Después de besarlo de esa manera, él no supo qué hacer, y frunció el ceño; con un nudo en la garganta, estuvo a punto de regañarla. Sin embargo, no fue capaz de pronunciar ni una palabra a pesar de que lo había hecho en su corazón muchas veces. En cuanto a Sheryl, actuó como si nada hubiera pasado pensando en los apuntes; él la miró y notó que estaba súper concentrada, como si estuviera enfrentando un examen súper difícil, exprimiéndose el cerebro mientras se ocupaba de cada palabra que leía.
Nunca la había visto tan aplicada antes, ya que era conocida por ser una joven imprudente, atrevida e ignorante, causando dolor de cabeza a dondequiera que fuera. Ahora que cambio demasiado, no sabía qué estaba pensando. ¿Era solo un capricho o un nuevo truco? Después de pensarlo un rato, no quiso darle más vueltas al asunto, ya que no importaba lo que ella quisiera hacer, pues seguirá dando el mismo resultado: ¡Nunca permitiría que se apartara de su lado! Se mantuvo en silencio y bajó la cabeza para continuar con su trabajo.
Por un momento, el ambiente era excepcionalmente tranquilo, cada uno estaba enfocado en sus cosas, sin molestarse mutuamente. Al rato, el silencio terminó; mordiendo la punta de su lapicero, Sheryl señaló una pregunta y formuló aturdida: “Frederick, no entiendo a qué se refiere esta parte, ¿Puedes explicármelo?”
Él no se negó, por eso tomó el libro de texto y echó un vistazo a la pregunta antes de explicársela en detalle. Por lo general, era despreocupada, y fue inesperado que entendiera de inmediato lo que estaba diciendo; además, cada vez que él decía algo importante, inmediatamente lo apuntaba. Su pequeña y elegante letra era limpia, tierna y hermosa, combinaba perfectamente con su imagen; dejó su trabajo por un momento y la observó en silencio durante un rato. Se dio cuenta de que ella era mucho más inteligente de lo que se había imaginado, entendía muchas cosas a la vez; desafortunadamente, ese gran potencial nunca lo utilizó en el pasado...
Cuando terminó de explicarle, ambos volvieron a guardar silencio. Sin embargo, esto era la calma antes de la tormenta, pues no tardó mucho en bombardearlo con más preguntas a cada segundo: “Frederick, ayúdame a echar un vistazo a esto. Está tan desordenada que no entiendo...”
“Frederick, ¿Cómo se analiza un gráfico de acciones?”
“Frederick, ¿Esta es una pregunta de opción múltiple? ¿Por qué creo que varias opciones son correctas?”
“Frederick...”
Al principio, pudo tolerarlo por un tiempo, pero estaba interrumpiendo completamente su trabajo y tenía muchos problemas inusuales. Respondió cada una de sus preguntas, aunque descubrió que todas eran de nivel introductorio. Mientras fuera estudiante del Departamento de Finanzas, podía contestar bien con los ojos cerrados, aunque ella no entendía. Al final, no lo soportó más, contuvo el aliento y preguntó: “Sheryl, ¿Qué haces normalmente en clase?”
Incluso un tonto sería capaz de darse cuenta de que él se estaba molestando; sabía que había hecho demasiadas preguntas, por lo que bajó la cara avergonzada, se mordió los labios y dijo con timidez: “Normalmente duermo, me tomo selfies, veo videos, navego en las r************* , entre otras cosas. Eso es... Es todo”
Cuanto más hablaba, más culpable se sentía; no le quedó de otra que bajar la cabeza, ocasionalmente miraba a Frederick, quien tenía el rostro oscurecido. Ella inmediatamente levantó su delicado rostro, puso una expresión de lástima y le dijo: “Frederick, no te enojes. Te aseguro de que no lo volveré a hacer, ¡Definitivamente no lo haré! Te prometo que de ahora en adelante pensaré con más cuidado, y únicamente me enfocaré en mis estudios ¡No me preocuparé por cosas que no están relacionadas con ello!”
Sus palabras estaban llenas de confianza, al mirarla durante mucho tiempo, dejó escapar un suspiro. ¡En serio no podía hacerle nada! Impotente, dejó temporalmente su trabajo y movió una silla a su lado. Los dos estaban tan cerca, pero no pensó en nada más que en enseñarle pacientemente, así que tomó directamente el libro de texto y se enfocó en la lección. La voz de Frederick siempre había sido baja y profunda, no se notaba a menos que uno le prestara atención, como todo estaba en silencio, la escuchaba cerca de su oído, y como un pincel, hizo que su corazón vibrara.
Al principio, escuchó atentamente las lecciones; después de un tiempo, su voz la atrajo y miró fijamente su rostro. Pensó en que era realmente guapo, incluso una celebridad masculina no era capaz de tener ni la mitad de su atractivo. Cuando lo miró, sus ojos se llenaron de pasión; por otro lado, Frederick pacientemente terminó de explicar el problema y la miró para preguntarle: “Así es como resuelves esta pregunta. ¿Entiendes?” Solo entonces se dio cuenta de que sus ojos estaban fijos en él.
Sus gruesas cejas no pudieron evitar fruncirse, resopló con frialdad y dijo: “¡Ni siquiera estás prestando atención!”
Justo cuando estaba a punto de levantarse, inmediatamente se puso ansiosa. Ella lo agarró por el cuello y le hizo retroceder, diciéndole: “Quiero aprender, por supuesto que quiero. Pero antes de eso...”
De repente, ella se rio entre dientes, se inclinó hacia adelante, frunció los labios y los presionó contra los de él. Por un momento Frederick se quedó paralizado, como si hubiera sido alcanzado por un rayo. Al mismo tiempo, Sheryl se estremeció, ya que fue ella quien tomó la iniciativa de darle un beso y era inevitable que se sintiera avergonzada. Sin embargo, se armó de valor para besar sus labios de nuevo sintiendo su rostro frío y severo, sus labios eran delgados y suaves, sintió que no quería dejarlos ni un momento.
En ese momento, Frederick se dio cuenta de lo que estaba pasando, sus emociones estaban a flor de piel. Extendió la mano para alejarla, pese a eso ella usó todas sus fuerzas para mantenerse cerca de él, como si fuera incapaz de detener aquel beso. Al final, él la apartó con todas sus fuerzas y le dijo con tono feroz: “Sheryl, ¿Sabes lo que estás haciendo?”
En cambio, ella lo miró con calma y respondió: “Por supuesto que lo sé”
Su respuesta encendió por completo el fuego en él, que había estado escondiendo todo este tiempo y afirmó: “¡Tú lo buscaste!”
Con eso, su dominante aura envolvió toda la habitación; comparado con su timidez, el beso de Frederick fue simple, un poco áspero, casi como si la besara a la fuerza. Sheryl no tuvo tiempo de reaccionar, por lo tanto se dio media vuelta; asimismo él usó toda su fuerza para presionarla contra la mesa, reprimiéndola con su áspera y poderosa aura una vez más.
Aunque entró en pánico, no se negó y comenzó a corresponderle cálidamente; cuando las cosas llegaron al clímax, Frederick tenía las manos acariciando su pecho. La fuerza que ejercía sobre ella no era ligera ni dura, pero sí lo suficiente para estimularla. Sheryl no pudo aguantar más el deseo por él, y dejó escapar un ligero gemido.