Capítulo 5

1430 Words
—¿Tienes una copia o Ascher la tiene escondida y te la da cuando necesita que lo limpies? —Arquea una ceja siendo severa y pone nerviosa a Rosita. —Tengo la copia. —No quería mentirle—. Pero le prometí al joven Basquin que nadie entraría ahí. —¿Ni siquiera su esposa? —Frunce el ceño. —Lo lamento, pero creo que ese asunto deberían hablarlo juntos, luego cuando él me de orden, puedo dártela cuando quieras o simplemente tendrías una copia si él quisiera que entraras ahí señora Basquin —dice con mucho respeto. —No Rosita, yo lo lamento, pero te voy a exigir que me abras esa puerta o tendremos muchos problemas… —trata de sonar ruda, pero Holly no era así—, por favor, necesito entender a Ascher y sé que esconde algo importante ahí —suplica con su voz. —¿Por qué no espera a que él se lo muestre? —insiste Rosita. —Porque nunca estará listo para demostrarme su verdadero ser. —Holly estaba muy afectada. —Igual no puedo permitirlo, lo siento. —Lo lamenta. —Pues yo soy la señora de esta casa y no necesito permiso para entrar a lo que es mío —responde Holly furiosa, no aguantaba más. Holly examina a Rosita y comienza a tocar su cuerpo para saber dónde estaban las llaves, Rosita resiste, pero Holly las encuentra en su bolsillo, por lo que las saca y corre hacia la habitación, Rosita la sigue e intenta que no habrá la puerta, mientras que Holly lucha tratando de no lastimarla, solo quería saber que había detrás de esa puerta. Rosita tampoco quería lastimar a Holly, así que deja de luchar en el momento que Holly le da un leve empujón para que se que aleje. —Por favor no me despida. —Junta sus manos suplicándole—. Si usted abre esa puerta, yo me quedo sin trabajo, es lo que me dejó el señor Basquin muy claro. —Pues sobre mi cadáver te va a despedir —le asegura Holly. —Lo siento. —Logra quitarle la llave y Holly la ve de malas. No estaba como para lidiar con las personas en ese momento, lo que parecía ser una chica que es paciente y dulce, ahora es una fiera. —Dame la llave Rosita. —Extiende su mano para esperar que se la de por las buenas. —No puedo. —Retrocede con temor. —Si no me las das, te las arrebatare como sea, estaré cegada por tanta rabia que tengo que no me importará lastimarte, así que te pido por favor que me des esas llaves —exige Holly pareciendo una loca. —Estoy muerta, por ambos lados. —Rosita se rinde y le da la llave a Holly. —Gracias. —Le sonríe y se da la vuelta para abrir la puerta. En lo que abre, Rosita se queda ahí con ella, algo le decía que no debía apartarse. Holly abre la puerta y no era nada más artículos sex.uales, tanto de tortura y muchas otras cosas. Holly se pasea por la habitación y no sabe porque, pero ver todo eso le dieron ganas de llorar, ¿qué tan malo podría ser todo eso como para ocultarlo? Llora porque Ascher no confía en ella como para mostrarle estas cosas, cosas en donde ella cedería para que su relación avance, su mente es abierta, por supuesto que lo complacería, ¿pero a que costó? Temía que algo no le gustara y luego Ascher se iría a buscar a otra chica que si lo pueda complacer. Porque eso fue lo que hizo, buscar a otra quién lo pueda complacer en sus oscuridades, esto hizo sentir a Holly muy insegura de sí misma, está dolida. Ella se tira al suelo en medio de la habitación y comienza a llorar desconsoladamente, se sentía como una estúpida, claro que no sabe si puede complacer a Ascher, apenas es el único hombre con quién puede tener sexo. Esto indica a qué él ha tenido mucha experiencia, tanta que le da miedo a Holly, él necesita a una chica con la misma experiencia que él, no a Holly quién aún intenta caminar. Que Ascher no le cuente es indicio de que