Amaris
Sigo tirada en el piso, quiero levantarme pero no puedo, de mis labios siguen saliendo pequeños sollozos, no entiendo porque mi cuerpo actúa de forma distinta a la que deseo y digo lo que no pienso.
- Te has vuelto muy obediente Amaris, quien se imaginaria que la hija de la mismísima Diosa se doblegaría ante el príncipe de los vampiros, bueno después de todo mis pócimas son muy ponderosas, seguirás atrapada en ti misma viendo como tu cuerpo suplica las atenciones de Dorian, aunque por lo que sucedió hace rato creo que no podrás complacerlo del todo, pero descuida yo me encargo de eso. - Dice Deneb entrando a la habitación donde me mantienen encerrada y ahora es cuando comprendo todo, seguro ese desgraciado se aprovechó de mi inconsciencia para hacerme tomar el contenido del fra
