Fernanda no podía creer lo que sus oídos habían captado en el aire. Yan Boyer, el “odioso” actor del momento, el soltero más cotizado de la década, estaba ahí parado frente a ella con una invitación clara a comer.
Su corazón no hizo más que brincar de la emoción en su pecho. Aunque su cerebro comenzaba a negar lo que estaba pasando en ese momento ¿Era una invitación como cita? ¿Cómo amigos? ¿Por qué un hombre como Yan Boyer la estaba invitando a salir? ¿Era una salida de negocios? Fernanda no sabía qué pensar.
La chica estaba en medio de un dilema. De esos dilemas en donde no sabes a quien seguir si a la razón o al corazón. De esos dilemas donde ella incluso no sabía quien era el diablo y quien el ángel. Solo estaba ahí, presente frente a ella.
— ¿Por qué la invitación tan repentina a
