19: "Un novio de verdad"

3048 Words
Jimin terminó de escribir y el mensaje fue enviado, él no solo podía quedarse en los cómodos brazos de Yoongi sin decírselo a nadie, además Kim Seokjin había estado de molesto con sus mensajes insistentes pidiendo por alguna información; Y bien, Park ahora simplemente quería decírselo a todo el mundo, cantar o gritar que él era la persona más feliz del mundo. Un suspiro escapó de sus labios y volvió a observar el adormilado rostro de su novio —Novios..— Sonaba todavía tan irreal, era maravilloso lo que se lograba con tan solo hablar del problema o de los sentimientos, confesar el amor que había dentro de ellos y terminar con los malos entendidos. El mundo sería un lugar mejor si hubiera una buena y sincera conversación de por medio. Mordiéndose el labio se acercó con cautela, viendo por el rabillo de sus ojos el reloj de mesa y este todavía marcaba las 7:21hs, perfecto, aun podían quedarse otros cinco minutos más en cama, acurrucados y calentitos. Jimin le robo un beso, fue solo una unión de labios de menos de un segundo pero sintió tanto, y sus mejillas lo demostraron. ¡Vaya vergüenza! ¿Así sería siempre? ¿Sería así de vergonzoso besar a Min Yoongi? ¿Siempre sufrirá pequeños paros cardiacos? ¿Se podía morir de amor? Uh.. Jimin estaba en problemas, pero de alguna forma no le importaba, se sentía demasiado bien sentir aquellas emociones explosivas. Y fue repentino el rumbo de sus pensamientos, detuvo todo movimiento al darse cuenta de cierta cosa; En el pasado, cuando estaba con Chanyeol, su corazón si latía de manera errónea y apresurada, pero había una gran diferencia con respecto al grado de su amor, por supuesto había querido muchísimo a Yeol, dios, había hecho una locura para tenerlo de vuelta, pero... no se comparaba a cómo se sentía ahora. Simplemente se trataba de otro nivel, su amor era desbordante; Amaba cada actitud de Yoongi, su lado enfadoso, el burlón, el deportista, el maleducado, el atrevido, el dormilón, el tierno... en fin, todo. Tal vez sea eso, no conocía del todo a Chanyeol ¿Puede ser?. Jimin no quiso pensarlo más, porque por mas que no conociera enteramente a Chanyeol aquello no era motivo para lo que le hizo, pero aclarando nuevamente, aquello era asunto del pasado. Chanyeol había sido perdonado y ellos definitivamente solo serian buenos amigos. —¿Estás pensando en él?— Min a veces podía ser algun tipo de brujo, él simplemente leía mentes, a Jimin lo sorprendió y Yoongi pudo confirmar sus sospechas, negó y sonrió cansado, apegando al niño a su cuerpo; Él no había adivinado de la nada, él por supuesto no leía mente, solo leyó la expresión que Jimin había estado mostrando, se miraba decaído. —Es pasado, supéralo— Tan sutil. —Ya lo hice— Sus ojos brillaron y sus mejillas se sonrojaron mucho más, recordando como ayer por la noche Yoongi había besado sus labios tomándose totalmente su tiempo. Quería repetirlo y se lo dijo con la mirada. Yoongi no leyó nada, solo hizo lo que moría por hacer. Sus labios y sus actos fueron sutiles, probando para luego a****r, pero lo de a****r aquí no encajaría, pues no quería solo ser agresivo, se volvería tomar su tiempo. Lento, sentido, cálido y dulce, las cuatro cosas que necesitaria siempre de los labios de Jimin. La puerta se escuchó, adiós cinco minutos más.. —Mamá, ahora.. no, largo— Yoongi habló sin querer alejarse de los labios contrarios. La puerta volvió a escucharse, y Min soltó un bufido alejándose ahora si —¡Tsk!