Camina lentamente por las calles enlodadas, el agua cae desde el cielo con abundancia haciendo que su ropa comience a pesarle, suspira tratando de cubrir su cuerpo con los brazos, el frío es molesto y se ha dado por vencida a la evidente situación; está completamente perdida.
El viento comienza a soplar fuerte, el frío se hace presente de inmediato y sus dientes chocan entre sí debido a la sensación; frente a ella un enorme árbol parece hacerle frente a la tormenta y en estos momentos se ha convertido en su mejor amigo, llegando hasta él y resguardándose debajo de su enorme y frondosa copa se dispone a esperar que todo acabe, que sea un mal sueño quizás o que alguien – por mera casualidad ya que duda que alguien la esté buscando– la halle en aquel perdido y recóndito camino.
Algunos son
