Capítulo 1
Roberth se estresa de inmediato soltando los cubiertos con fuerza en la mesa asustando a todos menos a Ascher quién aún seguía furioso y no le prestaba atención a nadie más, por lo que Roberth solo se limita ver a Elizabeth de forma severa.
—¿Que hiciste está vez mujer? —le pregunta Roberth a Elizabeth en forma de regaño.
—No me hables en ese tono porque yo no he hecho nada. —Elizabeth lo mira mal.
—¿Ah no? ¿Y por qué nuestro hijo te está reclamando? Ya sabía yo que algo le pasaba, dime qué le hiciste está vez, intentaré recoger tu mierda como siempre. —Apoya los codos en la mesa y cubre su rostro con sus manos, estaba avergonzado.
—¿De verdad no confías en mí? —Se sorprende Elizabeth.
—La verdad es que no me sorprende nada Elizabeth, te conozco muy bien, sabía que tarde o temprano se te caería el teatro de suegra buena por unos días —bufa Roberth.
—He estado todos estos días a tu lado, ¿en qué momento hice algo? Además, yo me arrepentí de lo que había causado, ya pedí perdón, ¿Cuándo me perdonarás tu? ¿por qué siempre te pones al lado de nuestros hijos? ¿Acaso nunca ves mis intenciones? —Se siente mal—. Aún así, está vez no hice nada.
—Sé que uno debe apoyar a su pareja porque los hijos se van, ¿pero apoyarte en locuras como para que nuestro hijo sea infeliz? Solo así lograrás que tenga una vida triste a nuestro lado, él tenía que estar con su amor, tal vez si no te hubieras puesto necia, él hubiera disfrutado hasta del nacimiento de su propia hija —reclama Roberth—, lo siento Elizabeth, pero no puedo estar de lado cuando lo único que quiero es pasar tiempo con mis hijos antes de morir, quiero verlos feliz antes de morir y si no quieres eso juntos conmigo, créeme que no estaría mal disfrutarlo solo, te apoyaré cuando nuestro objetivo sea el mismo, estoy harto de hacer lo que dices o recoger tu mierda, cuando solo quiero estar feliz y solo estoy feliz si mis pequeños están felices.
Todos cargaban mucha culpa del pasado, sobre todo Roberth y Elizabeth que son los que han causado más problemas dejándolos sin dormir. Apoyar a tu pareja en algo que hace infeliz a tus hijos, es como practicar apoyar a quitarse la vida y eso Elizabeth lo entendió muy tarde, porque ahora Roberth no quiere estar ni cerca de la persona que pudo hacerle tantas cosas a su propio que según ama más que su vida.
—¿Eso significa que has intentado separar a mis padres antes? —Ally queda en shock y los abuelos ven a su nieta.
—Mierda. —Roberth se arrepiente por haberse olvidado de que Ally estaba ahí.
—¿Entonces tuviste algo que ver con el secuestro? —pregunta mirando molesta a su abuela.
—Ally… —Elizabeth teme, porque se ha encariñado tanto que no desea perderla.
—¡Eres un monstruo! —Ally se levanta de mesa juzgando a su abuela.
—Allu Elizabeth Basquin, por favor respeta a tu abuela, si tu madre pudo perdonarla, estoy seguro que de que tú también, además eso quedó en el pasado —dice Ascher mirando a su hija.
—¿Por qué soy la última en enterarme de todo? Sus problemas también me afectan, ¿o es que no soy importante para ser parte de este desastre? ¡Ya no soy una niña! —Se queja antes de irse.
—Maldición, soy terrible como padre. —Ascher frota su gente con sus dedos—. Holly hace mejor trabajo que yo siendo mamá soltera, yo ni puedo cerrar mi bocota y ocasionar un caos apenas solo horas que estoy con mi hija, cada vez que pasa momentos conmigo, descubre cosas que seguramente Holly manejaría mejor que yo. —Se pone cabizbajo.
—Su segundo nombre es Elizabeth. —Elizabeth estaba sin poder creerlo.
