Un Novio de Mentira 《Yoonmin》

15: "Extraño"

Esa noche Yoongi cayó dormido en la cama de Jimin, claro esta vez el menor durmió a su lado ya que nadie se lo negó ni lo mandó a dormir nuevamente al suelo. Y había que destacar que no hubieron problemas durante la noche, pues como bien se sabe, Jimin era todo un gusano retorciéndose en sueños pero bien, Min era el compañero perfecto al solo permanecer profundamente dormido. Él no sintió nada, ni siquiera cuando el castaño manoteo su rostro o dio un que otro golpe en sueños.

Uno de ellos despertó, estiró sus brazos y adormilado se dirigió a la nevera de la cocina, rebuscando alimento —Mamá, se terminó la leche de soja— balbuceó. Hizo una mueca cansada, porque lo estaba, realmente tenía los ojos entrecerrados a nada de cerrarse por completo. —Al menos hay cereal— Claramente estaba hambriento.

Unas pisadas y una maldición:—¡Diablos!— El padre de Jimin sostuvo su mano en su pecho, tratando de tranquilizar su ritmo cardíaco por el susto —Casi me matas del susto niño— Exclamó ya con respiración normal.

Yoongi se giró, y divisó una figura ¿su padre? ¿qué hacía despierto un sábado por la mañana? Se supone que él siempre dormía hasta el mediodía al no tener que ir al trabajo. —Ruidoso— Gruñó tomando asiento en la solitaria mesa del comedor. Pero dejó de ser solitaria cuando vio a su padre tomar asiento del otro lado de la mesa, frente suyo.

—A mi no me engañas, Min— Empezó hablar —Se como son los chicos como tu— Sonrió y le dio un buen sorbo a su taza de jugo de kiwi.

Yoongi frunció un poco el ceño y asintió a lo que sea que esté diciéndole su padre —Uhm...—

—Se que solo actúas de manera ruda para que todos te teman y no se metan contigo, sabes, yo hacía lo mismo...ah, que viejos tiempos— El se mostró soñador, recordando un poco el pasado. Había sido todo un chico malo, de esos que traían chaqueta de cuero falso, cabello con gel y unas gafas oscuras. ¡Qué juventud!. —No nos vayamos del tema- Rió solo —A lo que iba, en realidad estás tan enamorado de mi hijo que ya no puedes separarte del él. Eres todo un romantico empalagoso, lo se todo—

Yoongi parpadeo un par de veces.. ¿qué acababa de escuchar? —Uh?.. ¿lo sabes... todo?— Tal vez despertó un poquito, tarde pero lo hizo, solo un poco.

—Exacto, lo se todo. Pero Min, no te preocupes, no se lo diré a nadie—

Uh... Ellos habían sido descubiertos. Yoongi no supo dónde mirar, seguramente ahora su padre ahora pensaba que era un ridículo y se burlaría de él. ¿Linda relación padre e hijo, verdad?. Pero para su suerte él hombre agregó:—Sé que amas mucho a mi hijo, pero te ocultas en esa capa de rudeza— Aquello lo confundio, ¿Eso era lo que sabía?...

—¿Espera qué?— Y despertó, al fin. Y pudo verlo, pudo ver que no estaba "hablando" con su padre, sino que se trataba del padre de Jimin y este se retiraba saliendo de la casa.

Yoongi se quedó quieto en su lugar, tratando de recordar la conversación. Perfecto. Él quedó como el bobo enamorada de un niño aún más inmaduro que él. De repente se sintió cansado nuevamente, el sueño volvió a él y sus ojos pesaron una vez más. Un suspiro escapó de sus labios y adormilado se llevó la taza de jugo de kiwi a la boca, solo para darse cuenta que le había agregado copos de cereal. Se encogió de hombro y siguió bebiendo/comiendo.

En la habitación blanca del segundo piso un niño no tan alto, nada alto, se removía con seguridad y comodidad en su cama. Una sonrisita se coló en sus labios al estar en un mundo en sueños, vaya a saber con qué estaría soñando; Pero el sueño se vio interrumpido, un espacio vacío y frío pudo palpar su mano y su pierna derecha. Sus ojos se abrieron lentamente y soltó algo así como un ronroneo. ¿Yoongi? ¿lo buscaba a él?, —¿Yoongi?— Si, lo buscaba a él.

