CAPITULO 27 “Son celos?”

3543 Words
  (Julio 02, 2013, Cuarteles de Shield, Washington, D.C.) (Steve Rogers/Capitán América)               Tras dejar a Ahmanet en su habitación fui a la oficina de Fury, para enterarme de que nuestra charla tendría que esperar, nos enviaban de misión, al parecer nuestra pequeña espía había sido vista en la ciudad de Punta Arenas, en Chile, no conocía esta parte de América del sur, no hay confirmación pero según la información ha estado rondando un banco, tampoco se ha confirmado que sea propiedad de HYDRA, que sería por lo único que se interesaría en ese banco, ella no es una simple ladrona, con sus atracos le hace daño a HYDRA. Por lo que vamos a buscarla.               Salimos casi inmediatamente solo lo que tardamos en prepararnos con los uniformes. El plan es simple vigilar a que ella aparezca, se le ha visto según las cámaras a la misma hora en la misma calle, así que si aparece  esta tarde, habrá que seguirla hasta un lugar donde podamos capturarla, aunque conociendo su habilidad, lo mejor será sedarla para llevarla con nosotros.    -tengo listos unos dardos con sedante para ti Nat, tu eres la que podría acercarse más y disparar. – dice Banner -están seguros que es la única forma? – pregunto, no me gusta la idea de capturarla por medio de drogas. -o es el sedante o una malla eléctrica que evite que se teletransporté, Cap.-  me dice Stark -no lo entiendes es una niña, con habilidades, que cantidad de sedante es la adecuada para ella, una sobredosis podría matarla, lo entiendes Stark? -Capitán, he calculado la dosis de acuerdo con su edad y un peso aproximado, solo espero que la duerma un poco o que la atonte lo suficiente como para ponerla en un contenedor del que no pueda escaparse hasta que lleguemos a SHIELD y Fury hable con ella. Además no todos los dardos son para ella, recuerda a su perro, habrá que sedarlo también, o podría atacarnos al acercarnos a ella. -bien, solo asegúrese doctor Banner de no causarle daño.               Estoy preocupado por lo que está haciendo Ahmanet, dijo que su investigación para Fury era peligrosa, no solo para ella sino para todos, no entendí porque lo dijo, espero que no cometa el error de salir del edificio sola. Y ahora debo ir tras una niña con su mismo nombre la cual no sé si es amiga o enemiga.                Llevamos dos hora esperando y ya está retrasada por lo que se, es posible que nos descubriera? No lo creo, pero debemos esperar, posiblemente hoy sea el día del golpe al banco. -ya está retrasada, según esto las tres veces fue captada a la misma hora. – dijo Bartón -habrá que esperar, hoy podría intentar robar el banco. – les digo mis sospechas. -pues de ser así será una larga espera hasta la noche. – escucho decir a Stark -Creo que la veo, viene desde el sur a unos doscientos metros del banco, no puedo confirmar que sea ella, esperen aquí hay algo raro. – dice Bartón -no es ella, viste igual que en las imágenes de las fotos pero no es ella, esta trae a varios caniches con correas, la que buscamos siempre lleva uno solo y suelto. – vuelve a decir Bartón. -confirma legolas, que es lo que pasa? – se escucha a Stark decir. -Stark, verifica las fotos, en ellas se ve la correa, pero en realidad es un sujeta correas, como el que lleva la chica que se acerca a ustedes. No es ella. – repite Bartón -Jarvis analiza la foto!. - -señor, una comparación de las fotos de hace unos días con las de Paris no son concluyentes, parecen ser la misma persona, salvo por dos cosas, las fotos de Paris muestran a una niña de cabello ondulado, pero las fotos nuevas la ponen con cabello rizado, por otro lado, las fotos de hace tres días muestran en su mano un sujeta correas para pasear canes y la de Paris solo lleva la correa en la mano y es de color rojo. – confirma Jarvis - Idiotas; señores hemos venido a visitar a una chica que pasea perros, creo que esta misión fue un fiasco desde el principio. – dice Stark -lenguaje. – lo reprendo, aun no me acostumbro a las malas palabras y más cuando al parecer somos un ejemplo para los niños. -bueno señores creo que habrá que retirarnos, e informar que la información era errónea. – les digo               Todos volvemos al queenjet en donde una vez listos despegamos rumbo al cuartel, aquí son casi las seis de la tarde  y nos espera un vuelo de no menos de ocho horas, llegaremos tarde pero al menos poder verla esta noche aunque sea dormida, pero quiero asegurarme de que está bien.               