Pov Amanda.
“Hola Amanda”
Estás más hermosa que nunca. Esas palabras son las que jamás en toda mi vida creí escuchar de su boca, si tenía miedo, pues ahora estaba entrando en pánico.
Mis pies cobran vida propia y empiezan a caminar por sí solos, no puedo salir de mi asombro, así que lo único que puedo hacer es responder a la defensiva.
.— Mira Cris, no quiero tener problemas con nadie, soy una simple becada.
Él nuevamente niega con la cabeza, pero esta vez la sonrisa es de lado, comenzando a caminar hacia mí y yo de nuevo empiezo mi huida, pero esta vez con firmeza.
Camino sin mirar atrás, cuando estoy llegando a la entrada de los estacionamientos, siento sus pasos y su presencia detrás de mí.
Cuando creo que mi intento de huida resultara, pero como dije fue solo un intento, él me toma de la mano y nuevamente me frena haciendo que nuestros cuerpos choquen al darme la vuelta. Sabes esto ya no es chistoso y no estoy para tu jueguito, ni ser la burla de tus amigos.
. — perdón, pero me gustas mucho y desde hace tiempo desde que estudiabas en uno de los institutos de mi familia. Disculpa por acercarme así, tan bruscamente, pero te vi a lo lejos y decidí que era tiempo, y quería decir que tú me gustas mucho.
Lo miro y debo decir que es hermoso, jajajajaj perdón me perdí en esos azules que me hacen suspirar. Salgo de mis pensamientos.
Mira Cris no quiero problemas, como te dije anteriormente, no me está gustando este jueguito siniestro que tú y tu grupo de amigos siempre juega, por favor.
Pero no me quedaré a ver, ni a ser parte de su jueguito así que me subo a mi automóvil para poder ir a la cafetería en donde trabajo cuando no estoy estudiando.
Conduzco cerca de 30 minutos al llegar al café, paso y me dispongo a ponerme mi delantal, mi tarde pasa entre cafés, tartas y los mismos de siempre queriendo una cita o algún encuentro s****l casual. Y como cada día me niego y sigo con mis cosas, hasta que llega la hora en donde ya no entran ni las moscas.
Thomas, trabaja conmigo, de hecho él fue quien me consiguió este empleo, hoy todos decidieron retirarse temprano, y como mañana mi primera clase es a medio día, no tengo problemas.
Pongo música y me dispongo a limpiar las mesas los vidrios por dentro cuando estoy trapeando el piso, la voz que reconozco me hace sobresaltarme y botar la cubeta de agua, cuando me doy vuelta es Christian con sus amigos quienes me miran como si fuera un trozo de carne, pero en voz baja les indico que está cerrado.
Gracias a dios y a todos los santos, él les indica que está cerrado, y que deben irse. O puede ser que haya visto mi cara de terror al ver a los chicos más guapos de la universidad, pero también los más malditos que en mi corta vida he visto. Miro por los ventanales y no se ven por ningún lado, así que me dispongo a apagar las luces y cerrar todo.
Cuando me dirijo a la parte posterior del local, mis pensamientos solo se centran en encontrar mis llaves de mi auto, cuando las encuentro, subo mi mirada y lo encuentro.
Christian que haces aquí. — le pregunto ya con un poco de fastidio, por su acoso. —
. — Hey, fierecilla solo quiero que me escuches por favor.
. — Bueno, yo solo quería saber si te gustaría.
. —Quiero saber si te gustaría salir conmigo. — repite como si fuera un disco rayado.
Mira nuevamente te repito, no quiero tener problemas contigo o con tu séquito, sigo hablando, ya que los nervios hacen estragos en mí. Así que no me da tiempo de poder ver qué Christian se acerca.
Sin pensarlo y contra todo pronóstico, él ataca mis labios, los cuales no se mueven.
. —malditas hormonas, maldito lo guapo que es y maldición que suave sus labios. —
Termino respondiendo el beso, el cual cabe mencionar, fue mi primer beso. Cuando salgo de mi estado de shock, reacciono y le doy un rodillazo a sus amigos. Por lo cual él cae de rodillas con sus manos sujetándose la zona.
Yo sin pensarlo me subo a mi coche y arranco a toda velocidad. — bueno a lo que da mi auto. Llego a los dormitorios y gracias a dios estoy sola, doy vueltas por el cuarto, cayendo en un espiral de miedo, pánico.
Pienso en la estupidez que hice, debería pedir ayuda, o debería pedir una beca en el extranjero, ya sé podre decir que estoy enferma YYYY…
Mierda en que me metí, porque no puedo tener la bocotá cerrada y mis rodillas abajo.
Pero porque lo hizo, yo jamás me he metido en su vida, soy casi invisible para ellos, vamos en carreras diferentes, mi mente divaga por cada y una de las posibilidades que pueden suceder, no me doy cuenta cuando caigo dormida en el sofá individual que está en la habitación, pero sí lo siento en mi cuerpo.
Despierto cuando los primeros rayos dan en mi rostro, estoy tratando de despertar bien cuando todo nuevamente llega a mi mente.
Por suerte hoy tengo clases después del mediodía, y si tomo toda mi ropa, me voy y cambio de identidad, podría funcionar, pero primero debo comprar lentes de contacto, no por ser corta de vista, sino porque mi color de ojos es superultra, megamente inusual, son de color violeta.
Camino a mi cama y me tiro enterrando la cabeza en la almohada, siempre pensé que mi primer beso sería consensuado. O que la persona sería mi novio o por último un pretendiente.
No uno de los jóvenes más hermoso que mis ojos han visto, pero solo eso no podía ser lo único, sino que el tipo era un playboy y jamás de los jamases, se le ha visto con una chica dos veces. Se ha cogido a casi todo el campus, creo hasta profesoras hay en su lista y la de su grupito.
Me ducho aún con tantos pensamientos, uno más loco que el otro, me visto con un vestido de flores con manga corta hasta las rodillas, estoy por ponerme sandalias, pero las cambio por unas zapatillas, no será que tenga que correr por mi vida. Sacudo esas ideas tontas.
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Ya vemos que nuestra Amanda es un poco exagerada y que nos dará el toque de humor, aunque también nos dará las más grandes tristezas.
Extremadamente feliz de que me acompañen nuevamente en esta historia de amor.