Con ojos entrecerrados y un puchero leve dejo la cama solo para ocupar el cuarto de baño, tal vez algo de agua fría en su rostro lo despertase. No funciono, nunca funcionaba. Dejó la habitación y detuvo sus pasos hacia la cocina al verlo en el comedor... él, ¿él estaba dormido en la mesa del comedor?. Pregunta innecesaria pues fácilmente se podía ver que así era, Min estaba con la cabeza apoyada en su brazo sobre la mesa.

—Es todo un dormilón, eh?— Escuchó decir de su madre, dio un brinquito en su sitio al aparecerse de la nada. Ella rió y dijo:—Ve a despertarlo, desayunen...— Vió por un momento a Yoongi —Desayuna y luego vayan a hacer las compras— Dicho eso último beso la frente de su hijo y se despidió.

Jimin giró su cuerpo y volvió a verlo, Yoongi lucía como un gran gato perezoso luego de haber comido, se veía cómodo y muy dormido. Así que a pasos lentos y silenciosos se acercó a su lado y tomó asiento. Ya no había sueño en él, así que estaba muy consciente de sus actos.

—Su cabello está todo revuelto— Comentó por lo bajo tentándose a arreglarlos, pero en vez de hacer aquello él simplemente le dio un toque a la mejilla pálida con su índice, sonrió al ver que el pelinegro arrugó apenas su nariz. Otro toque juguetón y Min ya no hizo ningún gesto. Totalmente dormido.

El menor siguió picando divertido la mejilla contraria, hasta que unos minutos más pasaron y los ojos se abrieron. Jimin helo sus movimientos, su índice ahuecando la mejilla y su boca dejó de mostrar sonrisa, pero luego una curva se posó. Una sonrisa nerviosa.

—¿Qué haces?— Yoongi pregunto siento totalmente malo, él estaba riendo por dentro.

—Nada— Rápidamente retiró su dedo de la mejilla contraria y sonrió aun más, puro nervios y vergüenza.

—Que extraño eres, Park— Le dijó mientras enderezaba su cuerpo y se estiraba como todo un gato glotón —Tengo hambre— Gruñó y miró a Jimin —Hazme de desayunar—

El niño no refunfuñó ni nada, él también tenía hambre y no le molestaba preparar algo para ambos —¿Panqueques esponjosos?— Le propuso.

—No suena mal— Pero pronto entro en sí —Espera, tu no sabes cocinar—

Jimin asintió, él no sabía cocinar, él sabía quemar cocinas; ¡Pero!:—Los panqueques es lo único que no quemo—

—Bien entonces— Yoongi le creyó, de todas formas no era la cocina de su madre la que se quemaría si algo fallaba.

Un par de minutos pasaron, Yoongi nunca se movió de la silla y solo se dedicó a ver cocinar al niño de cabellos revueltos y buzo enorme. Jimin tarareaba algo mientras daba vuelta los panqueques, y Yoongi no supo qué canción era y tampoco le importaba mucho, lo que importaba era no perder de vista del menor pues cualquier cosa podría ocurrir, así como hacer explotar la cocina o alguna otra tragedia ilógica. Yoongi solo no podía apartar la mirada.

—Este es tuyo, y este es mío— Dejo ambos platos frente a ellos.

—Lucen bien—

Jimin negó —Lucen deliciosos, y lo están— Quería presumir, era lo único que podía cocinar de manera deliciosa, así que presumiría hasta el cansancio de ellos.

—Probar para creer— ¿No era ver para creer?, le daba igual y Jimin rió por lo bajo.

Y como se suponía que iba a pasar, pasó. Jimin sonrió en grande cuando Yoongi dejó el plato limpio y lo empujo un poquito al escucharle decir:—No estuvieron mal— de manera poco emocionada. Claramente le habían gustado.

—Mamá nos pidió que fuéramos hacer las compras— Informó jugando con sus dedos evitando mirar a Yoongi, de hecho estaba dándole la espalda ya que ahora se encontraban en la habitación y Min cambiaba su pijama por la ropa que traía puesta ayer.

