Las intrigas llegan siempre al poder

1504 Words
     Las brisas de la tarde penetraban la cotidiana oficina presidencial, era un día de enero como cualquier otro en la ciudad de Caracas. Con sus carros transitando, los edificios gigantescos construyéndose sobre lo que apenas eran casas grandes y maravillosas hijas del colonialismo español y por las cuales transitaron miles de caraqueños viviendo sus vidas angustiosas y llenas de grandeza. Los tonos azules oscuros se podían ya divisar contrastados con las difusas líneas naranjas del cielo, cuestión que tenía un símil con el cielo de las pinturas de Arturo Michelena, quien fuera un pintor destacado y que es comúnmente confundido con Santos Michelena, héroe patriota que murió asesinado en el asalto al Congreso un día como este, 24 de enero, pero del año 1848. Sin embargo, Santos Michelena demostró un espíritu tan fuerte que murió realmente meses después, el 12 de marzo, producto de las heridas sufridas en aquel barbarico asalto, representando el espíritu patriota e intelectual que posee la colectividad del país.      Esa tarde el delgado General Eleazar López Contreras se encontraba encorvado firmando papeles como un enajenado, dejando todo listo para su partida próxima a Alemania, dónde se reunirían con el mismísimo Kaiser Guillermo, en una reunión extraordinaria de los aliados del Reich alemán. Se le estaba aproximando la hora para encontrarse en una breve visita a su oficina de nada más y nada menos que el expresidente Victorino Márquez Bustillos, quien ostentaria el cargo desde 1914 hasta 1922, mantenimiento una presidencia provisional y que compartía con el General Juan Vicente Gómez, siendo ambos muy amigos. El abogado de profesión es anunciado en la puerta con bombos y platillos, a pesar de su avanzada edad conserva los gustos finos de una persona que ha tenido mucho tiempo para vivir y ver crecer a la nación, sus gafas y bigotes canosos solo reflejan el entender de la ciudadanía que espera en estos momentos un gobierno que saque el pecho por Venezuela y no algo que juegue a la democracia como lo hizo Betancourt, personaje que comenzaba a ser repudiado hasta por su mismo partido político. Cuando Márquez es anunciado, López Contreras lo recibe con gran emoción, saludandolo amablemente con su voz de bajo, como si estuviera ronco, por lo cual se ganó una gran fama en los cuarteles y los círculos cercanos al fallecido General Gómez.      El anciano expresidente se dispone a tomar asiento en una de las sillas del despacho, cuando López Contreras logra interceptarlo y con una seña afable le invita a sentarse junto a él en unos muebles de color n***o, los cuales son nuevos, traídos desde las colonias alemanas de África central. Luego de un breve saludo entre aquellos antiguos conocidos y algunas palabras que siempre van dirigidas a temas cotidianos y saludos para conocidos en común, el General se dirige al punto que quiere tocar.      - Doctor Márquez, como usted seguramente ya sabrá, dentro de algunas semanas me reuniré personalmente, con una comisión que me acompañara, con el Kaiser Guillermo de Alemania.      - Así lo tengo entendido por la prensa nacional. Lo que no hallo es el camino por el que me plantea tal pregunta, General.      - Bueno. La cuestión es sencilla, la verdad es que me gustaría ofrecerle el puesto de consejero y secretario personal en esta comisión a Alemania. Y, si se siente a gusto con el puesto, me gustaría que se quedará usted a mi lado. La verdad es que no soy muy versado en la política internacional. Cómo ya está usted enterado, es una cuestión muy particular y nueva esto de las visitas a otros países del mundo.      - Si. Le comprendo perfectamente. Lo único es que yo realmente no estoy muy contento con esto de su forma de política internacional.      - ¿Cómo? -Dice el General muy sorprendido- no le entiendo. ¿Podría usted expresarse mejor doctor?      - Por supuesto, mi amigo. Sinceramente yo no le veo sentido a esto de habernos metido en una guerra internacional y mucho menos haber asaltado a un país que ha sido nuestro hermano desde hace mucho. Hay otras formas de afrontar la política. Por eso, como usted ya se habrá dado cuenta, el General Gómez prevalece aún en la memoria de los venezolanos, después de su derrocamiento y su lamentable fallecimiento.      López Contreras se tomó un momento para respirar, aunque en algunas cosas no estaba de acuerdo con Márquez Bustillos, estaba de acuerdo en que la guerra mundial no le beneficiaria del todo a Venezuela, debido al inmenso gasto que implica mantener el orden y la compra de armas militares. Pero aún así, este proceso beneficiaria a Venezuela de no ser invadida por otras potencias reinantes en la región, como era el caso de México donde el socialismo reinaba en cada esquina o en la dividida Centroamérica, que solo aspiraba a expandirse por Panamá y tomar parte de Colombia, en su afán de tener mejor y mayores lugares donde protegerse. Sabía seriamente que en este momento, como siempre había sido, en Venezuela no mandaba quién quería, sino quien podía. Así que prefirió reformular la propuesta de trabajo al doctor Márquez y no trastabillar en temas ideológicos que podían ser someros.      Márquez contesto afirmativo a la propuesta, se excuso por su fino y claro proceder en sus palabras, pues pensaba que un presidente antes de tener a un aliado o enemigo, debía saber exactamente qué pensaba, para López Contreras esto no era sino una complicación, para su antigua padre y tutor, el General Juan Vicente Gómez, no era sino un instinto de preservación saber que se movía dentro de sus terrenos. Mientras el abogado se marchaba y con un gesto de abrazo se despedían en la puerta, el General López Contreras no se hallaba sino absorto en sus pensamientos.      Pensaba aquel veterano hombre delgado que aquellas recriminación es ya empezaban a ser normales entre quienes le rodeaban. La semana pasada tuvo un altercado con el nuevo gobernador del Estado Táchira, quien era el General José Vicente Gómez, debido al problema de los robos y asesinatos en la región fronteriza de ganado y ganaderos por parte de colombianos que buscaban venganza por la invasión venezolana de hace unos meses atrás.      - Esto ocurre, General, por estar liberando a quienes no merecen sino un gobierno como el que tenían. Y si quiere me destituye, la verdad es que ya poco me interesaria formar parte de un gobierno que olvidaría la esencia de Venezuela, para formar formar un solo país con inútiles como estos. El presidente Rojas no mueve ni un alfiler para poner orden en su lado de la frontera, ya Linares Alcántara me avisó que están formándose las guerrillas nuevamente,as que por un factor ideológico, se dedican plenamente a la delicuencia para alimentar sus parques de armas que esconden en la selva, que hasta ahora nos resultan inaccesibles.      La llamada fue breve, pero sinxera y punzante, como la de cualquier tachirense. Ante tal altanería disfrazada López Contreras guardo la clama y no respondió como debía a aquel ilustre personaje, al cual veía ahora como un fiel aliado, más allá del pasado de su padre. Eso sí, dió órdenes precisas de contrarrestar ataques a como diera lugar, y reprendió la insubordinación del andino restando el apoyo que tenía a su administración como Gobernador, título que le dió el Congreso a comienzos de enero por su destacada y feroz sagacidad en la guerra contra Colombia.      Sabía entonces que debía conservar su firmeza y su fiereza ante cualquier atisbo que pareciera un resurgimiento de los caudillos en la región venezolana o sencillamente una invasión desde Colombia por los comunistas rezagados que no había capturado. Entre este grupo también habían venezolanos como el antiguo Senador Fuenmayor, a quien el Tribunal de Justicia condenó a prisión inmediata en el Castillo de Puerto Cabello por dieciocho largos años, por los delitos de insurrección armada, traición a la patria e intento de magnicidio a un presidente en funciones. Su puesto no estuvo vacante ni un día, ya lo ocupaba uno de los miembros del Falke y quién era Capitán del ejército nacional inactivo, además de médico de profesión, el doctor Rafael Vegas.      El General entendía que ciertamente las cosas no eran ni como Gómez las había hecho, ni como se había pensado a través del laberinto socialdemócrata de Betancourt. El proceso que se estaba gestando era muy diferente al que se quería proyectar, ya pensaba entonces en proyectos futuros para la nación en dónde la democracia sea la reina, pero el gendarme necesario sea el rey que se necesitará para poder dominar la cuestión en Venezuela, lo que entonces llamo un "Caudillo democrático" cosa que no se concebía aún en ningún aval político o histórico en la nación, por lo tanto era necesario meter en cintura a gomecistas, demócratas, liberales y comunistas, aunque los partidos se hallan conformado en la forma de ancha base de mandato, como nueva estructura política en Venezuela, lo que irremediablemente enrumbaria a la nación en una maraña de intrigas políticas que en algún momento se asentarían en la base gubernamental.
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