Es como si fuéramos dos amantes que no tienen mucho tiempo juntos. Llegamos a la parte trasera y me maravillo, la vista es preciosa. —Es preciosa la vista—murmuro a Sesshomaru. —Y caliente—lo miro confusa y él mantiene su mirada en mi—muy caliente también—le doy una sonrisa. —Gracias—él me besa y me dejo besar porque me encantan los besos de este hombre. Sencillamente son los mejores besos que he probado. No sé cómo termino con las piernas enredadas a su cintura mientras me besa de una manera que el poco pudor que me queda se marcha y no me importaría que lo hiciéramos aquí. Nada me importa más que sentir a Sesshomaru. —Tenemos que volver Rin—dice bajándome. —¿Por qué?—hago un puchero y el besa mi frente. —Ya se dará el baile anual—anuncia—y quiero bailar contigo—nos hace caminar. —Necesito un baño, mi labial no es el mismo—él me da una sonrisa y yo limpio un poco de labial de la comisura. —Vamos—me lleva a un baño donde arreglo mi labial. Al estar lista salgo y escuchamos como anuncian el baile anual. Una canción suave suena y Sesshomaru camina a la pista conmigo. Es divertido bailar con Sesshomaru porque él me hace girar más veces de la necesaria y con mi ayuda nos burlamos de las personas que bailan mal. Es divertido que él tengas más que decir, es una chismosa total. Me comenta lo que pasó con Inuyasha y Kagome y me doy cuenta de que Sesshomaru confía en mí. Soy periodista, este podría ser un gran escándalo, sin embargo, él me lo confía porque sabe que yo jamás expondría lo que él me cuenta. —¿Dónde se maquilló esa chica? Parece que tuvo un besuqueo fuerte con la harina—me dice haciendo que me ría con fuerza. Tanto que tengo que morder mis labios para no llamar la atención. —Ten piedad de mi Sesshomaru—susurro aceptando que él me da la vuelta. —Mira a ese, se come con los ojos a la mujer del hombre frente a él. Pobre, debe ser un cornudo—niego divertida. —¿Harás una historia de cada persona?—pregunto sin dejar de moverme. —Mira el chico junto a la mesa de aperitivos—miro donde señala y hay un chico de algunos veinte años—seguro discutió con su novia porque no tienen sexo. Pero en realidad solo está asustando porque es virgen y no sabe cómo resolver en la cama—niego bastante divertida—¡Oh! Mira a la gemela del payaso que trabajó en mi cumpleaños a los nueve años, él trabajó muy bien. Veo que su hermana sigue los pasos de él—entonces no aguanto, río y algunas personas me miran. —Estás loco—roza sus labios con los míos. —Loco por ti—lame mi labio y un cosquilleo me recorre. —Eso fue cursi—anuncio y él ríe. Un grito hace que todos nos detengamos. Un chico besa a Inuyasha luego hay mucho alboroto y gritos. Sesshomaru me agarra y luego más gritos y golpes. Inuyasha toma a Kagome en su espalda y se marchan. —Mierda, lo siento Rin, tengo que ir. Mis padres no son homofóbicos, pero harán un drama de la confianza y toda esa mierda. Voy a mandar a alguien que te recoja para llevarte a casa—me da un beso—alguien tiene que calmar a mis padres—asiento viendo cómo se aleja. Ya tendremos oportunidad de tener más tiempo Sesshomaru. Un chico se acerca. —Cuando quiera irse yo la escoltare señorita—muerdo mis labios. —Vámonos, ya no tengo ganas de estar aquí—él asiente y ambos caminamos a la salida.
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