Yoongi dejó de observar la normal pijama que el enano le había ofrecido y prestado la noche anterior, vaya.. nunca pensó que aquel niño tuviera un conjunto gris y bastante normal a como lucían las demás. En sonrisa ladina se giró y dijo:—Nada de eso— "Estoy quedando demasiado bien con ellos", pensó y prosiguió:—Llevaremos mi motocicleta al taller para que cubran el desastre que ocasionó mi padre— Estaba siendo exagerado, pues solo era un raspón en la pintura roja, nada que otros ojos vieran a detalle, pero para sus ojos ese raspon era demasiado visible. —Vamos, Park—

—Per-

—No te preocupes, tal vez hagamos las compras luego— No sonó nada convincente, de hecho él no cumpliría con ello.

—¿Tal vez?, no, podemos ir ahora y luego-

—No, vamos Park— Interrumpió nuevamente y tomó al niño de la mano, llevándoselo consigo. A él se le estaba haciendo costumbre ser acompañado por Jimin a todas partes.

Jimin trató, trató tanto de soltarse que se canso de hacerlo a las cinco cuadras, ahora solo restaban otras cinco y él estaba refunfuñando mostrando sus mejillas infladas y todavía siendo capturado por la mano de Yoongi.

—Podría pasar cualquier cosa, todavía sigo pensando que deberíamos ir ahora hacer las compras...— Dijo, pero sabía que Yoongi no lo escucharía, esa sonrisa en su rostro se lo decía todo.

—¿Y qué podría pasar?—

—Uhm.. ¿una invasión zombie?—

Yoongi rió antes de responderle, —Claro, eso es lo primero y más lógico que podría pasar— Se detuvo, ya estaban en casa —Espérame— Él tenía que ir al garaje y sacar la motocicleta.

Cinco minutos después y Min esperaba a que el enano tomara valor y subiera. Como siempre, Jimin se enterró al pecho plano y lo abrazó con fuerza y firmeza. La motocicleta arrancó ruidosamente causando el cerrar de ojos del menor y la sonrisa ladina del paliducho.

Y fue en pleno viaje que un celular sonó, Jimin abrió los ojos al escuchar la tan conocida melodía que se escuchaba. Yoongi frunció el ceño preguntándole:—¿No tenías otro tono de llamada?—

Jimin asintió —Lo cambio todos los días— Respondió tratando de alcanzar su celular y cuando lo tuvo en manos este dejó de sonar y un mensaje llegó. Frunció sus labios.

—¿Quién es el idiota que llama?—

Jimin elevó la cabeza y murmuró —Es Chanyeol.. Seokjin le dio mi número—

Adiós sonrisa. —Tu amigo me agradaba— Soltó sin pensar y rápidamente habló:—¿Y bien? ¿Qué quiere?—

El niño se aferró y soltó su labio de sus dientes, —Él quiere saber si puede ir a mi casa, y tal vez después ir al cine...—

Min dejó salir un bufido, de repente una repentina apocalipsis zombie no le resultaba tan ilógico que ocurriese. Podría ocurrir perfectamente ahora. —Ignóralo—

El celular volvió a sonar y la motocicleta se detuvo de golpe, ellos habían llegado al taller mecánico. Ahora Jimin se debatía en atender o no, podía atender y rechazar a Chanyeol o podía simplemente ignorarlo, pero lo segundo no le agradaba mucho. Yoongi actuó de buena manera y le ayudó apagando el aparato que ahora estaba siendo insoportable.

—Asunto arreglado— Le devolvió el celular al dueño. Jimin no hizo nada para volver a encenderlo.

No pasó mucho y vieron a un chico acercándoseles, lucia ser alguien agradable. —¿Por qué estas acá de nuevo, Yoongi?— Preguntó mientras se ocupaba de limpiar sus manos manchadas de grasa de motor. —No haré otro arreglo gratis para ti— Si, que agradable era.

—Vamos Jinyoung, mi motocicleta necesita otra capa de pintura— insistió.

—¿De nuevo?— Exclamó sin mostrar sonrisa aun. Porqué Min Yoongi era un aprovechado.

—Culpa al inmaduro de mi padre—

—No puede ser, ¿en serio?— El chico al fin se mostró agradable al reír junto a Yoongi, para luego echarle un vistazo a la otra pequeña presencia —¿Y esté es?—

Ahora mismo Jimin se sentía totalmente intimidado por la mirada de ese chico y los otros hombres del taller y Yoongi no le ayudaba para nada. Así que solo miró con ojos de cachorro hacia el pálido.

—Es mi novio— Respondió al fin Yoongi todavía mirándolo.

