ZARA
Tom ha estado extraño durante toda la noche, rara vez me ha hablado y se ve un poco triste, no tengo idea qué pudo haber cambiado, pues se veía perfectamente bien cuando llegué.
Al principio parecía querer devorarme entera con su mirada, me hizo sentir un temblor por todo el cuerpo tan sólo con la forma en que sus ojos recorrieron mi cuerpo tan pronto como estuve en su rango de visión, pero ahora ni siquiera me mira por más de un segundo.
Su extraña actitud ha hecho que me ponga cada vez más inquieta, lo que se ve reflejado en la cantidad de alcohol que he ingerido esta noche, y, teniendo en cuenta que llevo ya varias semanas sin emborracharme, el alcohol me hace efecto de inmediato.
La última vez que bebí fue en una gala de caridad a la que asistí con Dominic y ambos nos tomamos unos cuantos tragos durante la noche, para poder soportar la agonía de escuchar a todos esos idiotas presumir sobre sus empresas o su dinero, hablar de negocios o de sus muchas mujeres; usualmente cuando necesito estar alerta en uno de eventos, ya sea porque voy a ver a un cliente importante, o porque necesito hablar con algún empresario sobre un tema serio, espero hasta el final para beber.
Y también es común que cuando tengo cierta cantidad de alcohol en mi sistema, automáticamente quiera tener sexo, mi cuerpo se empieza a sentir caliente y una sensación como de hormigueo se instala en la parte baja de mi abdomen, normalmente Dominic está cerca para poderme quitar las ganas, pero hoy no está aquí.
Sin embargo, Tom si está, y se ve tan sexy con su camisa negra y las mangas dobladas hacia arriba, que realmente siento ganas de arrancarle la camisa de un tirón y ponerme encima de él para que me folle hasta que salga el sol, pero no creo que vaya a ser posible o siquiera prudente pensar en hacer algo así, él ahora es mi empleado y se supone que tengo novio.
Aunque estoy segura que a Dominic no le importaría, siempre y cuando usara protección y no dejara que otras personas se enteraran, siempre hemos sido honestos entre nosotros respecto a las personas que nos parecen atractivas, y aunque no me he acostado con nadie más desde que los dos empezamos a salir, no lo hago por algún sentimiento de fidelidad hacia él, o porque seamos exclusivos, sino porque simplemente no tengo el tiempo para ello y la inmensa mayoría de hombres que conozco me generan repulsión.
Sé que es igual en el caso de Dominic, aunque él si se ha acostado con un par de chicas durante el último año y no ha tenido ningún problema en contármelo, ni yo en escucharlo, de alguna forma nos hemos convertido en el confidente del otro y sé que él confía en mí tanto como yo en él, por lo que no tendría inconvenientes si le contara sobre Tom.
Aquí el único problema parece ser que Tom no quiere ni mirar en mi dirección, mucho menos acercarse o tocarme, por lo que, aún si quisiera acostarme con él, dudo mucho que él lo hiciera, lo cual es muy extraño, desde que llegó ha sido muy franco en cuanto su deseo de volver a estar conmigo, incluso ayer en mi oficina, su actitud parecía implicar que él esperaba que hoy pasara algo entre nosotros, pero ahora parece no querer nada conmigo.
Y, por si eso fuera poco, la estúpida que me dijo zorra barata en la entrada del club, por fin consiguió entrar y ha estado mirando a Tom durante toda la noche, eso es, después de que se dio cuenta que Nate y su novio están juntos, que Joshua está con Lucy, después de que intentó bailar con él y Lucy no tuvo sino que fulminarla con la mirada y casualmente pasarse la mano -en donde tiene su enorme anillo de compromiso- por el cabello, para que la idiota entendiera y se alejara, así que después se dio cuenta de que Tom venía solo y ha estado intentando acercarse a él.
Sus intentos son tan descarados, que si no estuviera concentrada en mantenerme calmada para no arrancarle sus extensiones baratas, probablemente me estuviera riendo de lo ridícula que se ve tratando de llamar la atención de Tom, quien parece distraído y ahora me está observando con la mirada perdida.
