"Oh dios mío, las llamas son incontrolables!"
"Que terrible tragedia en verdad, tan jóvenes, tan buenos chicos!"
La vecina de la bata morada parece ser la mas afectada con todo lo que esta pasando a solo unos cuantos departamentos de donde estamos.
El calor del fuego aún se siente.
La camioneta del forense hace su aparición para recoger lo que queda de los cuerpos calcinados de los jóvenes.
Uno a uno, los forenses uniformados y con cubrebocas descienden del vehículo que transporta a la muerte.
Se adentran a las ruinas negras.
Los escombros humean a pesar de que ya no hay fuego.
No tardan mucho en salir del incinerado inmueble transportando las bolsas negras semi abultadas.
Puedo ver que las vecinas se tapan la boca.
Algunos vecinos que han llegado después sollozan en silencio.
El ambiente afuera es tétricamente deprimente.
Como ya no hay nada que me interese, cierro mi ventana y me estiro feliz al saber que, por el momento, solo se escuche el ruido de personas murmurando afuera.
Las luces de las torretas se filtran por mi ventana.
Pero se que pronto habrá paz.
Paz, duradera paz para que pueda dormir tranquila.
Sonriendo me cepillo el cabello frente al espejo.
Mi buen animo se me escapa cuando observo con detenimiento mi ojeroso y desmejorado semblante.
No parece que tengo 30 años...
Más bien parece que tengo 40 entrados en los 50.
Como no quiero seguirme deprimiendo mirando mi simple y poco atractiva figura me recuesto en mi cama.
Me cercioro de que mi alarma esté a la hora correcta para después apagar la luz de mi minúscula y fría habitación.
Pero justo cuando ya estoy conciliado el sueño escucho entre sueños que alguien toca la puerta.
Decido ignorar el sonido pensando que tal vez se trata de alguien tocando la puerta del departamento de al lado.
Pero en vez de disminuir el sonido de los toquidos solamente aumentan de intensidad.
Enojada y somnolienta me levanto de mala gana de mi calientita cama.
Descalza me dirijo a abrir la puerta dispuesta a despellejar vivo a quien este detrás de ella.
Pero me detengo de ejecutar esa idea asesina porque un policía esta parado justo frente a mi puerta cuando la abro y grito con enfado.
"QUE?"
El policía me escanea con desprecio de arriba a abajo.
Intento disculparme, pero el joven policía es el primero en hablar.
"Señora, disculpe la interrupción a su descanso..."
"Pero es nuestro deber preguntarles a todos los vecinos de este complejo de departamentos acerca de la explosión ocurrida esta noche."
"Usted conocía a los jóvenes del departamento que ardió en llamas?"
"Sabía si tenían enemigos o alguien que quisiera hacerles daño?"
Bueno pues aquí esta la primera sospechosa parada frente a usted oficial.
Y era mi más ferviente deseo asesinarlos en el pasado, sin embargo, no pude llevar a cabo mi oscura fantasía.
"No, no los conozco y no los conocía."
"Debido a mi trabajo, la verdad no conozco a ninguno de mis vecinos."
Le explico al oficial.
Me abrazo con ambas manos mi cuerpo porque afuera se siente frío húmedo debido a que el fuego ya está extinto.
"De acuerdo señora, discúlpeme por haberla molestado a estas horas de la noche, pero es nuestro deber."
"Descanse."
Le cierro la puerta en su cara antes de que diga otra palabras más porque en verdad odio que me digan siempre "Señora."
No estoy casada y no tengo hijos!
Sin embargo todo el mundo me trata como si fuera una señora mayor de edad.
Bueno, no es que sea una jovencita tampoco, pero en verdad odio que me digan señora en el supermercado y en otros lados.
Ese pensamiento me deprime cuando me recuesto otra vez en mi cama.
Pienso que no he tenido novio ni amante en mucho, mucho tiempo.
De jovencita tampoco los tuve, siempre tuve pésima suerte en el amor.
O tal vez no había nadie que me apreciara lo suficiente para fijarse en mi.
Y eso mermaba mi autoestima.
Además, disminuía todavía más mi autoestima que no tuviera amigas en la preparatoria ni universidad.
Todo el mundo me tildaba de nerd y se alejaban de mi.
Con lágrimas en los ojos por estos pensamientos, miro al techo de mi departamento.
Las luces de las patrullas y la del camión de bomberos danzan de forma curiosa.
De pronto algo n***o pasa rápidamente encima de ellas.
"Eso fue raro."
Me digo a mi misma.
Me seco las lágrimas que habían caído por mis mejillas.
Vuelvo a fijar la mirada en el techo, pero esta vez puedo ver que algo n***o se desliza rápidamente por una pared de mi departamento.
Justo la que tiene la única ventana hacia la calle.