—Novio, eh?. Namjoon mencionó algo así— Hablaba mientras le echaba un vistazo a la pintura de la motocicleta de Yoongi —También me habló de su pelea, él sigue furioso—. Min solo se encogió de hombros, —Habla con él— Frunció el ceño al no poder dar con el daño en la pintura, siguió revisando.

—Ya no es importante, si vuelvo a hablar con Namjoon será porque él pidió perdón primero. Y se que no ocurrirá, así que...— Volvió a encogerse de hombros, ya importándole poco el asunto con Kim. Pero en el fondo seguía inseguro y dolido.

Jinyoung no dijo más, enderezó su cuerpo y caminó junto a Yoongi, echándole una mirada detallada y divertida al chico pequeño —¿Él sabe que luce como esa rata de esa película?—

Yoongi rió como si hubiera escuchado el mejor chiste del mundo —No te preocupes, se lo recuerdo muy seguido— Respondió en risas. Y Jimin supo que estaban hablando de él así que les echó una mirada peligrosa, él estaba totalmente equivocado si pensaba mostrarse amenazador. Vaya ternura.

—Ahora, Yoongi, lárgate del taller de mi padre—

—Jinyoung, olvídate de Baek— No hay que malinterpretar, Yoongi solía ofrecer a su hermano como ayuda en el taller cuando estos la necesitan, además a Baekhyun no le desagradaba la idea de ser ayudante en aquel lugar, él extrañamente iba con una sonrisa dibujada.

Pero bien, mientras Yoongi chantajeaba a Jinyoung para que le de otra capa de pintura gratis a su motocicleta, Jimin se perdió aburrido entre los vehículos del taller; Y bien, no era un gran fanático de lo automovilístico así que no les regalaba una segunda mirada.

—Así que eres novio de Yoongi—. Jimin detuvo sus pasos y giró su cuerpo, se encontró con un chico al parecer tenía su misma edad y lucía serio; era como si lo odiara y ni siquiera se conocían. —No se como lo hiciste, pero no durará— Se apoyó en el capó de un vehículo celeste y cruzó sus brazos mirando sin humor. Jimin no tuvo tiempo para responderle.

—¿Park?— Yoongi lo llamó.

Jimin despertó y no tardó en preguntar:—¿Nos vamos ya?— Apegándose al lado de Yoongi y evitando mirar a ese niño loco que no le agrado ni un poco.

—¡Yoongi!— El niño loco chilló y saltó al frente de él —Te tardaste mucho en venir— ¿Estaba siendo dulce?.

Jimin ya no tenía humor, era extraño, su pecho no se sintió bien y él tampoco. Varias emociones malas y desagradables se estaba colando en su interior confundiéndolo rápidamente. —Yoongi.. vámonos— susurró nada contento. No le agradaba nada, no le agradaba ese niño que ahora sonreía espléndido ante su "novio". No era nada lindo de ver y Yoongi parecía no notarlo.

—Yoongi, si quieres puedo cubrir ese feo raspón— se ofreció el niño loco.

—SeungKwan, solo eres un aprendiz y todavía eres malo en todo, además, Youngjae ya se está ocupando— Jinyoung había hablado.

El aprendiz cruzó sus brazos pero más allá de sentirse ofendido o enfadado, él solo sonrió sin sentirse afectado, después de todo era cierto. —Oh, vamos. No lo hago tan mal— Bromeó.

—No, solo tienes dos brazos izquierdos— Yoongi no evitar decir, totalmente bromeando pero con la verdad —Mañana vendré por la motocicleta, nos v-

—¿Por qué no se quedan?— Interrumpió con su pregunta Seungkwan —Estábamos por apostar— Señalo con un movimiento de cabeza hacía el televisor maltratado sobre un escritorio metálico. La programación mostraba un partido de baloncesto. Yoongi pareció dudarlo. —Vamos Yoongi, estos chicos apostaron al equipo perdedor— alentó.

Jimin solo quería escuchar un no salir de la boca de Yoongi, él quería irse y no ver al tal Seungkwan y sus ojos brillos, tampoco quería seguir escuchando su chillona voz y.. Uh, Jimin se dio cuenta del rumbo de sus pensamientos, estaba siendo malo y él nunca era así de malo. Pero no podía evitarlo. Su pecho volvió a doler. Era muy extraño.

—En esta ocasión diré que no—

Park respiró nuevamente y Seungkwan entrecerró sus ojos apuntando con su índice a Yoongi —Está bien, pero en estos días iré a tu casa a molestarte— Sentenció sonriéndole, siento todo un niño malcriado.