—Si, Holly se lo puso por ti, creía que en algún harían borrón y cuenta nueva, así que se lo puso con la intención de decirle a Ally que le puso por el nombre de su abuela, y pues de algún quería hacerte saber que ella te quiere en su vida, además no puede evitarlo, eres la madre del chico al que ama —responde Roberth recordando el día que nació Ally.
—Iré hablar con ella. —Elizabeth se retira de la mesa y va a buscar a Ally para remediar todo.
—¿Qué te sucede, Ascher? —Roberth mira a su hijo—. Holly no está de viaje, ¿verdad? —Lo lamenta con la mirada.
—Se quiso tomar un tiempo entre nosotros y yo he decidido dárselo, otra razón más por el cual soy el peor padre del mundo, no puedo ni cumplir la puta promesa a mi hija, ni siquiera quiera pude serle fiel a la mujer que amo. —Se detesta a sí mismo.
—¿Le fuiste infiel a Holly? —Se sorprende, pero intenta comprender.
—Algo así y ella no quiere verme, se lo oculte, le mentí y me considero infiel por eso. —Exhala con fuerza.
—¿Elizabeth tiene algo que ver? —Roberth desea retomar el tema de hace rato y Ascher se queda callado pensando en como ha actuado.
—No papá, fue mi culpa —Ashly se digna a hablar y baja la cabeza porque siente vergüenza—, por eso rechace vivir con ustedes, no merecía que fueras amable conmigo y no te lo dije porque el daño ya estaba hecho y creí que Holly no se enteraría, que todo estaría bien, entonces no habría ningún problema de contarte, tuve miedo de que me odiaras.
—Ashly, ¿por qué hiciste eso? —Roberth estaba molesto, pero trataría de tomar control.
—Aun no lo sé, fui egoísta, solo pensaba en mi y en lo acompañada que me sentía siendo el centro de atención de mi hermano, pero ahora tiene una familia de la cual ocuparse, dejándome sola —confiesa finalmente a su hermana.
—Eso no estuvo bien Ashly, sabes por lo que tuvimos que lidiar, las cosas que tuvimos que hacer para sacar a tu hermano de ese hueco en el que él mismo se metió —le recuerda Roberth en sermón.
—Y pensar que te admiraba, por eso iba a verte en tus eventos, me gustaba verte bailar porque me alegraba de que uno de los dos estuviera feliz, me sentía orgulloso de que mi hermana fuera feliz mientras yo seguía en un hueco y por más que te miraba, nunca pude salir de donde estaba, porque no era lo que necesitaba, aún así te seguí viendo hasta por la televisión cuando encontré a Holly —dice Ascher y Ashly queda atónita.
—Yo creí que… —Él la interrumpe.
—Porque no estuviera presente, no significaba que no estaba al tanto, no compre votos, pero si le pedía a todos que votarán por ti de forma justa, lamento no haber asistido, pero si era mi única vez que volvería a ver a Holly después de tanto tiempo, ya que nada me aseguraba que se iba a quedar conmigo para siempre, quería aprovechar cada momento con ella, así aunque vivíamos como perros y gatos, estaba feliz igual, me sentía completo. —Esboza una sonrisa tonta por hablar de su chica.
—Yo quería ser la que te hacía feliz, no ella, yo quería hacer que salieras de tu hueco, no ella, por eso quería que volvieras ahí, tal vez así de alguna forma volverías a buscarme porque estabas acostumbrado a hacerlo cada vez que todo salía mal, me encantaba sacarte una sonrisa cada vez que me veías bailar, por eso creía que debía ser yo —admite Ashly.
—Solo lo hacía porque estaba feliz por ti, pero estar con Holly me hace feliz por mi, porque estoy locamente enamorado Ashly, entiéndelo. —Se frustra.
—Lo siento —lo dice en serio—, ¿qué puedo hacer para resolverlo todo? —pregunta con interés.
—Además de empezar con una disculpa, no quiero que te metas en mi relación, ninguno de ustedes —le advierte a ambos—, voy a esperar que decide Holly, ella tampoco se merece esto, por eso podría entenderla.
—Y si aún así se queda contigo, debe estar lo suficientemente loca, no dicen por ahí que al casarse, ¿también te casas con la familia? Esta familia solo le trae problemas. —Suspira Roberth un tanto cansado.