Me levanto algo intrigada para revisar la ventana y la pared, pero no hay nada.
Tal vez ya estoy viendo visiones por las lágrimas aunado a que tengo bastante sueño.
Decido que es suficiente de especulaciones recostándome en mi cama.
El sueño me invade por completo rápidamente.
Un sueño tan lucido y real se desarrolla en mi mente.
En el puedo ver claramente a una bella chica de cabello rojo bermellón, ojos verdes y esbelta figura que camina hacia mi con una confianza envidiable.
Cuando ella está justo a centímetros de llegar hasta mi puedo observar cierta similitud conmigo...
Aunque su tez es mas pálida y sonrosada de las mejillas que la mía y se ve absolutamente más joven que yo.
Como si fuera una versión mía joven, hermosa y escultural.
"Puedo hacer que lo que ves frente a ti sea real."
"Puedo hacer que todo lo que tanto sueñas en secreto..."
"Lo que tanto anhelas desesperadamente se vuelva realidad."
Una cavernosa y masculina voz se escucha por todos lados.
Por mas que intento buscar al poseedor de tal grave y sexi voz, no veo a nadie.
Solo estamos yo, mi hermosa y joven versión junto con esta oscuridad absoluta.
"Puedo darte fortuna, fama, viajes, placeres, belleza absoluta, reconocimiento..."
"Todo lo que se te ha negado en tu vida puede ser tuyo si aceptas el trato que te ofrezco."
La voz sigue hablando a la lejanía.
Debería de sentirme preocupada, pero como solo es un sueño, sigo la corriente del mismo.
"Pude notar tu soledad que se parece tanto a la mía..."
"También tu profunda tristeza y tu enorme dolor."
"Podemos acompañarnos y dejar de estar tan desesperadamente solos..."
La voz se quiebra un poco.
Más que una frase me parece una súplica.
"En que consiste el trato que me propones?"
Pregunto con curiosidad.
Ya que este es mi sueño y estoy inventando todo esto, quiero saber.
"Este trato que te propongo es ganar-ganar para los dos,ñ."
"Nadie pierde conmigo."
"Pero primero déjame mostrarte algo antes de que respondas si aceptas o no..."
Una débil luz por encima de mi cabeza nos ilumina y se va extendiendo por todo el lugar.
"No lo puedo creer!"
Exclamo cuando observo que estoy dentro de la amplia y lujosa sala estar de una mansión espectacular.
Los muebles, los pisos, las ventanas y las puertas me parecen sumamente refinadas y costosas!
Extiendo mis dedos para tocar el hermoso sillón de color café que está cerca mio....
Una luz afuera ilumina una enorme piscina que esta justo en el hermoso patio.
"Una piscina!"
Exclamo maravillada.
Me acerco a la ventana donde no solo se aprecia la piscina, sino también puedo ver una cancha de tenis, un inmenso y hermoso jardín bien cuidado.
En medio del jardín una fuente con la figura de una escultural mujer se aprecia en todo su esplendor.
En la parte más alejada se puede apreciar un kiosco que está decorado con enredaderas que tienen flores blancas.
Toda una hilera de hermosas rosas rojas florece a los costados.
Sin duda, esta es una mansión deslumbrante maravillosa!
La persona que vive en esta mansión debe de ser muy rica y afortunada.
Camino hacia la puerta para poder salir al patio, pues quiero oler las rosas de mi sueño y comprobar si tengo la imaginación suficiente para poder crear el olor de las rosas.
Antes de que lo logre, alguien a mis espaldas me llama.
"Joven Maestra si va a salir, permítame ofrecerle sus pantuflas y una frazada."
"Los jardineros recién regaron el césped y puede estar un poco fresco afuera."
"Por favor Joven Maestra, acéptelas antes de que salga y se resfrie."
El hombre de mediana edad se me acerca con una sonrisa afable en su rostro.
Me extiende ambas cosas que mencionó.
Me coloca las pantuflas en los pies diligentemente y la frazada en mis hombros.
"Gracias."
Susurro.
Salgo apenada para poder maravillarme con las vistas de afuera.
Mis ojos también pueden observar a dos todoterrenos rojos bermellón estacionados en el amplio garage abierto.
Junto a ellos hay una camioneta de lujo negra enorme del año.
"Espero que le guste su jardín Joven Maestra."
Me comenta satisfecho el hombre.
"Dígame, usted es mi mayordomo?"
Cuestiono al hombre.
"Es correcto Joven Maestra."
"Y me alegra trabajar para usted."
"Asi como también se alegra la chef, su chofer, el ama de llaves, su entrenador personal, los jardineros."
"Y las doncellas del staff del ama de llaves."
El tono de voz del mayordomo en verdad suena sincero.
"Todos estamos felices de poder servirla siempre."
Este sueño es el más hermoso que jamas tuve!
***By Liliana Situ***