Se puede pensar que un hombre que pasa el mayor tiempo de su vida en las calles, que convive a diario con personas de alto peligro, vinculadas a robos, atracos y violencia, no tenga sentimientos y sea como una piedra, quizás muchos se escudan en vivir esa vida para cubrir alguna falta bien sea carencia o atención, en mi caso quizás fue vivir escenas de violencia familiar que conllevaron a la separación de mis padres cuando apenas era un niño, recuerdo que mi padre tomaba mucho, sobre todo los fines de semana, después de salir del trabajo, llegaba bien tarde a casa, solía escucharlo desde mi habitación discutir con mi madre por la mínima tontería, en ocasiones despertaba a mi hermano mayor solo para regañarle por cualquier situación. No justifico que se tome el camino de las calles por