Maia era una mujer llena de sueños que nunca imagino que podría llegar a amar a Yazid de la manera que lo hace, mucho menos pensó que podría llegar a pedir tanto a la vida que hiciera que él, su mejor amigo, se fijara en ella hasta el punto de que se convirtiera en una obsesión. Aquella historia que empezó casi sin querer se transformo en algo que cambio su vida para siempre, que provocara emociones sinfín, que llevara al limite sus sentimientos haciendo que actuara de maneras impenzadas. Pues ella, tampoco llego a imaginar que algún día entendería que él no era para ella y que se convencería de que ya no quedaba nada entre los dos.
Aquel hombre que tanto amo un día, le rompió el corazón y ahora solo queda una pared que los separa, aquella misma que divide sus departamentos. Tal vez la respuesta a lo que paso es que nunca fueron buenos para amar, o quizás no era el momento para ellos ¿Quién sabe?
Lo cierto es que nunca se sabe las vueltas que puede dar la vida. Hay amores a destiempo, otros amores que nunca podrán ser, y otros que quizás puedan ser resarcidos.