Anabella: Dulce, serena e inocente, se levantó aquella mañana, cuándo Alfonso no estaba, " ¡¿Dónde estarás mi amor?!, caminó despacio hacía la cocina, allí se encontraba Priscila, preparando él desayuno. —¡Buenos días señora!, él señor Alfonso, a salido sin avisar. — Hola, ¿Cómo estás?, apenas desperté, me di cuenta qué no estaba, cuándo rose con mis manos él lugar de él. —!Está listo él bolso, de su ropa! qué él señor Alfonso me pidió, qué preparara, lo más conveniente sería qué llevará él celular, así tengo noticias suyas. —!Seguro a tenido, qué salir urgente! para ir a visitar algunos de sus clientes —,acotó Anabella. —Lo extraño, de todo qué él señor Alfonso está vez no me avisó adónde iría. Alfonso, un hombre con dos personalidades, aparentaba ser un hombre normal: Rubio, alto,