Hemos llegado, Bartón dijo que tuvimos vientos favorables por lo que llegamos media hora antes, pasan de las dos de la mañana y en su habitación no se ve luz, debe estar dormida, pero con todos en los pasillos no puedo entrar. Además debo cambiarme, así que entro en mi habitación, voy a mi armario y tomo un pantalón ligero y una camiseta, y me dirijo al baño, me doy una ducha tibia, siento los músculos en tensión, no podre relajarme hasta confirmar que está bien, salgo del baño ya vestido y con el cabello húmedo, me lo seco y paso mis manos por él, abro la puerta y no escucho nada, cruzo la corta distancia entre nuestras puertas y giro el pomo de la puerta, no está cerrada con llave, así que la abro, asomo la cabeza y la veo, está dormida, entro y cierro la puerta, ella dejo una luz encendida en la mesita de noche del otro lado de la habitación, por lo que entro para apagarla.               Anubis levanta la cabeza y gime y bosteza, antes de volver a acomodarse, es extraño, es como si esperara que ahora yo la cuidara, voy al otro lado de la cama y apago la lámpara de noche, aún hay suficiente luz debido a que las cortinas están abiertas y hay luna llena. Me siento en la cama y veo que esta acostada muy en la orilla solo espero que no se mueva pues podría caerse, se ve tan delicada y frágil que ciento deseos de abrazarla y protegerla así que desde donde estoy me estiro sobre ella y la abrazo, tratando de moverla más al centro de la gran cama.  Más lo que consigo es que se mueva y suspire; la miro bien y veo que estuvo llorando, aún hay rastros de lágrimas en sus mejillas, que pasaría? Eso me preocupa, que la lastimo tanto que la hizo quedarse dormida llorando.               No lo soporto y me recuesto a su lado de frente a su espalda y la abrazo tratando de jalarla para protegerla con un abrazo, ella lo siente, pues se medió despierta y se gira hacia mí, abre los ojos y sonríe. -Steve, regresaste. -así es, ya estoy aquí. – bajo la cabeza y le beso la frente, ella se abraza a mi torso y pone su cabeza en mi pecho, la siento cálida y suave, me acomodo con ella en esa posición y la abrazo por la espalda con el brazo derecho, mientras que con el izquierdo acaricio su hombro. Ella mueve nuevamente la cabeza y me ve, sonríe esta adormilada pero se estira y me da un beso ligero en los labios para después decirme. -quédate conmigo. – y vuelve a bajar la cabeza para acomodarse a dormir. -siempre – es lo único que puedo decirle y la beso la frente, mientras aprieto más mi abrazo, tomando su mano en la mía, se ve tan pequeña, que no puedo dejar de acariciar su palma con mi pulgar. Estoy cansado y la tensión de las pasadas horas cobra factura, pues me quedo dormido.               Abro los ojos hay mucha luz, así que los cierro, y ciento su respiración cálida en mi pecho, abro nuevamente los ojos y al levantar la cabeza, la veo, no se ha movido ni un milímetro, su mano sigue en la mía. Me gusta lo que siento al despertar a su lado, volteo y veo el reloj, pasan de las seis y treinta, por lo que debo levantarme e irme a mi habitación, antes de que alguien me vea.               Me muevo para tratar de acomodarla sin despertarle, y salir antes de que los demás comiencen a pensar lo que no es, pero ella se abraza más. Lo vuelvo a intentar y logro levantarme por lo que me dirijo a la puerta, pero la escucho decir. -prometiste quedarte conmigo. -lo sé, y siempre estaré contigo, pero no quiero que nadie piense mal de ti, debo ir a mi habitación antes de que haya más movimiento por aquí.