En ese mismo instante, Camila, quien era si podría decirse una experta en hombres labiosos, captando su doble sentido revoloteó los ojos y contestó de una manera profesional y no siguiéndole el juego: —Eso es muy bueno señor, entonces puedo tener la seguridad de que no habrá problemas con el p**o. Ethan continuó con un tono jocoso: —¿Problemas de p**o yo? En absoluto. p**o tan bien que siempre me buscan... Pero mi linda señorita, ya que mencionamos el dinero, me gustaría saber su número de cuenta para hacer los arreglos correspondientes. No suelo llevar efectivo, eso es para personas comunes o sea, personas corrientes. En ese instante Camila, dejándose llevar en parte por su ambición para alcanzar sus metas lo más rápido posible, respondió rápidamente: —Está bien, se lo enviaré, señor