— Chasqueó la lengua. Un fugaz beso y movió su cuerpo de la cama hacia la puerta, y claro, su madre se encontraba de pie a brazos cruzados. —Min, harás que lleguen tarde— Miró por encima del hombro de su hijo —Buenos días Jiminnie, apresúrate o el desayuno se enfriará—. Su actitud.. fácilmente Yoongi la comparó con el exorcista, en un segundo estaba enfada y en otro ella era una santa. —Apresúrate, Min— —Si mamá, buenos días también— Y Yoongi refunfuño al recibir el cariño de su madre, pues ella ahora en sonrisa despeinaba sus cabellos —Suficiente, suficiente— La alejó y ella volvió a repetir que se apresuraron mientras se alejaba. Jimin había observado con ojos de cachorro, la escena le había parecido muy tierna. —Park, no soy tierno— Le aclaró antes de que el niño se hiciera ideas tontas y erróneas. Jimin inflo sus mejillas —¡Ji-Min! ¡No, Park!— Su nariz fruncida le hizo reír a Yoongi y con respecto a su corrección, él por supuesto le seguiría molestado, le gustaba hacerlo. —Jimin, Jimin, Jimin, Jimin— Repitió el pequeño atando sus cordones. Yoongi rió aún más. —Bien, como sea— Dejo de estar en el cuarto de baño y peinado su cabellos lo miro —Jimin, apresúrate— —Si...— ¿Désde cuando el piso era tan suave al pisar? ¿Estaba volando?. —No, mejor te seguiré llamando Park— Su amplia sonrisa mostró su entera dentadura, él estaba sonriendo y riendo demasiado desde que Jimin estaba a su lado. —¡Yoongi!— Jimin chilló. En risas, de parte de Min, y en tiernos enojos por parte de Jimin, ellos se dirigieron al comedor, donde todo mundo ya se encontraba desayunando con apuro, pues era un día de semana y los mayores se encontraban apresurados gracias al trabajo y Baekhyun, él... ¿Por qué tenía prisa si había sido expulsado?. —¿Cuál es el apuro hermanito? Te expulsaron si bien recuerdo, ¿y qué fue lo que hiciste exactamente?— Sirvió de su jugo de manzana, esperando por la respuesta de Baek. —Mamá, Yoongi me esta molestando— Solo no estaba de humor para nadie. La mujer frunció su ceño —No, no lo está y apresúrate— le respondió ella y Yoongi pidió de manera silenciosa una explicación. Su padre fue el que hablo:—Debe de darle una disculpas al chico que golpeó y estará solamente suspendido por tres días o una semana— —¿Golpeo a alguien? Que idiota— Yoongi burló. Bueno, él en su lugar lo hubiera esperado a esa persona en la salida y lo habría golpeado sin testigos mayores a su alrededor. —Yoongi..— Su madre le advirtió, pero al pálido no le importo y miró divertido a su hermano menor. —¡No fue mi culpa! El me provoco— Baek se excusó como típicamente se solía hacer. —¿Y qué fue lo que hizo exactamente?— El Sr. Min elevo una ceja, esperando pacientemente. Baekhyun se puso de pie y de manera apresurada, dijo:—Ya es tarde, debo ir y disculparme con el imbécil— Lo único que se sabía era que Baek había golpeado a un tal Hansol tras haber discutido con él, y ninguno de ellos querían dar detalles. —Yoongi, ve con él y asegúrate de que se disculpe— Su madre le dijo. Yoongi se puso de pie y tomó a Jimin de la mano, ambos yéndose detrás del menor y despidiéndose de los mayores. Jimin sabía que el hermano menor de Yoongi era todo un chico malo, pero vaya, no pensó que lo fuera tanto. Le daba miedo, pero al mismo tiempo le enternecía como era. Park estaba confundido con respecto a Baekhyun. —Calmado tonto, ¿y bien? ¿qué ocurre?