Y aquellas palabras terminaron por molestar a Jimin, ¿ese niño iría a la casa de Yoongi? ¿por qué razón? ¿por qué siquiera había dicho eso?. Ugh, ya lo odiaba.

Yoongi empezó a caminar y Jimin lo hizo también al estar tomado de la mano del mayor, este noto el silencio del enano al estar ya en la parada del colectivo. Lo observó desde arriba tratando de sacar alguna conclusión para el silencio, pero por supuesto no dio con nada.

—Estas muy callado— Comentó ya sin mirarlo. Jimin negó, pero sin decir nada. —Lo estas, ¿es por lo de las compras?— Tal vez había exagerado con eso de no ir de compras, el pensamiento pasó por su cabeza.

—Si...—

—Mientes, además... estás haciendo puchero—. Jimin negó en puchero y Yoongi sonrió. —Vamos, ¿qué ocurre?, no has dicho nada desde que salimos del taller— Suspiró al ver que Park seguiría sin decir más de dos letras.

Fue un buen momento cuando el transporte hizo aparición, Yoongi no tuvo que guiar a Jimin, este por más que se mostrara algo ido sabia lo que ocurría a su alrededor. El viaje no fue tan largo, un par de minutos y ya estaban caminando hacia la puerta de la casa. En este caso se trataba de la casa de Yoongi.

Jimin se dejó caer en la cama de su "novio" e hizo lo que había querido hacer desde que ese chico soltó esas molestas palabras; Pataleo y se desquitó con lo primero que tenía al lado, con la almohada de Min. Totalmente infantil. Se detuvo al escuchar una puerta abrirse, ese era Yoongi saliendo del cuarto de baño.

—Te vi— Le hizo saber, estaba a nada de reír. —¿Por qué te desquitas con mi almohada? ¿qué te hizo?— Caminó hacia su armario, buscando detenidamente y esperando por una respuesta.

Jimin se rindió, y se explicó al fin:—El niño loco.. digo, ¿Seungkwan?, él...— jugó con sus dedos todavía teniendo su vista fija en el techo blanco.

Yoongi bufó —¿Estas así por él?, no lo escuches, a ese niño le encanta bromear y sobretodo molestar a las personas y es amigo de mi hermano— ¿Amigo de Baek? eso explica todo... ¿no?.

Y algo en el interior de Jimin se relajó, era como si un peso se hubiera aligerado de golpe.. ¿así que solo el chico estaba molestándolo? —Él me odia— Tomó asiento en la cama y miró a Min —Él me miraba con esos ojos y-

Una risa se escucho, y Yoongi se giró con ropa en manos —Es solo un mocoso que actúa de manera rebelde, prácticamente es el clon de Baek—

Jimin abrió la boca, pero luego la cerró, pero volvió a abrirla —¿Así que no me odia?— Preguntó un poquito más feliz.

—No, él te odia— Rió —Toma esto— Le dejó sobre la cabeza un gran buzo pero esta vez era de dos colores, gris y rojo, totalmente deportivo. Jimin miró confundido y Min explicó:—Kwan dejó su palma en tu ropa, eso es grasa de motor— le mostró y el menor arrugó su nariz nada contento.

Ciertamente el chico aprendiz de nombre Seungkwan era todo un niño molesto, y bastante bromista. Además de ser uno de los mejores amigos de Baekhyun. Ellos dos juntos era como estar en el mismísimo averno.

Puchereando Jimin camino hacia el cuarto de baño, pero Yoongi lo detuvo al decirle —Mejor toma una ducha, pero usa el baño de mi hermano yo estaré ocupando este— Ambos, ninguno de los dos se libraron de la grasa de motor. Simplemente Jimin no supo cuando fue que el niño loco le echo esa cosa en su cabello y bien, Yoongi se esperaba algo así.

Sin quejas Jimin camino hacia el cuarto ajeno, ocupándolo rápidamente y queriendo terminar con su ducha pronto. Toparse con el clon del diablo ya había sido lo suficientemente malo, por ello quería evitar al verdadero. Pero ya sabes, a veces la buena suerte no estaba de tu lado, y él lo abandonó en estos momentos.

