7: "Desobediencia"

3198 Words
—Así que... tú, ¿ahora eres gay?— Jungkook se mostraba muy curioso, y Yoongi solo quería plantarle su puño en una de sus mejillas. —¿Cómo fue qué sucedió?— No podía detener su interrogación por mas que Yoongi se mostrará enfadado. —¿Qué se siente estar con un hombre? Me refiero... en la cama, uh... ¿cómo se siente tocar a otro hombre tan íntimamente? — Claramente el chico era alguien sin filtros, y día de estos por aquella razón el chico Jeon aparecería arrollado o en la orilla de algun mar, teniendo como sospechosos principales de su muerte a sus amigos mas cercanos o a sus familiares. Suficiente, esa última pregunta había sido suficiente para la paciencia de Min —Hani— Nombró Yoongi haciéndole señas para que se lo llevara o de otra forma terminaría mal, algo así como él golpeándolo. La chica rió un poco antes de alejar a Jungkook del pálido, pero antes le dio aviso que su novio estaba acercándose. Jimin ingresaba al comedor junto a Seokjin, ambos se mantenían conversando en risas y sonrisas. Pues Jin le relataba cómo tuvo que luchar contra un cliente para que dejara el bar. Park solo podía admirar al chico a su lado pues era valiente y rudo. Y él también desearía serlo. —Te lo digo, ese movimiento es perfecto para paralizar a cualquiera. Mira, si el idiota de Yoongi intenta algo, tú deb- Jimin negó interrumpiéndolo —Él no intentara nada, créeme, Yoongi solo me trata como su mucama personal. Él ayer me hizo limpiar su habitación— Infló sus mejillas y resopló al recordarlo —No es malo, solo es un poco mimado— Seokjin quiso reír, quiso reír tan alto y dejar a todos sordos por lo escuchado, pero se ahorró su estruendosa risa para comentar sarcástico:—Claro, Min Yoongi es todo un mimado— Vaya a saber quien pueda creerse eso, a excepción de Jimin, él solo era muy bueno. —Hazme caso Jiminnie, ese bastardo puede estar planeando hacerte algo— Seokjin frunció su cejas —Hoy iremos a mi casa, te enseñare algunos movimientos de pelea— Asintió conforme a su gran idea —Así podrás defenderte por ti mismo— —Hyung... yo no sirvo para esas cosas agresivas, y muy bien lo demuestro. Estoy todo flácido y ablandadito— Se abrazó a su suave abdomen. Aun así Jin hizo oídos sordos, se lo llevaría a arrastras hacia su casa si era necesario, y ahí lo entrenaría. Sería algo así como: Entrenamiento contra idiotas, título dicho y hecho por Seokjin. Y bien, Jimin le dijo adiós a los postres que tenía pensado comer al ir a casa. —Mira Jiminnie, tu idiota "novio"— Articuló con sus dedos las comillas —Está de nuevo en nuestra mesa, y también sus tontos amigos— Gruñó. Jimin sonrió un poco —Por supuesto Hyung, ahora como es mi "novio" él debe de estar a mi lado siempre— —Robara de tu almuerzo de nuevo— Le advirtió y Jimin sonrió aun más mostrándole su bandeja, diciéndole:—Por esa razón pedí doble ración de postre— Inteligente ¿verdad?. Seokjin apretó uno de sus puños —¿Cómo puede existir una persona tan bondadosa e ingenua?— Murmuró siendo escuchado. —¡Hyung!— —¿Qué?— Jin se hizo el inocente desviado su mirada, Jimin entrecerró sus ojos para luego restarle importancia a lo escuchado al ya estar frente a la mesa, mesa que ahora se encontraba siendo ocupada, pero mantenía dos asientos libres. Ambos tomaron asiento ante la atenta mirada de los amigos de Min. —¿Qué haces?— Gruñó Yoongi por lo bajo, y Jimin se mostró confuso. —¿Me siento?— Respondió todavía confundido y también por lo bajo. —¿No crees que estás muy cerca?