— Yoongi le hizo ir más despacio y se ubicó a su lado, claro Jimin estaba de curioso al lado de Yoongi mientras aun sostenía su mano. Baek se encogió de hombros, ellos como hermanos solían ser en ocasiones muy sinceros con el otro, pero habían temas íntimos que eran eso, demasiados íntimos y vergonzosos para andar comentándose a la ligera; Así que si, él no diría nada a nadie, no en esta ocasión, no con respecto a lo sucedido. —No hablare— Yoongi se encogió de hombros también, su hermano ya estaba bastante grandecito así que él podía arreglar sus problemas solo. Detuvo sus pasos al ver que ya estaban a nada de llegar a la escuela, —Hasta acá llegamos— Yoongi tenía otros planes, él por supuesto no acompañaría a su hermano hasta la dirección, aburrido, mejor perdería su tiempo -si se le podía llamar perder el tiempo- con Jimin en quien sabe donde. Jimin estuvo a nada de reclamar, pero bastó escucharle decir a su novio que se irían a algo así como una cita y sus labios se volvieron a juntar, callándose y sonriendo emocionado. Ellos se alejaron y dejaron a Baek seguir su camino. —No estoy llevándote por el mal camino—Yoongi habló aclarando —Solo sera por hoy, ¿bien?— Uno o dos días de no ir a clases no mataría a nadie y tampoco traerá consecuencias. Jimin asintió, la verdad sea dicha, la escuela pasó a segundo plano y siquiera le estaba importando, no ahora. ... Baek ya se encontraba pisando los pasillos de la escuela, pensándolo demasiado para su gusto, estaba a nada de dejar de caminar hacia la oficina del director y darse la vuelta. ¿Pedir disculpas, él? ¿Y a Hansol? Era de locos y él no lo estaba. Sus piernas dejaron de andar, estaba a tiempo de no disculparse así que si, se dio la vuelta diciéndose a si mismo qué bien sus padres podrían encontrarle otra escuela, vamos, no podía ser la única por la zona. Distraído con sus pensamientos, con excusas que luego se las diría a sus padres, chocó con algun idiota ciego. —Maldición, imbécil— No dudó en insultarlo ¿por qué lo haría de todos modos? —Al menos ayúdame— Con mirada afilada y fiera dio con el que logró hacerle perder el equilibrio, se trataba de un chico estúpidamente alto y flacucho —¿Y bien?— —¿Uh?— Esté bufó, mostrando el entrecejo fruncido —Ayúdate tu mismo, imbécil— Le dedicó el mismo insulto y lo dejó ahí, con el culo en el frío piso. Unas pisadas rápidas se escucharon —¡Ahí estas Baek, pensé que no te aparecerías!— El director, genial. El hombre esquivo al chico alto y se ubicó al frente de Baekhyun, ayudándolo —Vamos, Hansol ya está en mi oficina— Y se lo llevó consigo. Bien, mierda. Era seguro el que si Baekhyun volvía a dar con el imbécil que lo hizo tropezar iba a matarlo, o a vengarse mejor dicho. Pasando a otro no tan lejos panorama dentro de la escuela, estaba Chanyeol yendo sin ver por donde iba, chocando con quien quiera que se cruzase en su camino y a él le importaba nada logrando solo hacerle enfadar más, pues no encontraba con el mejor de los humores y aquello se le estaba haciendo notar, ya no era sutil, era algo que se podía ver a simple vista y eso no podía suceder. Se supone que él era el amable, el chico de las sonrisas amigables y el mejor de los alumnos y de los amigos; Él tenía todo a su favor siendo así, por ende no podía estar viéndose de esa enfadosa manera, pero por otro lado su mal genio le ganaba. —Estas en mi asiento— —¿Y me importa por qué..?— Chanyeol preguntó de forma tosca sin dirigirle la mirada a la persona que ahora mismo le hablaba. —Porque si no te mueves tendré que moverte yo mismo, y no te gustara— Rudo. Yeol se giró a verlo, confirmó de quien se trataba, el chico Seokjin tenía su carácter y era mejor no hacerle enojar, —Tranquilo, ¿simplemente no puedes sentarte en esa silla vacía?— Indicó con movimiento de cabeza. —¿No simplemente puedes hacerlo tú?—. Chanyeol no respondió, y Seokjin volvió a hablar —Ahora muévete— Uhg, al parecer todos el día de hoy se encontraban con los humores por los suelos, —¿Contento?