– le digo regresando a la cama y sentándome a su lado, con Anubis a los pies. -no me importa lo que los demás piensen o digan, porque a ti sí?– me dice sentándose en la cama y haciendo un pequeño puchero, se ve hermosa -porque me educaron en otro tiempo, para ser caballeroso y eso incluye proteger el honor de una dama, regresare en un rato para que bajemos a desayunar te parece? Aunque veo que alguien te está consintiendo ya que  te trajeron la cena? -bueno solo tuve que pedírselo al jefe Parrish de la cocina, puedo pedirle el desayuno para dos si quieres venir yo aún tengo cosas que hacer. -bueno pide para dos, yo vendré en un rato. -el desayuno estará aquí a las ocho. -seré puntual. - Ella sonríe por lo que yo me inclino y la doy un rápido beso antes de levantarme e ir a la puerta, no hay ruido así que la abro y salgo rápidamente.             Estoy abriendo mi puerta la cual está frente a la de Ahmanet, cuando escucho salir a alguien, volteo y es Nat. Sale de su habitación -buenos días Steve, dormiste bien? -buenos días Nat, si dormí bien y tú. -también, estaba cansada; vas a salir o iras al gimnasio. -no en realidad voy a esperar a Ahmanet, ayer quedamos en hablar de algo importante pero como salimos de misión, ya no tuve oportunidad. -has visto si ya se despertó? -no voy saliendo de mi habitación.   Nat se acerca hacia mí y va a tocar la puerta de Ahmanet cuando a través de ella comienza a escucharse música,  ella se inclina a escuchar y dice. -bueno eso no es su despertador, parece el sistema de sonido, y por lo que escucho es… -el fantasma de la Opera, valla no sabía que a la pequeña Ahmanet le gustara la opera. – dice Stark saliendo de su habitación y viniendo hacia nosotros. -porque no habría de gustarle, es música muy bella – le pregunto -no me malinterpretes capi paleta, lo que pasa es que no le había escuchado esos gustos, según recuerdo te quejaste de sus gustos en música cuando la escuchaste por el auricular durante el duelo. -eso no parecía música, era más ruido que nada. -capitán, ella no siempre escuchara música suave, ella es joven, y eso si era música, te lo dijo era música de películas, en especial de películas de combates marciales y chicos rebeldes. Necesitas verlas, “Mortal Kombat” “Triple X” entre otras. –dice Bartón apareciendo. -Acaso hay junta en el pasillo – pegunta Banner saliendo al pasillo y viéndonos a todos. -no solo comentamos los gustos musicales de Ahmanet. – dice Bartón -esa música es algo inusual y bonita, que es? – pregunta Thor. -bueno por lo que escucho son buenos, no muy de mi gusto pero son buenos. – responde Banner.               En ese momento se abre la puerta de Ahmanet y deja escuchar otra melodía, al parecer una música hawaiana.- por lo que dice. -Gracias Bruce, es agradable saber que no soy la única de gustos eclécticos, por cierto esta se llama “promesa del pescador” y es brasileña.. Van a desayunar? – y me sonríe preguntando.               Todos hablan a la vez asintiendo y tratando de llevarla al comedor. -bueno vallamos a desayunar que tengo mucho que hacer, solo debo sacar esto. – la veo dirigirse al  carrito de servicio y sacarlo. -te trajeron la cena a tu habitación? Porque a mí no me ofrecieron eso?- se queja Stark -será porque tú, eres tú y yo soy yo, además de que le caigo mejor al Jefe Parrish. -Le responde Ahmanet.               Se abren las puertas del elevador y veo venir a un joven que se acerca. No lo conozco y no le quito la vista de encima. -perdone Señorita Ahmanet, pero creí que desayunaría en su habitación, cuando llego su llamada por eso vengo por el carrito, no se preocupe yo me encargo. -gracias Manuel, bajare con todos, pero te agradeceré un poco de pan y café a eso de las diez de la mañana.