—. Si estaba demasiado cerca, tan cerca que sus piernas se rozaban. Jimin solo pudo responderle:—Pero se supone que somos novios, y tenemos que estar de esta manera o sino pensaran que algo está ocurriendo, y seremos descubiertos— su sonrisa se mostró decaída y Min bufó alejándolo unos centímetros. El menor no hizo nada, no quería hacer enfadar a Yoongi, aunque este ya se mostraba enojado desde antes... No, él solo se veía así todos los días. El almuerzo transcurrió con un Jimin mandando lejos sus pensamientos, pues de apoco se iba acercando al pálido y Yoongi simplemente lo evitaba; Por otro lado Namjoon no dejaba de fulminar con la mirada a Seokjin y Jin le devolvía la misma mirada matadora. Y por último, Hani y Jungkook conversaban entre ellos quien sabe de qué o quién. Al terminar el agradable momento de la comida, Yoongi le dejó en claro a Jimin que lo quería en su casa a las 3 de la tarde, también dejó en claro que fuera puntual. Y Jimin no pudo negarse ya que el pálido a paso rápido abandonó la escuela. Por esa razón ahora el castaño se encontraba dándole explicaciones a su mejor amigo, él no podría ir a su casa hoy. —No, nosotros hicimos planes antes, así que ese tonto tendrá que comprender— Le hizo saber a brazos cruzados. —Pero Hyung... Tengo que obedecerlo, ese es nuestro trato— Seokjin se mostró horrorizado —¿Te das cuenta de tus palabras, Jiminnie? ¿Obedecerlo? No, tú no harás lo que ese tonto te ordene por mas que te esté "ayudando"— —Pe-peerooo....— Una mirada se alzó, fue la de la maestra al ver como dos de sus alumnos no prestaban atención a su importante explicación —Por favor cuéntele a la clase la importante conversación que estaban teniendo, Park y Kim— Habló ella dejando nuevamente el fibrón sobre la barra del pizarrón blanco. —Realmente no es nada importante maestra, lo sentimos— Seokjin se disculpó mintiendo pues el realmente no creía que lo que hablaba con su amigo no fuese importante. La mujer solo se limitó a asentir luego de un pesado suspiro, y prosiguió con su explicación. Y Jin terminó dejándole en claro a Jimin que ellos irían a su casa y que se olvidase de Yoongi por hoy; Jimin no pudo negarse nuevamente. . . Yoongi en cama pensó que el enano de Jimin cargaba con grandes agallas al no haberlo obedecido. Solo habían pasado un día y medio y el niño ya estaba incumpliendo con el acuerdo, cosa que Min no dejaría pasar. Se atrevió a faltar a su palabra. —¡Yoongi! ¿¡No te dije que limpiaras las figuras de cerámica!?— Le gritó su madre desde el otro lado de la puerta. Min intentó moverse pero su vago cuerpo no se lo permitió, no tenía las fuerzas necesarias para realizar aquella acción; No había sido buena idea esperar por el enano en la misma posición en su cama —Cuando los cerdos vuelen madre, cuando lo cerdos vuelen— Y cerró sus ojos con el fin de tomar una no tan corta siesta reconfortante, quería dejar su enfado de lado, dejar de pensar en el enano y en su desobediencia. Lastima, al parecer Yoongi no iba a poder descansar esa tarde ya que de la habitación de al lado se escuchaba la ruidosa e histórica canción de los Guns -Welcome To The Jungle-. Yoongi no sabía cómo es que su hermano había podido dar con aquel casete que se había encargado de guardar muy bien, tal vez ocultarlo debajo de toda su ropa en el piso había sido un pésimo escondite... Solo maldijo atrayendo su almohada por encima de su cabeza, cubriendo sus oídos con esta. Y como los Guns resonaban ruidosamente y Yoongi al ser el único -que al parecer se encontraba cuerdo en toda la casa- abandonó su habitación para ir y terminar con el ruido que su hermano causaba. ¿Cómo es que su madre y padre no le decían nada? Pues bien había sido su culpa, ambos mayores le inculcaron aquel amor por la música Rockera, por el Rock Metal. Pero... —¡Baek, ya apaga la maldita música!