sabe que ella no es la indicada para tolerar estas cosas, si creyera que Holly pueda soportar todo esto, se lo dijera sin problemas. Por alguna razón Holly se siente menos deseada por Ascher, ya que Holly no tiene nada de lo que a él le gusta. —Señora Basquin… —Rosita se siente mal al verla destrozada. —Ascher no sabrá que entre aquí Rosita, te lo prometo. —Se seca las lágrimas. —Eso ya no me importa ahora, solo quiero saber si está bien, si… —Holly la interrumpe. —¿Si esto hará que me separe de él? —deduce Holly creyendo que eso es lo que pensaba Rosita. —Es su pasado señora Basquin, no debería afectar en su relación, por favor no se aleje de él, es mejor cuando están juntos. —Se sienta a su lado. —No Rosita, es su presente porque esto aún sigue aquí y no es algo que usamos o que me haya presentado, solo me hace creer que trae a chicas aquí para hacer lo que conmigo no puede y no sé porque conmigo lo hace, yo ya supere mis traumas hace tiempo, pero parece que él no ha superado lo que me pasó —dice con dolor, quiere entenderlo nada más. —El señor Basquin la ama, estoy segura de eso, no se compara con las otras chicas que traía, de hecho, ni se quedaban a dormir, solo las despedía después de que terminará, pero le dolía, se ponía a beber como loco, porque nada de esto lo llena como tú amor por él —le explica Rosita. Ella estuvo con Ascher y tuvo que cuidarlo cuando se embriagaba y lloraba por la soledad que sentía, Rosita ni podía con su peso para llevarlo a su cama, pero aún así tomó la fuerza suficiente para hacerlo, ya que no podía dejarlo en ese estado y a pesar de que era muy seguido, siempre estuvo para él como su segundo hijo. —Ven, vayamos a la cocina, te preparare un té —ofrece Rosita ayudándola a levantarse. Mientras caminan a la salida, Holly nota una cámara sobre un trípode y ahora le daba curiosidad lo que contenía aquella cámara, no cree que estaba ahí de adorno, tal vez Ascher se graba o simplemente podría usarlo como otro artículo sex.ual. Salen de la habitación y Holly le da la llave a Rosita para que la cierre, se queda callada, pero muy atenta en donde guardaría la llave, pues estaba segura de que volvería a entrar, pero no quería lidiar otra vez con Rosita y mucho menos que no le permita llevarse algo de la habitación porque o sino estaría en problemas con Ascher, él tiene tiempo que no entra ahí, así lo hizo ver Rosita, así que tal vez no se acuerde que le falte algo o tal vez ni lo noté. Llegan a la cocina y Rosita le prepara un té con rapidez a Holly, aunque esta no se tomó absolutamente nada por estar pensando y mirando al vacío, haciendo que se le enfríe. Rosita vuelve a sus tareas del día para poder irse con Ally, que la esperaba en casa de sus abuelos. —Señora Basquin, dejó que se le enfriará el té, ¿desea que se lo recaliente? —pregunta Rosita acercándose a ella. —No, lamento haberte hecho perder el tiempo, creo que no deseo tomármelo —responde sintiéndose mal. —No se preocupe, ¿desea que vayamos juntas a acompañar a Ally? ¿O desea que vaya yo? ¿O que yo me quede y usted vaya? —indaga Rosita. —Como quieras Rosita. —Suspira y se levanta. Rosita le preocupa su estado y no sabía qué hacer, no podía llamar a Ascher porque dijo que estaría ocupado. Así que simplemente fueron a la casa Ariana y Liam gracias al chófer personal que tenía Ally. Llegan a la casa, tocan el timbre y la puerta es abierta por Ally. —¡Mami, llegaste! —La abraza con fuerza como sintiendo que la había perdido. —Princesa. —Da media sonrisa y su aura apagada se puede contagiar tan fácil. —Mi pequeña que ya no es tan pequeña —dice el abuelo bajando las escaleras.
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