Baekhyun ingreso a su habitación, dejo caer su maltratada mochila al piso y con cuidado dejo su guitarra eléctrica colgada en la pared. Un suspiro amargo salió de su boca para luego desvestirse a ceño fruncido; Hoy había sido un ensayo realmente malo, el baterista falto y el bajista simplemente estaba mas ocupado en su celular que en tocar. En fin, el único realmente preocupado en la banda era él. Lanzo la remera fuera de su alcance y se deshizo de sus botas negras, quedando únicamente en jeans, duro poco así puesto que en menos de tres segundos él ya estaba en bóxer.

Jimin dejo salir un hipido ahogado, rayos.. había sido ruidoso en vez de salir de manera discreta por la puerta. Baekhyun se tenso y en cámara lenta se giro... otra vez él. Otra vez el niño de Yoongi sabia de otro de sus secretos. Porque si, Jimin pudo ver ese pequeño tatuaje en las caderas del chico rockero.

Un suspiro cansado y enfadado —Me estoy cansando de amenazarte— Baek se le acerco —Pero.. comentas a alguien de este tatuaje— Señalo —Y me ocupare de enterrarte bajo tierra, nueve metros si es necesario— Jimin asintió comprendiendo completamente y Baek no tuvo el tiempo para reclamarle el que hacia en su habitación pues el menor salió corriendo fuera. —Increíble— ¡Ese niño lo estaba volviendo loco! —¡Y ese idiota también!— Grito al aire refiriéndose a su amor secreto.

...

Una vez ellos limpios Yoongi pareció pensarlo mejor, él ni nadie morirían si ellos iba a hacer las compras. Así que supuso también que no era la gran cosa, entonces ahí lo tienen. Yoongi serio por fuera, pero sonriendo por dentro. Jimin con ojos bien abiertos y tentándose a tomar comida que no estaba en la lista echa.

—Se que te mueres por esas golosinas— Yoongi le dijo siendo como el diablo en su hombro, —Pero no debes, no está en la lista— ahora estaba del otro lado. Jimin puchereó. —Solo toma uno y ya, Park— Malo.

Yoongi interrumpió su risa al poder escuchar una conversación tonta de dos mujeres mayores, decían algo así como:-Desearía que mis hijos se llevasen igual que ellos, son tan tiernos- Ugh, puso los ojos en blanco y decidió ignorarlas, ellas claramente no sabían de que hablaban. ¿Él tierno? Puff, bobadas.

—Yoongi, es nuestro turno de pagar—Jimin lo devolvió al mundo. Irónico...

Aunque fue Jimin el único que pagó pues eran sus compras, y como había supuesto Yoongi, nadie murió o algo parecido. Solo se estaba preocupando de mas, él no sería mejor persona al acompañar a su "novio" a hacer las compras. Dejaron el lugar y se pusieron en marcha de vuelta a casa, ahora era la casa de los Park.

Y ni bien Jimin abrió la puerta una voz conocida lo sobresaltó. —¿Por qué no atendías mis llamadas?— Seokjin estaba de brazos cruzados totalmente indignado ante la manera en que su amigo lo había ignorado durante casi toda la tarde. Él no estaba solo, ya que no fue el único ignorado. Chanyeol estaba ahí también e hizo aparición.

—¿Chanyeol? ¿Qué..-

Jimin fue interrumpido. Seokjin se tomó las molestias de explicar —Lo deje entrar porque estaba preocupado— Había algo de pena en su expresión —Pero no nos vayamos de tema ¿por qué no atendías?— No necesito respuestas al dar sus ojos con otra presencia, Yoongi con mala cara se les acercó pues él había ido a dejar un par de bolsas a la cocina. —Ya veo... ¿una cita?—

Jimin negó despacio y le mostró la única bolsa que cargaba —Fuimos hacer las compras...—

—Oh..— Chanyeol exclamó nada contento, sosteniéndole la mirada a Yoongi. Y el único en no sentir la tensión era Jimin. Seokjin rodó los ojos y dejó de estar de brazos cruzados.

—Jiminnie, acompáñame— Jin se lo llevó hacía la cocina, dejando a esos dos solos o bueno, los mantendría bajo su vigilancia.

Chanyeol fue el primero en hablar diciendo:—No te pongas a la defensiva, Min. No tengo pensado sacarte del camino y quedarme con Jiminnie— Sonrió falsamente, siendo mentiroso.

