La mirada de Adam se posó en Ana, hoy usaba una falda de tuvo que le llegaba a las rodillas, demasiado ajustada, dejando ver su figura femenina, y esas curvas qué lo ponían mal, Ana era joven, su rostro era limpio, y esos labios rojos qué brillaban demasiado tentadores, su mirada se posó en su busto, la camisa que usaba era roja, y los últimos botones desabrochados, dejando ver parte de su piel, ella era tan sensual sin esforzarse, Adam se preguntaba ¿Qué tan popular era ella entre los hombres?, sin duda debía de ser mucho. ¿Cuántos hombres trabajaban en el piso 7?.
Los pensamientos de Adam divagaban mientras la veía, la imaginó sobre su escritorio, cogiéndola tan fuerte qué apenas y pudiera respirar.
Su m*****o se puso rígido con ese solo pensamiento, se puso de pie y fue a cerrar la
