Abre los ojos lentamente, recorre el techo con la mirada hasta depositarla en la ventana por la que los rayos del sol entran con pereza; el reloj sobre la mesita de noche marca las seis de la mañana en punto, suspira y se incorpora. En pocos minutos debería partir al instituto y perderse allí entre clase y clase hasta poder regresar a la mansión Moneth con Adrien, no tiene la más mínima intención de hablarle al chico pero entiende que quizás él está tan sorprendido de su estadía allí como ella. Tal vez empezaron con el pie izquierdo, algo debe haber que ella puede hacer para que las pases entre ellos puedan llevarse a cabo.
Una pequeña y casi imperceptible brida le llega hasta los ojos haciendo que pestañee demás, eleva su vista encontrándose con Gya quién para sorpresa de la chica está v