“Cuidado, ahí viene tu admiradora,” le digo con una sonrisa forzada cuando veo que la idiota de la fila viene caminando hacia nuestra mesa, seguramente ya harta de llamar la atención de Tom y decidida a intentarlo directamente.
Tom frunce el ceño y luego mira rápidamente hacia su dirección para comprobar que lo que le digo es cierto y él rueda sus ojos, mientras masculla un “Mierda,” entre dientes, y cuando ve que ella ya está demasiado cerca para escapar, él toma mi brazo y me jala hacia él haciéndome chocar contra su pecho y caer sentada en su regazo.
“Sólo finge que estás conmigo, por favor,” me susurra y yo estoy demasiado sorprendida por lo que acaba de pasar, así que sólo tengo tiempo para asentir antes de ver a la tonta pararse en seco junto a nuestra mesa y luego dar la vuelta avergonzada y volver corriendo con sus amigas.
Luego de que la chica se aleja, él se remueve un poco, como si se quisiera poner de pie, pero yo permanezco sentada en su regazo, mirándolo fijamente hasta que él no tiene más remedio que mirarme también.
“¿Por qué estás actuando tan extraño hoy?” le pregunto y él frunce el ceño.
“No sé a qué te refieres, estoy perfectamente bien,” él me responde evadiendo mi mirada.
“Me has estado evitando toda la noche, ¿por qué?” le pregunto.
“¿Por qué, qué?” él responde.
“¿Por qué me estás evitando?” insisto y él finalmente suspira antes de responder:
“Creo que tenías razón, no podemos estar juntos, no es buena idea,” él me dice con firmeza y yo siento como mi estómago se retuerce y mis manos empiezan a temblar ligeramente.
Lo miro por un momento, estudiando su expresión, y noto como su postura es rígida y él en vez de tocarme, tiene sus manos apretadas en puños a los lados de sus piernas, su mirada se posa en todas partes menos en mí, y entiendo entonces que mi cercanía lo está haciendo sentir incómodo, lo cual hace que el sentimiento incómodo en mi estómago se acentúe y ahora en vez de curiosidad, siento vergüenza por haberme quedado sentada en sus piernas como una acosadora, cuando él claramente se quería poner de pie.
Él sólo estaba tratando de evitar a esa chica idiota, y aquí estoy yo, sentada en su regazo, pareciendo aún más idiota que ella; así que me pongo de pie rápidamente y me acomodo el vestido antes de buscar mi bolso para sacar mi teléfono y enviar un mensaje de texto a la única persona que sé que me puede hacer sentir mejor después de semejante rechazo.
Pude notar la cara de confusión, e incluso un poco de decepción cruzar el rostro de Tom cuando me puse de pie y me alejé de él rápidamente, pero decido ignorarla y me sirvo otro shot de vodka.
Alrededor de media hora después, he bailado otro rato y me he tomado unos shots más, los cuales logran que definitivamente me emborrache y Tom me dirige una mirada extraña, antes de quitarme la botella de vodka de la mano.
“¿No crees que ya has bebido suficiente hoy?” me pregunta en un tono de preocupación.
“No es tu problema cuanto beba,” le respondo cortante.
“Zara, cómo te vas a ir a casa así, no te puedes ir sola,” él me dice como si estuviera insinuando que él me va a llevar, a lo que contesto con una carcajada.
“No te preocupes, no me iré sola,” le respondo y el frunce el ceño.
“¿Te piensas ir con algún desconocido del club?” él me pregunta molesto.
“No, claro que no, ¿qué clase de mujer crees que soy?” le respondo.
“Entonces, ¿con quién te vas a ir?” él insiste.
“Conmigo,” contesta Dominic, quien acaba de llegar y está de pie al lado de la mesa.
Tan pronto como Tom lo ve, su cara se transforma de preocupación a odio en cuestión de segundos y yo sonrío internamente por su reacción.