— Gritó el Sr. Min dándole golpes a la puerta de su hijo, Yoongi solo miro extrañado y llegó a una conclusión. Yoongi abrió sus ojos y miró serio la hora en el reloj de mesa, apenas y había podido dormir media hora. Había sido un sueño, suspiró molesto y es que hasta en sueños soñaba con su actual realidad; Él soportando la música de su hermano. —Increíble...— Gruño vistiéndose con el fin de salir, porque si bien recordaba el enano de nombre Jimin el cual era ahora su "novio", se encontraba a solo diez cuadras de su casa. Así que... ¿por qué no?. Ya vestido con lo primero que encontró esparcido en el piso dejó su habitación para luego también dejar de estar en su casa, dirigiéndose a cierta casa de a 10 cuadras de distancia. No fue mucho lo que tardo, a lo sumo unos 29 minutos, pues él caminaba lento ya que no había apuro si tan solo eran las 5 de la tarde. Supuso que ahí estaría el niño. Y no, Jimin no encontraba en casa pero los que si estaban eran los padres de este, viéndolo de manera escaneadora, o al menos así lo pensó y vio Min. Y en cierta forma así era, pues los mayores mantenían su mirada seria viéndolo de pies a cabeza un sin fin de veces, no estaba de mas decir que era un tanto mucho molesto y ofensiva su forma de actuar. —Supongo que...— Yoongi frunció aún mas su ceño —Que me ire, o podría esperarlo en su habitación— Sonrió ladino por la reacción causada al tomarse el atrevimiento de proponer aquello. Y como los mayores que quedaron de pie sin decir nada, Yoongi tomó el silencio como un si. —Bien— Se encogió de hombros y pasó entre ambos mayores. —Jovencito, que son esos modales— le llamó la atención la madre de Jimin. Y para cuando la mujer habló Min ya estaba ingresando por la puerta blanca dando certeramente con la habitación del menor. Y mostró sonrisa al ver que también había acertado con sus antiguas palabras; que Jimin no le había jugado una ridícula broma. En efecto, el niño tenía su cama invadida por enormes osos y otros animales de peluches. Min no perdió el tiempo y fotografío todo lo que sus ojos captaron; Los peluches, los pijamas, las cortinas... etc. Solo las usaría para burlarse del menor, sería como un pago a su desobediencia. Y así como invadió la casa y habitación ajena, ¿por qué no meterse a su cama también?, fue lo que pasó. Fueron unos cortos minutos, segundos, lo que tardo en estar sin zapatillas en la cama de Park. El ruido no existía, los molestos gritos de su madre tampoco y mucho menos la estruendosa música metalera de su hermano. Todo era silencioso y agradable, y le gustaba. ... —Vamos Jiminnie, los brazos mas arriba y mantén tus puños firmes— Le daba instrucciones Seokjin al menor ya exhausto —Si quieres comer ese postre relleno de crema y chocolate con mermelada y jalea de frutilla, acompañados por bombones puramente rellenos de crema de maní, entonces tendrás que darme un golpe certero ¿entendido?— ¿¡Acaso ese postre no estaba siendo un tanto mucho tentador!? Si, y Jimin babeaba por lo escuchado. —¡Hyuuuunng!— Lloriqueo Jimin sintiéndose mareado por todo el ejercicio físico que su amigo le había casi -no tan casi- forzado a realizar. ¡Pero! Aclaremos que Jimin estaba siendo muy exagerado, porque tan solo había estado ejercitándose por 10 minutos; O bueno, Jin había estado intentando por 10 minutos hacer que Jimin tuviera una buena sincronización en los brazos... lo cual aun no lograba. —Solo un golpe Jiminnie, solo un puñ- Sus palabras quedaron en su boca, lugar donde recibió un muy buen y certero golpe del pequeño, un acolchonado golpe del puño de Jimin, porque si, no tenían guantes de boxeo, por lo menos no Jimin pues aquellos guantes que eran de Jin le quedaban un tanto grandes. —¡Jin!— Chilló Jimin horrorizado yendo a su auxilio —¡Lo-lo- lo siento Hyung!— Pero en vez de que Jin se mostrará furioso y dolorido, él sonreía por el golpe recibido y logrado, diciéndole: —¡Bien hecho, Jiminnie! Ahora quiero que repitas aquel movimiento—. Jimin hizo piquito con sus labios al sentirse confundido —No te preocupes, no me dolió nada— Y es que como él entrenaba ya muchas veces había recibido golpes y muchos más dolorosos que el de ahora, digamos que se necesitaba de mucha más fuerza en un golpe para que pueda sentir dolor y no una simple palmadita en su mejilla. —Eres increíble Jin-hyung...— Halagó realmente el menor. —Dale las gracias a mis entrenamientos de boxeo, y a Jaebum por supuesto— Sonrió orgulloso Seokjin chocando sus puños, los cuales si eran cubiertos por guantes de box rojos. —Sigamos Jiminnie, estas yendo por buen camino, no hay que desperdiciarlo—. Jimin solo infló sus mejillas y refunfuño volviendo a enderezar sus puños al aire a la altura de su rostro, así como Jin le había enseñado. —¿Cuánto tiempo seguiremos haciendo esto?— Dio un golpe al aire, —Tengo hambre— Dio otro golpe al aire, —Yoongi debe de estar furioso, y es tu culpa Jin— Y nuevamente Seokjin esquivo el golpe de Jimin —Estoy cansadoooo— Lloriqueo. Seokjin rodó sus ojos divertido —Cuantas quejas Jiminnie— Aun así no detuvo el entrenamiento, es mas, le siguió alentando por otros 10 minutos mas a que le diera un buen golpe en el rostro o abdomen. Cuando la música de fondo, el cual era el de la película de Rocky III -Eyes of the tiger-, se dejó de escuchar Jimin dejó caer su cuerpo al piso alfombrado y no controló su respiración, simplemente respiraba de manera moribunda y dificultosa. Si Seokjin no supiera de lo exagerado que podía ser el menor entonces se hubiera asustado y llamado a la ambulancia, solo le dijo:—Iré por esa porción de pastel que te prometí— Y solo aquellas palabras bastaron para que Jimin dejará de estar como muerto en vida en el piso y se repusiera automáticamente, enderezándose. —¡Yup!— Jin dejó su habitación y Jimin fue tras su celular el cual ahora se podía escuchar gracias a que la música había sido apagada. Y para la sorpresa de Park, era su madre la que llamaba, raro pues ella no solía hacerlo al saber que estaría con Seokjin. O paso algo realmente grave o su número fue marcado por equivocación. —¿Mamá?— -Hijo, hay un delincuente que dice ser tu amigo en tu habitación. Dime quien es Min Yoongi- Jimin apretó sus dientes e hipo entrando en pánico, y el hecho de que su madre esté así de preocupada no le importaba, le importaba el que Yoongi este en su habitación haciendo haya saber que cosa. Además... ¡Él verá su muy infantil habitación!. Rayos, nunca debió dejar a Jin adornara su cuarto, aunque recien ahora se estaba arrepintiendo. —M-mamá, él-él... si es mi amigo— Tragó saliva al escuchar una exclamación de molestia al otro lado de la línea —No te dejes llevar por las apariencias mamá, él, él es— Mordió su labio, odiaba mentir —Él no es un delincuente— Y puede que tal vez no esté mintiendo ya que ni él lo sabía. De echo, no sabia mucho de Yoongi y eso estaba mal ¿verdad?. Se supone que ahora son novios. -Jimin, ¿sigues ahí?- —S-si, si mamá, uh.. iré enseguida!— Y colgó en el preciso momento en que Seokjin ingresaba con la porción de torta prometida. —¡Tengo que irme Jin!— Con apuro tomo sus cosas y se resbaló en su camino hacia la salida, claro Seokjin rió y Jimin bajo la velocidad de sus movimientos. —Dime qué ocurrió— Pidió Jin envolviendo el pastel para que Jimin pudiera llevárselo. —Yoongi se apareció en mi casa y mamá dice que está encerrado en mi habitación esperándome— Jin no supo qué expresión poner pero puede que se vea sorprendido —¿Qué hizo qué?— Exclamó. ¿No era eso muy inmaduro por parte de Min Yoongi?... —Demo irme— Lloriqueo en apuro Jimin —¡Ugh!