- le dice con una sonrisa en los labios. -claro señorita, yo paso su pedido al jefe. – el joven se va llevándose el carrito de servicio y Ahmanet se pone a hablar con Nat y Batón, de música creo yo. -Capitán Rogers si sigues tensando la mandíbula, perderás los dientes – escucho decir a Stark, por lo que volteo -que dices? -Le miro molesto -que se nota que te gusta la chica, lo comprendo es bella, pero no todo el que la trata lo hace con intención de seducirla, tómalo con tranquilidad y célala menos, veras que todo mejora. – me dice Stark  -tanto se nota? -amigo, te he visto desde hace tiempo, serio y apartado, hasta triste, lo entiendo, despertaste y todo había cambiado, pero desde que la conociste… actúas diferente, siempre atento a lo que ella pueda hacer, además te vez más alegre cuando ella está cerca. Vamos que ella querrá desayunar a tu lado.               Todos nos esperan el en elevador, cuando entramos Stark y yo, Ahmanet se mueve a mi lado y me dice. -cree capitán que ahora si podrá pagar su deuda? -No entendí a qué se refería por lo que no dije nada y solo me le quede viendo. -bueno dijo que me invitaría un helado y la verdad es que me pase todo la tarde de ayer trabajando y me gustaría tomar algo de aire, si no quiere usted acompañarme a tomar un helado o simplemente a caminar por el paseo de los museos, puedo ir sola. – ciento un ligero codazo por parte de Stark -después del desayuno, te puedo llevar a visitar los museos o a donde deseas salir? -sorpréndame! – me respondió con una gran sonrisa, lo que hizo que todos soltaran una carcajada. -valla creo que necesitaras un auto, el mío está abajo capitán. – me dice Stark yo solo puedo asentir.     (Julio 02, 2013, Cuarteles de Shield, Washington, D.C.) (Ahmanet)               Tras mi charla con Anubis, me pongo a llorar, y me duermo llorando, siento mi soledad y mi tristeza, estoy soñando con él, y no sé porque, pero lo agradezco en un cambio a mis eternas pesadillas de muerte y destrucción.               Algo me despierta y siento que me jalan, debe ser un sueño estoy sola, me volteo en la cama y creo que lo veo, no sé si es real o un sueño, por lo que le digo: -Steve, regresaste. -así es, ya estoy aquí. –el besa mi frente y le abrazo el torso, con fuerza, me acuesto sobre su pecho, y escucho el latir de su corazón, suave pausado, el sonido y sus caricias me arrullan, él se mueve y me abraza más fuerte así que me estiro y le doy un beso, una ligera caricia en los labios y le digo -quédate conmigo. – y me acomodo sobre su pecho me estoy quedando dormida pero le escucho decir -siempre –  y siento como aprieta más su abrazo; me hace sentir bien, protegida y se lo agradezco.               Estoy despierta y sé que él está aquí aun cuando no he abierto los ojos, sé que dormí sobre su pecho cálido y fuerte, sus brazos me protegen de mis pesadillas y se lo agradezco, su cálido aroma me embriaga, un aroma muy suyo, a jabón y sándalo.               Él se despierta y se mueve para irse, pero no le dejo, aun así sale de la cama y yo le recuerdo -prometiste quedarte conmigo. -lo sé, y siempre estaré contigo, pero no quiero que nadie piense mal de ti, debo ir a mi habitación antes de que haya más movimiento por aquí. – me responde mientras regresa a la cama y se sienta a mi lado, Anubis se mueve a sus pies  -no me importa lo que los demás piensen o digan, porque a ti sí?– le digo sentándome en la cama haciendo un puchero. -porque me educaron en otro tiempo, para ser caballeroso y eso incluye proteger el honor de una dama, regresare en un rato para que bajemos a desayunar te parece? Aunque veo que alguien te está consintiendo ya que  te trajeron la cena? -bueno solo tuve que pedírselo al jefe Parrish de la cocina, puedo pedirle el desayuno para dos si quieres venir yo aún tengo cosas que hacer. -bueno pide para dos, yo vendré en un rato. -el desayuno estará aquí a las ocho. -seré puntual. – le sonrió, y él me da un rápido beso antes de levantarse e irse rápidamente               Me quedo en la cama unos segundos pero escucho voces en el pasillo, creo