— Ahora se encontraba del otro lado de la mesa y Jin ocupaba el que había sido su asiento, pues él solo había ido en busca de una servilleta —¿Seokjin, verdad?— Un poco de conversación innecesaria tal vez ayude con su mal humor. Seokjin levantó la mirada, lo miró aburrido y sin ánimos —Si y, no me hables— Directo, bien sabía él que Chanyeol era una persona sospechosa, además todavía había cierto odio por lo de su pequeño amigo Jimin. Ahora mismo sería un milagro si alguno de los dos entablara una correcta conversación, por lo tanto, no ocurrió. Se ignoraron mutuamente, Seokjin se ocupó de terminar una tarea pendiente, y Chanyeol perdió su tiempo con su celular. Bien, la idea ahora era hacer desaparecer el enojo de manera menos violenta y con calma. ...Fuera de las malas energías del instituto, se encontraban la reciente parejita dando una caminata sin rumbo fijo, cita improvisada ¿recuerdan?. Y hasta ahora no estaba yendo nada mal. Tener una cita improvisada podía salir bien o mal, en este caso para la sorpresa de Min, su cita planeada sin antelación estaba yendo de maravilla. Solo fue cuestión de pensar lo típico de una cita. —Vamos Park, encesta de una buena vez— Había sido idea suya el jugar un uno a uno en la no tan solitaria cancha de baloncesto. Min Yoongi no podía resistirse a aquel deporte y mucho menos si lo tenía tan a su alcance. —G-ganaste.. otra vez, uf— Le dijo Jimin sin aliento. Sus piernas cedieron y se dejó caer el suelo de manera algo tosca, sin lastimarse claro. —P-pero, quiero, quiero mi h-helado de.. todas formas...— Era increíble el que haya aceptado, pero no por haber quedado casi moribundo y con falta de aliento quería decir que la estaba pasado mal. Era divertido poder hacer algo que su novio amaba, además realmente hubiera querido ganarle. Imposible. Yoongi tomó asiento a la altura de su cabeza y se agacho para capturar los labios entreabiertos del pequeño —No te muevas, aunque parece que no puedes hacerlo de todos modos— rió un poco y dejó a su novio enrojecido de la vergüenza y por el ejercicio físico realizado. Helado de moras y coco.. por lo que ahora sabía a Jimin les gustaba de esos sabores, pero también sabía que Chanyeol lo sabía, así que.. ¿por qué no ser un poquito más infantil?. Jimin tomó asiento al ver a Yoongi acercarse con un cono de helado en mano, y uh... ¿qué sabores eran esos? —¿Frambuesa y..?— —Y limón— —Frambuesa y limón— Jimin repitió en tono interesante, pues lo era ya que no siempre debería de estar probando los mismos sabores, estaba bien cambiar de vez en cuando. Así que probó —¡Oh, delicioso!— Un lo siento por poco y se escapa de la boca de Yoongi, se había dejado llevar por sus celos inmaduros, pero se dijo asimismo que no se volvería a repetir... no, ¿verdad?. Claramente se repetiría un par de muchas veces, pero al menos se arrepentiría luego.. —Dame un poco— Se vió tentado, él no era fanático de lo dulce pero si era un ser humano así que tenía sabores preferidos, y eran esos dos, frambuesa y limón. Jimin quería concentrarse en terminar de comer el delicioso y refrescante helado, pero entre los brazos y labios de Yoongi su acción se veía seriamente interrumpida, no era como si se estuviera quejando ni nada, es solo que no quería desperdiciar el postre en mano, fue cuando quiso ver de reojo su helado que vio otra cosa. Ugh, el niño loco del taller mecánico estaba ingresando a la cacha. Le dijo adiós a su helado y toda su atención fueron a parar en Yoongi y sus labios tentadores. ¿Marcando terreno? Totalmente. Jimin alejándose solo un poquito, susurró:—Deberíamos irnos, estamos en medio de la cancha..