— Ahora estaba enojado, ¿Por qué Yoongi fue a invadir su casa sin decir nada? ¿Actuó así por qué no había ido a su casa? ¿¡Tan infantil es!? —Usare lo que me enseñaste hoy en él— Le dijo a Jin. Y Jin tomó una decisión —¡Papá, iré a la casa de Jimin!— Avisó. Porque vamos, él único golpeado sería Jimin si es que trata de hacerle algo al chico pálido. Jimin se opuso pues sabía muy bien que si esos dos se cruzaban causaron un gran alboroto, y él quería arreglar las cosas por las buenas, hablando y tal vez dando golpes fallidos al aire. Y por mas que Jin quiso ir, de hecho ya estaba listo para acompañarlo, su celular vibro y era su jefe quien llamaba. En medio de una discusión de Jin con su jefe, Jimin se despidió al tomar el postre. En transporte su viaje hubiera durado unos 25 minutos por las vueltas que daba el colectivo, pero como opto por correr hacia su casa su recorrido fue de tan solo de unos 9 a 10 minutos. Agitado ingreso la llave a la puerta encontrándose a sus padres de brazos cruzados, se les notaba molestamente sorprendidos. —Jimin, dime, ¿eres parte de una pandilla?— Indagó su madre a ceja alzada, —Porque si es así jovencito— Continuó ahora su padre —Créeme que nos mudaremos... otra vez— Finalizó. —Nada de eso... solo es un nuevo amigo, y solo es un poco atrevido, pero en el fondo— -"Muy en el fondo, atrás de todo"- pensó —Es una persona de alma gentil, y es todo lo contrario a lo que su ruda apariencia muestra— Sonrió rígido, rezando para que sus padres crean en sus mentirosas palabras. La mujer mayor entrecerró sus ojos sin todavía dejar de lado sus brazos cruzados y su desconfianza —¿Es eso verdad? o...— Parece pensar sus próximas palabras, y suspiró —Me gustaba más Chanyeol— Jimin abrió su boca mostrándose dolido —¡Él me engaño!— Dejó ver su labio inferior. —Uh... que poca delicadeza— Susurró el hombre a su esposa, ella sonrió apenada dejando el asunto de lado y mandó a su hijo a su habitación con su "amigo". —Y recuerda Jiminnie, cochinadas en esta casa no, ¿entendido?— Advirtió su madre apuntándole con su índice. Jimin solo gruño, ronroneo, por lo bajo molesto; Sus padres podían ser irritantes de vez en cuando. Ya estando frente a la puerta de su habitación quiso girar la perilla pero esta simplemente se encontraba rígida y sin mostrar señales de querer dar la vuelta entera. ¿Realmente estaba encerrado ahí dentro?, no evitó el preguntarse. —Uh.. ¿Yoongi?— Llamó —¿Me dejarías pasar a mi habitación?— Su expresión era todo un dilema, nunca creyó estar pidiendo permiso para ingresar a su habitación. Lo bueno fue que la puerta se abrió y lo malo fue que se vio un Min Yoongi con poca ropa y cabellos revueltos ¿Él estaba durmiendo?. Yoongi lo dejo pasar y rascando su pálido abdomen volvió a la cama —Son muy ruidosos— Gruñó envolviéndose en la acolchonada sábana blanca con diseños florales, se trataban de girasoles. —¿Se volvió a dormir?— Preguntó al aire y obtuvo una respuesta al escuchar unos leves ronquidos. De ahí en adelante Jimin no supo qué hacer solo pudo pensar que Yoongi era como esa niña del cuento, la cual no recordaba el nombre, esa niña que invadía la casa de los tres osos. Suspiró y sin nada que hacer sacó el pastel de su mochila y lo fue a dejar en la heladera, todas sus ganas de devorar se habían ido. Bien, tal vez no había sido muy buena idea el que eligiera a Yoongi como su novio de mentira, pero quien iba a decir que aquel pálido de apariencia ruda y envidiable se comportara de esa manera tal peculiar; Tan inmaduro y mimado. —Supongo que se quedara a dormir...— dijo en tonos bajos —¿Y a dónde dormiré yo?—... Y observó el piso de madera con melancolía y nada de cariño.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD