Capítulo 2 La mercancía.

1228 Words
Llegué a casa y tenía que pensar en algo que decirle a Olivia para ausentarme a la hora acordada. No fue fácil por lo que decidí esperar que se quedara dormida y salir.     Al llegar a la Marina en efecto estaba el auto azul estacionado, Ya eduard estaba en el sitio junto al auto, era una noche fría y de luna llena, esta se reflejaba en la marina como un camino de luz al horizonte, al transcurrir unos minutos se acerca a nosotros un hombre preguntándonos:   — ustedes deben ser Eduard y Marck. Mi nombre es Lee, Louise me dio sus fotografías, la lancha acaba de llegar, acerquen el carro al muelle para realizar la descarga—  Exclamo     Le dije a Eduard para hacerlo rápido para evitar que la policía nos descubra, y montarla tan  rápido como se pudiera en el auto, alcance a ver que la droga era de alta pureza, su olor era muy evidente, lo hicimos lo más rápido posible, Eduard me dice para llevarla a su casa y en la mañana llevarla a otro sitio, un galpón de un familiar, de allí distribuirla a distintos lugares.     Tome las llaves del auto y conduje observando con cautela que no nos siguiera nadie. Unos minutos antes de llegar al sitio me encontré un auto con las luces encendidas trancado el paso. Estas luces eran muy fuerte aun así alcance a ver que el auto era de color rojo. Rápidamente puse el auto en retroceso pero más atrás se acercaba otro auto quitándome el paso, esto fue en cuestiones de segudos, ya tenía ambos vehículos sobre el auto.   — ¡Apresúrate nos quieren quitar la mercancía! ¡Nos disparan!  — grito Eduard   — ¡Hago lo que puedo! — le conteste   Inmediatamente se estremeció el coche y se escuchó un fuerte ruido. Pasó lo que tanto temía se habían explotado dos llantas del coche no teníamos escapatoria. Alcance a ver a Eduard bastante agitado y nervioso, realmente no lo conocía así que no sabía con exactitud cómo iba a reaccionar.   — ¡oh! Ahora ¿qué haremos? Nos van a quitar la mercancía y nos van a matar ¡Nos tendieron una trampa!— grito Eduard despavorido   — ¡Cálmate! — Le grite   En ese momento solo pensé en mi esposa Olivia y en mi hijo que estaba por nacer, Los había defraudado, pensé que lo ideal era escapar con vida de ese lugar. Mire por el retrovisor en ese momento pude observar una persona bajar del coche de donde nos habían disparado, era bastante alto vestía chaqueta de cuero negra, Jean azul y zapatos negros, en su mano un arma de gran tamaño posiblemente un AK-45. En ese momento decidí bajar del auto  y puse mis manos en alto, en ese momento escucho que Eduard me reclama y me grita ¿Qué estás haciendo? ¡Sube al auto! Le dije varias veces que saliera del auto el solo decía que no lo iba a hacer que no iba a dejar que lo mataran, realmente no pude convencerlo, En ese escuche unas detonaciones, era Eduard que disparaba para todos lados tratando de huir del sitio.  — ¿Qué estás haciendo?  — Le grite     Corrí tan rápido como pude y me escondí detrás de unos autos, mientras corrí escuche varias detonaciones mi corazón estaba a mil por segundos no entendía lo que estaba sucediendo, muchas interrogantes vinieron a mi cabeza, espere unos segundos y asome mi cabeza con cuidado tratando de ver lo que estaba sucediendo, en ese momento no vi a Eduard por ningún lado, no obstante observe varias personas, unas revisaban el carro mientras otras trataban de romper la cajuela del auto, vi como poco a poco pasaron la mercancía de un auto a otro. En ese momento supe que debía salir de ese lugar lo más pronto posible, corrí entre los autos sin saber a dónde ir mi mente estaba en blanco, no sabía qué hacer, rápidamente pensé en llamar a Louise.   — ¡Alo! ¡Alo! Soy Marck. ¿Logras escucharme?  — Le grite   — Si te escucho muy bien. Cuentamente ¿lograron retirar la mercancía? — me pregunta Louise con voz bastante tranquila.   — ¡estamos en problemas! Nos acaban de disparar y nos robaron la mercancía. Eran muchos hombres no logre verles la cara. Nos siguieron. ¡Nos tendieron una trampa!  — Le grite   — ¡No puede ser! ¿Cómo que les robaron la mercancía? ¡No puede ser posible! Estamos hablando de mucho dinero. ¡La mercancía debe aparecer o aténganse a las consecuencias! — Contesto Louise enfurecido.     Me tranco el teléfono y supe que estaba en problemas debía Saber que había pasado con Eduard si estaba vivo localizarlo. Tome el teléfono y llame a Olivia, la salude y le dije que no tengo mucho tiempo que lamentaba lo que está pasando, le pedí disculpa por ocultarle las cosas, le pedi que recogiera sus cosas lo más pronto posible y se fuera a vivir con tu tía Elvira, le dije que no iba a poder regresar a casa hasta que resuelva el problema en el que estaba envuelto, no quiero que nada malo te pase a ti y a nuestro bebe, por favor haz lo que te digo, luego te explico ahora no tengo tiempo, note por el timbre de su voz que estaba nerviosa pero pronto alcanzo a decirme que lo haría pero que debía prometerle que le diría toda la verdad cuando todo esto pasara.     Luego de pasar un par de semanas en las calles en la clandestinidad, tratando de conseguir respuestas a lo que realmente había sucedido, llego la noche que tanto esperaba. Era media noche, la música de un Bar llamo mi atención, por lo que decidí entrar, llevaba puesto unas gafas para evitar ser reconocido por alguien. Cuando en aquella mesa pude ver a Lee, su cara la recuerdo perfectamente, estuve observándolo por varios minutos, quería saber si estaba solo y si era seguro acercarme, debía buscar respuestas, me acerque a la barra pedí un par de cervezas mientras lo observaba,  hasta que vi el momento propicio y me le acerque.      — ¿qué estás haciendo aquí? Te están buscando — exclamo Lee   Le dije que ya sabía que me estaban buscando que Necesitaba que  me ayudara quería saber lo que sucedió, Por qué nos habían seguido y Quién nos quitó la mercancía.   — ¡no puedo decirte eso! ¡Lo siento! Solo puedo decirte que Louise no es quien crees. Él es el responsable de lo que les paso a ustedes, es el a quien debes buscar — dice Lee   Realmente necesito me ayudes, no diré nada sobre ti, tengo una Familia, una esposa que pronto dará a luz y no quiero seguir huyendo de no sé quién, quiero resolver en lo que estoy envuelto.     —  ¡Lo siento! Solo puedo decirte que Louise no es quien crees. Él es el responsable de lo que les paso a ustedes, es el a quien debes buscar. — respondió Lee     Le pregunte donde podía encontrarlo que Ya no me atiende el teléfono y me respondió que el siguiente sábado a las ocho de la noche en la marina va a llegar una mercancía él va a estar allí que si deseaba verlo en ese lugar lo encontraría, le di las gracias y me retire del lugar.
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