que lo descubrieron por lo que voy al sistema de sonido y pongo música y llamo a la cocina para que no me traigan el desayuno, pero sí que vengan por el carrito de servicio. Voy al armario y saco unos jeans y una blusa de algodón a la cadera de manga larga en color turquesa y unas botas negras. Me peino y me maquillo, me pongo un poco de perfume y me acerco a la puerta, escuchando a todos en el pasillo frente a mi puerta. Y como están discutiendo sobre mis gustos musicales, por lo que abro la puerta diciendo: -Gracias Bruce, es agradable saber que no soy la única de gustos eclécticos, por cierto esta se llama “promesa del pescador” y es brasileña, Van a desayunar?. –les pregunto mientras le sonrió a Steve.               Todos hablan a la vez asintiendo y tratando de llevarme  al comedor. -bueno vallamos a desayunar que tengo mucho que hacer, solo debo sacar esto. – me dirijo al carrito de servicio para sacarlo y apago el estéreo. -te trajeron la cena a tu habitación? Porque a mí no me ofrecieron eso?- se queja Stark -será porque, tú eres tú y yo soy yo, además de que le caigo mejor al Jefe Parrish. -Le respondo.               Se abren las puertas del elevador y veo venir a Manuel, noto que Steve no le quita los ojos de encima. -perdone Señorita Ahmanet, pero creí que desayunaría en su habitación, cuando llego su llamada por eso vengo por el carrito, no se preocupe yo me encargo. -gracias Manuel, bajare con todos pero te agradeceré un poco de pan y café a eso de las diez de la mañana.- le digo con una sonrisa en los labios. -claro señorita, yo paso su pedido al jefe. – me responde Manuel llevándose rápidamente el carrito y como Steve se queda atrás y Nat me va llevando me pongo a hablar de música con Nat y Clint               Le veo hablando con Tony, no sé pero se ve molesto y se retrasan por lo que alentó el paso para que nos alcancen, ya dentro del elevador mientras bajamos le digo: -cree capitán que ahora si podrá pagar su deuda? – veo que no entiende a lo que me refiero pues puso cara de bobo, se ve tan guapo, pero no dice nada. -bueno, dijo que me invitaría un helado y la verdad es que me pase toda la tarde de ayer trabajando y me gustaría tomar algo de aire, si no quiere usted acompañarme a tomar un helado o simplemente a caminar por el paseo de los museos, puedo ir sola. –  le digo encogiéndome de hombros como no dándole importancia. -después del desayuno, te puedo llevar a visitar los museos o a donde deseas salir? -sorpréndame! – le digo sonriendo ampliamente, con un todo de voz, tan coqueto, que causo que abriera los ojos con sorpresa; lo que hizo que todos soltaran una carcajada. -valla creo que necesitaras un auto, el mío esta abajo capitán. – escucho decir a Tony y el solo asiente, creo que lo he desequilibrado               Llegamos al comedor y veo al Jefe Parrish en el mostrador por lo que al acercarnos todos yo le digo: -Jefe esta mañana saldré un rato, pero cuando vuelva le aviso para nuestros alimentos. -bien, para una niña como usted, es bueno salir y que le dé el sol. – Steve frunce el ceño, creo que esta celoso, pero como puede estar celoso de un hombre que bien podría ser mi abuelo además de que está casado y tiene nietos. -gracias, le puedo encargar la comida de Anubis? -claro niña, en un  momento se la llevan; que desea desayunar, le tenía su charola lista. -mmm bueno pues si me la da, no se quedara abandonada. – veo como Manuel sale de la cocina con el carrito de servicio y le va pasando al jefe los platos preparados, que él pone en mi charola. Escucho a Tony decir. -mmm creo que aquí, ahí consentidos y yo no soy uno de ellos. – Nat se ríe y le dice. -Tony, tú ya fuiste muy consentido, si mal no recuerdo por muchas mujeres entre ellas las doce chicas del calendario de playboy. – le dice Nat, lo que hace que Tony se ponga a toser. Veo a Steve sonreír y le escucho decir. -que niñerías.          
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