El lobby se había convertido en un ring de boxeo. Parecía que la función estaba a punto de empezar con los ojos puestos en Fernanda y el cuerpo de seguridad de la empresa. Todo por haber usado un vestido.
La chica no tenía planeado ceder ese documento y renunciar a los pagos que por ley le correspondían. Necesitaba el dinero para pagar la hipoteca de la casa de su madre y no podía renunciar tan fácilmente a ello ¿qué haría si se atrasa en los pagos bancarios? Sin duda terminarían en la calle u ofreciendo servicios de “compañía” por las noches en el peor de los casos. Era una mujer decente y tenía que valerse por su inteligencia. Aunque viendo a su alrededor no había sido tan inteligente haberse gritoneado con la gerente de recursos humanos.
— ¡Fernanda firma el documento y todo éste d
