Matthew Pov: ¡Maldita sea! Me encuentro más cabreado que la mismísima mierda ¿La razón? Porque quiero arrancarle los malditos ojos a todo aquel que se atreve a mirar a MI Amber y debo decir que la mayoría de mis trabajadores dirigen hacia ella miradas deseosas y la miran por muy largo tiempo. Malditos imbéciles ¡Ella es mía! — ¡Wow! Este lugar es hermoso y enorme—dice mi Amber mirando a su alrededor sin darse cuenta de la atención que recibe y de mis incontrolables celos. Me es increíble ver como Amber con su mera presencia puede fascinar a aquellos que la miran; es como si tuviera un aura atrayente la cual es muy difícil ignorar para la población masculina. Incluyéndome. Yo estoy incluido en esa lista desde hace mucho tiempo. Hago una mueca, ante esa abrumadora verdad. Volviendo