—No te das cuenta ¿verdad?—. Chanyeol alzó una ceja. Yoongi siguió hablando, —Él ya no esta enamorado de ti, has lo que quieras, Jimin no volverá contigo por más que te haya perdonado. Pero algo ten seguro fideo, terminare golpeándote— Sonrió ladino mirándolo con ojos fieros. Él realmente no tenía control de sus palabras.

—¿Yoongi? ¿Chanyeol?— Jimin los llamo, estos le dieron su atención —Uhm...— Por alguna razón no estaba feliz por la presencia de su ex, solo quería echarlo de su casa pero no quería ser rudo. ¿Qué estaba ocurriéndole? Todo ese plan que se armó estaba yendo estupendamente, de hecho Chanyeol se había mostrado realmente arrepentido ante su estupidez, pero ahora, era como si ya no le importara, como si ya no quisiera a Chanyeol de vuelta. Se sentía extraño. —Ehm...—

—Lo que Jiminnie quiere decir es, ¿jugamos todos videojuegos?— Seokjin sonrió al ver todas esas expresiones. No iba a negar que se estaba divirtiendo, pero él quería lograr algo. —Vamos, lo deje todo preparado en el living— Se llevó consigo a Jimin y los otros dos de mala gana se acercaron. —¿Por qué no van ustedes primero?— Ofreció a Chanyeol y a Jimin. Yoongi gruñó por lo bajo.

—Bien, como en los viejos tiempos ¿verdad, Jiminnie?— Le sonrió cálido.

Jimin lo miró un momento, tratando de buscar algo de sentimiento pasado, sus ojos de cachorro se mostraron, él no dio con nada. ¿Qué estaba pasando? —Siempre me dejabas ganar— Dijo en voz baja, ahora pensando en otra persona, Yoongi no le dejaba ganar muy seguido, de hecho él se lo tomaba muy en serio y ganaba casi siempre. Jimin mostró una sonrisa. Oh...

—Jiminnie, el juego empezó—

El pequeño asintió, pero cuando se dio cuenta él ya había perdido al no estar atento y no es que le esté echando la culpa a un aburrido Yoongi, pero él pálido era muy ruidoso con sus bostezos. Jimin frunció sus labios y se reprocho el concentrarse más en Yoongi que el juego que estaban jugando.

—Tan malo como siempre, Park— Yoongi burló, totalmente cómodo en el sillón. Un gato flojo, pensó y comparó nuevamente Jimin.

—Pero yo te gane la ultima vez— Le mostró su lengua y Yoongi negó, diciendo:—Fue la única vez que ganaste—. El menor no pudo contraatacar.

—Tu turno Yoongi— Seokjin les interrumpió. Mientras Chanyeol no se perdió de nada.

—Paso— Estaba desinteresado.

—¿Temes perder, Yoongi?— Chanyeol lo provocó y lastimosamente para él Yoongi se puso de pie y tomó el mando.

No pasó mucho y ellos realmente estaba siendo energéticos con un simple juego de carreras.

—Jin... deberias de detenerlos, no quiero que mamá encuentre su televisor destruido— Jimin le dijo en creciente pánico, el mayor solo negó y trató de calmarlo —Pero Hyung...—

—Jiminnie, ¿a tí te sigue gustando Chanyeol?— Soltó tan de la nada Seokjin que Jimin quedó mudo y helo sus movimientos ¿qué había sido eso? —Uh?— Jin esperaba.

El castaño dirigió nuevamente su mirada a los dos chicos que echaban chispas con los mandos, se concentró en Chanyeol y termino sintiendo lo mismo que antes; Nada. Esta vez dirigió sus ojos a Yoongi... no supo interpretar el movimiento en su pecho. —Yo...-

—Perdedor— Yoongi soltó dejando caer el mando en el sillón individual —Y aburrido, Park, diles adiós y vamos a casa— Él no tenia ningún problema con la casa de los Park, ni con la habitación del enano, solo... solo se sentía más cómodo en la suya. Se perdió escaleras arriba, como si fuera dueño.

El niño miró cauteloso a su amigo y a su ex, y les sonrió con pena. Totalmente los estaba echando. Seokjin comprendió, Chanyeol se

obligó a comprender. Ambos caminaron hacia la salida pero a diferencia de Chanyeol, Seokjin salió con sonrisa en boca.

—Realmente, tú y yo necesitamos hablar— Seokjin acarició sus cabellos y salió de la casa.

Jimin solo asintió sin comprender del todo. Que extraño.