—Por favor, Lionel —pidió su esposa—, explícame de qué se trata todo esto. Yo no entiendo nada. —¡Pero yo sí! Strathvegon ha hecho el ridículo persiguiendo a Hermione Wallington y provocando que todos hablen acerca de ella como si se tratara de una corista. La Marquesa levantó una mano. —¡Por favor, Lionel, delante de las chicas no! Ellas no deben saber nada acerca de esas mujeres. Lady Sarah no parecía alterada en lo más mínimo cuando preguntó: —Papá, ¿dices que la Duquesa me invita a Escocia? Me encantaría ver el Castillo Strathvegon. Dicen que es maravilloso. —¡No seas tonta! —le espetó su Padre—. Si te invita a Escocia es para que te Comprometas con el sinvergüenza de su hijo y lo salves de la ira del Conde de Wallington, que es amigo mío. El Marqués dio un puñetazo sobre la mesa