Janet también corrió hacia a mí, en ese momento y dijo: "Pául no puedes dejarme. él bebé, debe estar con los tres. no, nos abandones". Yo caí de rodillas, besando su vientre crecido y le hablé al bebé: "Yo no te abandonaré, sólo me alejaré, para que estes a salvó. Tus madres cuidarán de ti. pero yo siempre estaré cerca, pará cuidarte. nos veremos cuando llegues". Luego me levanté y volví a hablar: "Aurelia, avisa a los demás que quiero hablar con ellos". Ella asintió y entendió que no había vuelta atrás. Pául había muerto una vez más y Estigama volvió a surgir, para terminar lo que inició. Después de eso me marché, a mi mansión. debía hablar con Abby y arreglar el asunto de Sophía, con los Koch. Cuándo llegué. Lucia y Abby corrieron, hacía mí abrazándome. ellas se enteraron por Jade