CAPÍTULO TREINTA Y CINCO

1653 Words
DOMINIC   Me tardo un par de segundos en procesar las palabras de Zara, no puedo decir que estoy sorprendido porque haya pasado, sino porque se haya tardado tanto tiempo en pasar, desde que ese chico regresó y entró a trabajar para la compañía de su familia, supe que esto pasaría tarde o temprano.   No me molesta, pero tampoco es algo que me complace, sé cómo se siente Zara respecto a él, y puede que suene egoísta de mi parte, pero también tengo claro que esto significa que mi relación con ella probablemente vaya a terminar y eso representa un inconveniente para mí, pues tendré que volver a aguantar los rumores y a las mujeres fastidiosas, las cuales, en su mayoría, habían estado alejadas de mí desde que mi relación con Zara se hizo “oficial”.   Pero no se alejaban porque mi situación sentimental hubiese cambiado, sino por Zara, muchas de esas mujeres vieron en ella una competencia demasiado grande para siquiera atreverse a intentar algo, simplemente no veían posibilidades de que les fuera a prestar atención teniendo a alguien como Zara a mi lado, la gran mayoría de mujeres se sienten intimidadas por ella y es fácil deducir por qué, Zara es muy hermosa, es ligeramente más alta que el promedio y su cuerpo aunque es delgado tiene curvas, sin mencionar que su cabello n***o azabache, cejas espesas y pestañas largas y negras hacen un contraste perfecto con sus ojos verdes.   Y si el físico no las impresiona de entrada, seguramente su inteligencia lo hará, porque ella no sólo tiene la inteligencia que dan los libros, sino que es perspicaz, lógica, de pensamiento rápido y un léxico impresionante, si no estuviera tan decidida a llevar las riendas de la compañía de su familia, la hubiese convencido de que estudiara leyes, pues estoy seguro que sería una excelente abogada.   Así que básicamente Zara es la mujer que todo hombre querría, y aunque me atrae su físico y su intelecto, estoy completamente seguro de que no estoy enamorado de ella, nunca lo he estado y no sé si algún día llegue a pasar, ella tampoco lo está de mí, eso lo he tenido claro desde el principio y es una de las principales razones de por qué le propuse tener este tipo de relación, simplemente funciona en todos los niveles, excepto en el romántico, y eso es lo que lo hace aún mejor.   Desde que Zara aceptó tan fácilmente mi propuesta, sabía que había algo más detrás de todo ello, seguramente un hombre le había roto el corazón, y me sorprendió cuando ella me contó de forma desinteresada sobre Tom, y cómo fue ella quien terminó las cosas incluso antes de que empezaran, pero conociéndola como lo hago ahora, tiene perfecto sentido, y en su momento no me preocupó porque él estaba lejos, pero en el instante en que supe que había regresado, sabría que eso significaría problemas para ella y en consecuencia para mí.   Después de estos años que hemos estado en esta relación fuera de lo común, le he tomado mucho aprecio y ella se ha convertido en una de mis mejores amigas y confidentes, es fácil hablar con ella y sé que estará cuando la necesite, así como está haciendo justo ahora que me acompaño a otro país para apoyarme con lo de la enfermedad de mi madre, por eso ahora que ella me dice que se acostó con Tom, me tomo unos segundos para asimilarlo, pues sé que eso significa que lo nuestro, aunque no fuese del todo real, está llegando a su fin irremediablemente.   “¿Dominic?” ella me llama al ver que no respondo, su cara tiene una expresión de culpa y preocupación.   “Lo siento, me distraje por un momento,” le respondo.   “¿Escuchaste lo que te dije?” ella me pregunta con cautela.   “Si, lo escuché, ¿cuándo pasó eso?” le pregunto y ella aprieta los labios, en un gesto de incomodidad.   “Está bien, puedes contármelo, sabes que no estoy molesto, sólo quiero estar preparado por si surge algo,” le digo con un tono tranquilizador.   “La noche antes del viaje, pero usamos protección, no te preocupes por ello,” ella me responde.   “Sé que eres cuidadosa Zara, eso no es lo que me preocupa,” le digo.   “¿Entonces por qué pones esa cara?” ella me pregunta.   “Pues me preocupa que alguien más se pueda enterar, si esto sale a la luz te van a destruir en la prensa,” le respondo y ella frunce el ceño ligeramente.   “No creo que él vaya a decir nada, y ciertamente yo no lo haré, tú eres el único que lo sabe,” ella me dice.   “¿Estás segura que el chico no hablará? ¿Ni siquiera con un amigo o compañero de trabajo?” le insisto.   “Tom no haría eso,” ella responde con un tono firme, y aunque suena segura, no estoy convencido.   Desde que Zara y yo empezamos a dormir juntos de vez en cuando, yo me he acostado con otras chicas, pero desde que nuestra “relación” se hizo oficial para el público, no he vuelto a acostarme con nadie, no porque tema herirla, pues sé que a ella tampoco le importaría, sino porque temo que alguna de esas mujeres hable con la prensa, o le cuente a sus amigas y de alguna forma el rumor se expanda; por lo que es apenas lógico que lo primero en lo que piense cuando Zara me cuenta esto es que debo estar preparado con un plan de contingencia por si esto sale a la luz.   “Vale, si tú confías en él entonces me tranquilizaré, pero aún así no deberíamos confiarnos en que todo está seguro,” le digo y ella parece estar considerando algo muy profundamente.   “Él te pidió que volvieran a estar juntos, ¿no es así?” le pregunto adivinando la razón detrás de su preocupación.   “Para volver a estar juntos primero tendríamos que haber empezado y eso nunca pasó, pero sí, para responder a tu pregunta, él sí me pidió estar con él,” ella me responde.   “¿Y qué le dijiste?” le pregunto.   “Le dije que lo pensaría y cuando regresara del viaje le daría una respuesta,” ella me responde y ahora entiendo por qué ha estado tan callada y como ausente durante todo el viaje.   “¿Y ya tienes alguna idea de lo que le vas a responder?” le pregunto y ella sacude la cabeza mientras me mira con un poco de angustia.   “No tengo ni la más mínima idea de qué hacer,” ella confiesa.   “Eso no es cierto,” le respondo riéndome levemente, aunque la situación no sea graciosa en absoluto.   “¿Por qué dices eso?” ella me cuestiona.   “Zara, ambos sabemos qué es lo que quieres hacer, tú quieres estar con él, lo has querido siempre, es sólo que te da miedo y entiendo por qué, las relaciones ‘normales’ son demasiado complicadas y es por eso que la nuestra funciona tan bien, pero si realmente quieres estar con él y es el miedo lo que te detiene, entonces estás cometiendo un error del que te arrepentirás luego; pero si tus reparos a la relación consisten en algo más que tus propias inseguridades y se basan en algún defecto de él, entonces mejor no te compliques la vida con dramas innecesarios,” le digo y ella me mira con aprehensión mientras medita mis palabras.   “Es que no sé si pueda llevar ese tipo de relación ahora mismo, tú mismo lo has dicho, lo nuestro funciona porque no es normal, no esperamos nada del otro, podemos pasar semanas sin hablar o vernos y no hay problema, tú sabes que estoy concentrada en mi trabajo y yo también respeto eso de ti, pero me preocupa que él no vaya a entender esto y que eventualmente termine lastimándolo, no sé si pueda darle lo que él espera,” ella me dice y tengo que admitir que sus palabras me molestan un poco.   Es cierto que no espero nada de ella, ni ella de mí, y que no nos molesta estar separados, no es como una relación debería funcionar, y saber que estoy perfectamente bien con esta situación me hace sentir un poco solo, al menos Zara tiene a Tom para que ocupe sus pensamientos y fantasías, pero yo nunca he conocido a nadie que pueda importarme de ese modo.   “¿Ya le dijiste eso?” le pregunto y ella asiente, “¿Y aún así te pidió que estuvieran juntos?” le pregunto y Zara asiente nuevamente.   “Entonces, ¿por qué lo dudas tanto?, Ya sabes que él no me cae muy bien, pero no parece ser mal tipo, él sabe de entrada lo que le espera y aún así está dispuesto a hacer el esfuerzo, ¿por qué tú no?” le pregunto y ella parece sorprendida por mis palabras, tal vez esperaba más renuencia de mi parte, o que me molestara, y aunque el momento no es el indicado para discutir esto cuando estamos a minutos de conocer a mis padres, igual me preocupo por Zara y si esto es algo que le está molestando, estoy más que feliz de aconsejarla.   Antes de que Zara pueda responder, llegamos a casa de mis padres y la conversación acerca de su dilema con Tom pasa a un segundo plano cuando los dos empezamos a ponernos nerviosos por lo que viene, sólo espero que mis padres se comporten y no la hagan sentir incómoda.   Dios, no hemos ni entrado a la casa y ya me estoy empezando a arrepentir de haber hecho esto, miro a Zara y sé por su expresión, que ella está pensando exactamente lo mismo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD