Emma llegó y abrazo a Aixa. tratando de consolarla. Yo solo podía estar en silencio, quise acercarme a ella, para consolarla. pero fui rechazado por ella. Cuándo me acerque. Ella gritó entre sollozos: "¡Vete de aqui!, no quiero verte, no te me acerques. Lo único que te ataba a mí, está muerto. ya puedes marcharte, y ser felíz. déjame llorar a mi hijo en paz". Después de oírla, sentí mucho dolor dentro de mí. pero me quede en silencio sin responder. Aixa seguia, con su ataque de irá y dolor, por la pérdida del bebé. asi que volvió a gritar: "Te dije que te vayas, no quiero volver a verte, ya lárgate. Al verla tan alterada decidí salir, de la habitación. no quería empeorar su estado. salí en silencio, mientras un sentimiento que no había sentido antes, surgía dentro de mí. Ella contin