— Rió avergonzado, seguramente varios jugadores querían patearlos lejos. Yoongi beso por ultima vez y se puso de pie para luego ayudar al pequeño. —¡Hey, Yoongi!— Seungkwan llamó al verlo. Jimin gruñó por lo bajo. —¡Yoongi!— Yoongi lo ignoro y Park, por muy malvado que suene, se alegró de ello. —Ese niño es como una ardilla con cafeína— —¿A dónde iremos ahora?— Jimin no quería escuchar nada sobre ese niño y mucho menos de la boca de su novio. Pero rápidamente se encogió en su lugar gracias a la culpa punzante, supuestamente él estaba siendo muy malo. Eran celos y aun no averiguaba el cómo controlarlo o evitarlo. A toda prisa se terminó de comer el cono del helado, refunfuñando totalmente. Yoongi rió a lo grande, su risa salió sonora y alegre —¿Debería de llamarte Teodoro?—. Jimin tardo un poco en comprender, era sorprendente el que Yoongi usase personajes de películas infantiles, —Culpa a mi hermano, él solo todavía no entiende como bajarle el volumen al televisor—. Baek todavía tenía un alma infantil, todo él lo era aún. Ahora Yoongi volvió a tomar la mano contraria, y no tardo nada en sentir como el agarre de la mano de Jimin presionaba perfectamente a la suya. ¿Qué hacer ahora? Nada, solo permanecer así de juntos, y así de cerca solo ellos dos. ... El tiempo había pasado muy rápido a su parecer, ellos dos ya se encontraban de camino a casa luego de haber tenido una cita un tanto movida y divertida. Ahora mismo Yoongi solo quería lanzarse a su cama junto a Jimin y quedarse ahí sin hacer nada, tal vez dormir y dormir.. y estar juntos y dormir. Bien, estaba agotado, necesitaba descansar su cuerpo y necesitaba de Jimin, ahora siempre lo necesitaría. —Me divertí mucho— Jimin confesó en tonos bajos, hundiendo su rostro contra la almohada —hiembecuamdoemtouncontifomolohamo— ¿Qué?. Yoongi apartó su rostro de la almohada y le pidió el repetir sus palabras —Siempre cuando estoy contigo lo hago—, y agregó:—Me gusta estar contigo Yoongi.. me gusta mucho— Min sonrió, capturando ambas mejillas de Jimin. Increíble como sus manos se ajustaban perfectamente en cualquier parte del cuerpo del niño, —¿Qué más?— —Me gustas— Mostró ojos de cachorro. Con dolor fingido, Yoongi preguntó molestando pero con anhelo de escuchar la respuesta:—¿Solo eso?— Jimin no estaba dudando, él tenía en claro sus sentimientos por lo tanto no hubo nada que pensar —Te - —Si, solo eso— Baek interrumpió —Ahora, ¿dónde escondió mamá los imanes de la heladera? Tengo hambre y no hay comida, y no pienso cocinar— Él no sabía cocinar de todos modos. El pálido sobre la cama giró de forma lenta su cabeza y miró de la peor manera a su hermano menor, estaba a nada de lanzarle algun objeto filoso a la cabeza o lanzarse él a golpearlo, —Mueve tu existencia lejos de mi vista y habitación— Amenazante totalmente, Baek bufó y dio un portazo. Jimin había sonreído por el comportamiento de los hermanos antes de caer rendido a su cansancio, ahora se encontraba totalmente cómodo durmiendo. Yoongi observó por unos segundos, definitivamente se vengaría de su torpe hermano menor, tal vez romper esa guitarra suya.. no, eso sería demasiado. Rodó sus ojos dejando de pensar, concentrándose nuevamente en el pequeño dormido. Demasiado irreal, ¿Cuándo había pasado de ser temido a amado? aunque, ¿Alguna vez el niño Park le temió? Si bien recuerda, él fue realmente molesto e insistente desde el principio, enfrentándolo sin importar que. Los recuerdos le robaron una sonrisa y calentaron nuevamente su corazón. —Jimin...— Susurró.
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